De la cadetería a la cancha: la historia del pibe que le llevó churros a Messi y le cambió la vida
Todo lo que toca Lionel Messi lo transforma y convierte en mágico. Y eso es lo que parece haber hecho con la vida de Juan Pablo Román, el joven de 21 años que se hizo mundialmente conocido meses atrás cuando le llevó churros a la casa del astro argentino en Rosario.
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El 19 de junio la historia de Juan Pablo, hincha fanático de Rosario Central, dio un giro inesperado a partir de que debió llevarle churros a la casa de la familia Messi en la localidad de Funes, a las afueras de Rosario. En aquella oportunidad, el capitán argentino descansaba en la provincia a la espera de su viaje a Miami.
Como repartidor de churros, Juan Pablo nunca habría imaginado que ese encargo lo llevaría a tocar la puerta de un ícono, pero la casualidad lo hizo posible. El breve pero significativo encuentro con Messi le dio un impulso inimaginable en su búsqueda de convertirse en un futbolista profesional.
"Mi sueño es ser jugador de fútbol profesional. Leo (Messi) es mi ídolo y no creo que fue casualidad que le haya llevado yo el pedido a su casa. La conexión es la pelota", comentó Juan Pablo y reconoció que fue un hecho de tanta trascendencia que le cambió la vida.
Su sueño de convertirse en jugador profesional estuvo muy cerca de cumplirse en el 2017 cuando tenía todo listo para viajar a España, sin embargo, un accidente le truncó los planes y debió posponer su anhelo. Un automóvil lo atropelló y debió luchar por su vida. Mientras estudiaba y trabajaba, la pelota siempre estaba entre las cuentas pendientes.
En los últimos días, a través de distintos contactos y personas intermediarias el sueño de Juan Pablo se reactivó y surgió la posibilidad de probarse en Godoy Cruz de Mendoza, equipo de la primera división del fútbol argentino. "Voy a estar en principio con el plantel de Reserva y de 4ta de AFA y ahí iremos viendo", comentó agradecido ante la posibilidad de convertirse en colega de Messi.
"Se me abrió una puerta gracias a la trascendencia que tuvo lo de llevar los churros y ahora todo depende de mí", explicó Juan Pablo expectante. El sueño está en marcha y ahora sí está dispuesto a cumplirlo.
