Insólito robo a una iglesia en la Ciudad de Córdoba

En tiempos de una creciente inseguridad en todo el país, la delincuencia parece no tener los menores pruritos a la hora de atacar y, ahora, una iglesia fue víctima de un insólito robo. El sacerdote advirtió el robo a la hora de la misa matutina y generó sorpresa en el barrio Empalme, de la periferia de la Ciudad de Córdoba.

A la hora de convocar a la misa habitual de cada mañana en la capilla Nuestra Señora de Guadalupe, el sacerdote advirtió que la campana había sido robada. El cencerro siniestrado, que servía para el tradicional llamado, está hecho de bronce y tiene un peso de 45 kilogramos.

El robo habría ocurrido entre las últimas horas del jueves y la madrugada del viernes, usando como cobertura la oscuridad nocturna. Bajo esa capa de oscuridad, normal de un barrio residencial, los delincuentes pudieron forzar los bulones soldados y lograron descolgarla, dado el peso de la campana, sospechan de la participación de más de una persona.

En cuanto al artículo robado, tenía 50 años desde su instalación y cumplía con dos funciones en la vida comunitaria: llamar a los vecinos a las celebraciones eucarísticas y sonar cuando alguien moría, como si se tratara de un clamor al cielo. Desde la comunidad que forma parte de la pequeña iglesia cordobesa, consideraron que el hecho fue una falta de respeto a lo sagrado.

El sacerdote de la capilla sostuvo que “en un país rico como es Argentina, con una inflación de ciento y pico, hace que mucha gente esté en la calle desesperada, con hambre y esto facilita que se junten bandas”. Además agregó ante el lamentable hecho que "va a ser muy difícil adquirir otra campana” de las mismas cualidades. La Policía local, bajo directivas judiciales, inició una investigación al respecto.