¿A quién le importa la salud mental?
Para la OMS, la salud mental es un estado de bienestar mental que permite hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades y contribuir a la mejora de su comunidad.
Somos unos mentirosos o al menos eso es lo que parecemos. Las prioridades que escuchamos son el dólar, la imagen, la inflación, los candidatos y las elecciones, el fútbol, el qué dirán, los aumentos las paritarias y no sé que otras cosas. Escuchamos constantemente preocupaciones de todo tipo. Sin embargo, con las actitudes día tras día mostramos una absoluta indiferencia frente a lo realmente importante.
Preferimos no ver, ni en los otros ni en nosotros. Uno de cada 3 sufre en el transcurso de su vida algún trastorno de salud mental. Este dato es más que significativo. Sin embargo, nunca fue ni es noticia. Somos consecuencia de nuestros actos, meditar, visualizar, autoconocimiento, deporte, vida al aire libre, tiempo con amigos. Frases y publicaciones en las redes abundan pero en la vida real cada vez estamos peor. Nuestra manera de hablar, de tomarnos las cosas a pecho, actitudes de enojo ira, falta de autocontrol.
Muchos profesionales de la salud mental, más allá de la situación económica del país, lo relacionan al exceso de dopamina, como sabemos un neurotransmisor de la felicidad inmediata que está súper estimulado por el uso de la tecnología.
Más de 2.600 veces al día tocamos nuestro celular
Mientras más dopamina más y más estímulos necesitamos para producir la misma satisfacción. Por eso ahora recomiendan además de todo lo antes mencionado hacer ayuno de tecnología. Esto no es ni más ni menos que voluntariamente controlemos e intentemos.
Reducir tiempo de pantalla
Por ejemplo dejar el celular una hora antes de dormir y en el día dejarlo media hora y hacer alguna actividad. Cómo esto, día a día leemos miles de estrategias para mejorar la salud mental y nuestra vida. Todos sabemos que la impulsividad, el no tolerar la frustración y el placer inmediato nos acechan. Sin embargo seguimos caminando sin ver, sin hacer, restando importancia a los hechos. Para algunos no es tan fácil hacerlo solos, necesitamos de un otro.
Mi propuesta es hacerlo juntos
Ayudar a los demás suele resultarnos más fácil. Y nos da felicidad. Qué tal si desde hoy haces algo por alguien y lo ayudas a recuperar su bienestar. Ayudando te ayudas. La satisfacción de hacer el bien no te la da ningún dispositivo, inténtenos juntos hacer más y mejor.
* Lic. Erica Miretti, psicóloga. Neuropsicoeducadora. Docente.
Instagram @ericamiretti