Tienen 96 y 84 años, y van a votar para dejar un conmovedor mensaje
Leopoldo Ríos (96) y su esposa Susana Santander (84) prefieren seguir siendo parte de las elecciones y emitir su voto. "Es una obligación hasta que uno se muera", afirma ella.
A lo lejos, desde la puerta de la Escuela Patricias Mendocinas de Ciudad, en Mendoza, se alcanza a ver una pareja que descansa en la esquina, sentados en una ventilación que auspicia de asiento. Son Susana Santander (84) y Leopoldo Ríos (96), pero todos lo conocen como Pocho. Su voto ya no es obligatorio; sin embargo, ambos optan por elegir su candidato en estas presidenciales, como lo han hecho en todas las elecciones.
Fueron solo cinco cuadras las que caminaron, pero para ellos esta caminata es una gran hazaña, que disfrutan compartir en esta mañana electoral. Los dos van tomados del brazo, una costumbre que no perdieron, pese a sus 65 años de casados.
Ingresan a la escuela, se dirigen directamente a las mesas que tienen asignadas y se colocan en la fila, sin saber que a su edad tienen ciertos privilegios para aprovechar. La autoridad de mesa les pregunta su apellido y les pide que se adelanten. “No hace falta que hagan fila”, les explica.
Después de unos segundos, Leopoldo sale con su voto, pero antes de colocarlo en la urna suena su celular y sin problema alguno atiende la llamada, ante la mirada atónita de la fila, de la cual Pocho no se percata. Finalmente, coloca el voto en la urna, mientras Susana lo espera para emprender juntos el regreso a su hogar.
Mirá la entrevista a Leopoldo y Susana
“Creemos firmemente en la democracia, es una obligación hasta que uno se muera venir a votar. En estos 40 años de democracia hemos visto de todo”, comenta Susana.
Al lado de ella, Leopoldo comparte qué espera para estas elecciones. “Espero que quienes sean electos se acuerden del pueblo y del país que desgraciadamente está muy mal. Que sepan que no es para que se apoderen del país, es justamente para que lo administren cada vez mejor para bien del pueblo y para bien del país que está muy desprestigiado en el mundo”, expresa Leopoldo dejando ver la emoción en sus ojos y añade: “Parecemos pordioseros, hasta en avión salimos a pedir plata a los distintos países. Es una vergüenza, porque tenemos posibilidades y muchos recursos, pero hay que administrarlos bien”.
Tenemos posibilidades y muchos recursos, pero hay que administrarlos bien
Susana y Leopoldo tienen 20 nietos y 10 bisnietos y al momento de votar cada uno de ellos viene a la mente de ambos. “Queremos un país mejor para ellos. Nosotros ya estamos hechos, pero los que vienen esperemos que encuentren algo mejor”, concluye Susana antes de retirarse de la escuela y comparte: “Nos gusta venir caminando a votar, paramos en todos lados a descansar, pero llegamos”.
Queremos un país mejor para nuestros nietos
Ambos se toman nuevamente del brazo y comienzan su trayecto. “¿Votaste bien?”, le pregunta Susana a Leopoldo, “¡Claro!”, le responde él.