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¿Marcelito, estás ahí?: la nueva vida del último Susano y los secretos de sus 15 años en la TV

Marcelo Bezina cumplía sus tareas como asistente del aire cuando un día le pidieron que fuera a la cuponera a agarrar el papelito ganador del concurso.

Pedro Molina viernes, 6 de octubre de 2023 · 07:02 hs
¿Marcelito, estás ahí?: la nueva vida del último Susano y los secretos de sus 15 años en la TV
Marcelo Bezina junto a la diva de la televisión. Foto: Archivo Marcelo Bezina

En el estudio, Susana Giménez le gritó: “¿Marcelito estás ahí?". Desde la otra punta, él respondió: “Sí, Susana”. El intercambio quedó como uno de los latiguillos característicos de la televisión. Marcelo Bezina había empezado en 2004 cuando había un cuarteto de Susanos y estuvo hasta el último programa, a fines de 2019. Alejado de la pantalla chica, ahora trabaja en el área de soporte técnico y administración de ANSES y a los 41 años sigue con el mismo hobby que a los 24 cuando entró en el programa: la música.

- ¿Cómo llegaste al puesto de Susano?
- El que era novio de mi hermana trabajaba en una pizzería en la esquina de los estudios de Telefé y mucha gente del canal paraba ahí. Así que me contó y no era mi estilo, pero en ese momento me gustaba bailar y había tomado clases. Iba a decirle que no, pero pensé: ¿por qué no puedo probar? Fui al casting, había terminado, pasé ultimo y me dijeron que baile. Cuando terminé miré a la cámara y dije “Susana, espero que te guste lo que hago”.

- ¿Eso fue todo?
- Sí, no fueron más de siete minutos. A los días me llamó la productora y me dijo que había quedado.

- Qué valoraron de vos?
- El saber bailar y la presencia, creo. Lo que más me ayudó trabajando fue estar siempre atento a Susana. Vos sos como las manos para alcanzarle algo, marcar su luz y ayudarla con cualquier situación al aire.

- ¿Cómo fue el primer día sin tener experiencia en televisión?
- El primer día bailamos con un compañero y Susana nos presentó. Después tenía que alcanzarle las carpetas con información o un ramo de flores. Me acuerdo que no sabía dónde pisar y tenía miedo de mandarme por otro lado. Vas aprendiendo eso de no cruzarte por cámara y aparecer por detrás. Lo importante es no querer estar en un plano principal porque a la fama de Susana no le vas a ganar nunca. Algunos cuando llegan y tienen un poco de cámara piensan que van a ser famosos.

- ¿Vos la escapás a la fama?
- Está bueno que te salpique un poco, la capitalizás a tu favor, pero el programa se llama Susana Giménez y todos somos prescindibles menos ella. Después te conocían las señoras, alguna que otra chica, pero nada más. Una vez fui al cumpleaños de una señora que se llamaba Susana y me pagaron por decirle “Sí, Susana acá estoy”. Ese tipo de cosas.

- ¿Era sacrificado el trabajo?
- El viaje, más que nada. Yo trabajaba en Anses, me tomaba un colectivo hasta el tren, ahí me bajaba en Acassuso y después el 407 hasta Fleming. Eso fue duro, pero en la medida de lo que entendemos… Estaba en un programa de televisión, no picando piedras. Llegaba dos horas antes del programa, tenía vestuario y maquillaje y estábamos.

- ¿Siempre te sentiste cómodo con ser un Susano?
- Sí, no tenés que renegar. Si no te gusta la palabra o no te bancás esa, tenés que irte. Me preguntaban mucho: ¿te molesta que te digan Susano? Y la verdad que no. ¿Cómo me va a molestar algo que me generó un dinero o me dio de comer?

Los Susanos estuvieron desde el primer programa de la diva en 1987. Al principio eran doce, entre hombres y mujeres que bailaban y se repartían las tareas de asistentes. Una disrupción de la época que se mantuvo con matices hasta 2019 cuando solamente quedaban dos: Marcelito y Daniel Romero. El mediático Guido Suller, Rafael Blanco y Marcelo Iripino, que después estuvo en ShowMatch, son algunos de los pasaron por el ciclo, mientras que Marcelo Bezina, más allá del latiguillo que lo volvió famoso, no buscó seguir en pantalla.

"Me preguntaban mucho: ¿te molesta que te digan Susano? Y la verdad que no. ¿Cómo me va a molestar algo que me generó un dinero o me dio de comer?"

- Nunca me llamaron de otros programas. Estoy un poco estigmatizado en mi lugar y está bien. No me presto mucho para la discusión o el barro. Está todo bien con la exposición, pero no me gusta que sepan tanto de mi vida. Es una cuestión de la vida privada, que está bueno cuidar.

- ¿Te gustaría estar si algún día vuelve el programa de Susana?
- Sí, seguramente. Todavía sigo esperando. Vamos a ver qué pasa. Vos pensá que yo empecé con 24 y estoy por cumplir 44. Quizás le rinde más alguien más alto o joven. Sería lógico porque son las reglas del juego. Todos las entendemos. Si uno piensa que va a estar en el programa para siempre, es tonto. No me gusta tomarme tanto del pasado sino de lo que está sucediendo.

El recuerdo de la participación en el programa de Susana

- ¿Y ahora qué estás haciendo?
- Sigo en Anses desde hace 27 años y estoy dando clases de canto en Argentina y también online para México. Me gusta mucho el heavy metal, que no es muy escuchado, pero es lo que más me gusta. Canto Guns’n Roses, AC/DC, Metallica y doy clases así que me va bien.

- ¿Te ayudó ser Susano?
- No, no tienen idea. Llegué por publicidad de redes sociales, también a Chile. Va por fuera y la diferencia de dinero es otra.

- ¿Cómo llegaste al heavy metal?
- Me gusta mucho cantar agudo. El género tiene mucho de cantar bien arriba y me copan esas canciones que generan emociones y de decir, ¿cómo llega a esa nota? Eso me hizo empezar a estudiar.

- ¿Con Susana hablaste alguna vez de heavy metal?
- No, nunca. Hablábamos de cómo iba a ser el programa. Yo le preguntaba si precisaba algo. Era muy formal. Nunca en cuestiones privadas. Soy la última persona a la que deberían preguntarle un chisme de Susana porque jamás voy a abrir la boca. No voy a morder la mano que me dio de comer 15 años.

El "¿Marcelito estás ahí?" tuvo un momento cúlmine cuando el sorteo se hizo al pie del Obelisco en una edición especial por los 30 años del programa que se grabó en el Teatro Gran Rex. Orgulloso de aquel momento, es uno de los videos de su TikTok, donde se entremezcla con sus covers de heavy metal. El ahora cantante tiene su top 3 de invitados preferidos. En uno de los primeros programas fue Viggo Mortensen, con quien habló de San Lorenzo y del Bajo Flores, de donde es oriundo. También quedó impresionado con la presencia de Diego Maradona en 2005 y de Liza Minelli en 2007. Sin embargo, uno de los momentos más virales que lo tuvo como protagonista fue el día que en el concurso “Talentitos”, un nene llevó una iguana que le mordió el dedo a Susana y tuvieron que salir a buscarla por todo el estudio.

La veta oculta del amor por el heavy metal de Marcelo Bezina. 

- Yo estaba atrás acomodando los premios y escuché el grito. Me asusté. Pensé cualquier cosa. Salí corriendo y me puse a buscarla, pero fue rarísimo porque con todos los cables y la escenografía terminó apareciendo.

- Para cerrar: ¿cuáles dirías que son las claves para ser un buen Susano?
- Ser atento, tener ganas, estar pendiente de lo que va sucediendo en el programa… También tenés que estar rápido con las situaciones. Y no involucrarse de más con Susana. No invadir: vos en tu lugar, ella en el centro y si te quiere hablar, te habla. Pero no estar encima porque estás haciendo mal el trabajo.

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