¿La IA puede ser un buen recurso para la fertilidad?

El campo de la medicina no es una excepción, y en la salud reproductiva y fertilidad, este avance tecnológico adquiere una relevancia cada vez mayor. Estas nuevas herramientas se aplican tanto en la atención médica como en tratamientos de alta complejidad.

¿Qué valor aporta?

Permite relacionar una amplia variedad de datos biomédicos mediante el uso de algoritmos sofisticados. Esto conlleva a una mejora en la precisión de las directrices médicas, una disminución de errores en los diagnósticos y la capacidad de realizar predicciones en tiempo real.

El uso de esta tecnología ayuda a decidir cuáles son los protocolos de trabajo más adecuados, analizar un gran volumen de datos que les permite ofrecer diagnósticos más precisos e incluso mejorar la selección de los embriones, lo que se traduce en una mayor probabilidad de implantación y gestación evolutiva.

Un ejemplo diferencial en relación con esto último, son las incubadoras con tecnología de "time lapse" que ofrecen una precisión que el ojo humano no posee.

¿Por qué es novedoso?

Uno de los momentos más críticos en los tratamientos de reproducción asistida es la selección del embrión a transferir. Este tipo de incubadoras permite observar detalladamente el desarrollo embrionario, facilitando la selección del mejor embrión sin la necesidad de extraerlos de la incubadora para su monitoreo bajo el microscopio, como se hacía con el método tradicional. Por tanto, garantiza la evaluación embrionaria sin alterar las condiciones ideales de cultivo. También contribuye a elegir con mayor precisión el momento para realizar la biopsia embrionaria en el caso de que se indique realizar el estudio genético preimplantatorio de los embriones (PGT).

Para ello, el equipo cuenta con dos instrumentos clave: una cámara de video que permite capturar imágenes de alta calidad del desarrollo embrionario en tiempo real, y un software programado para analizar la morfología y detectar diferentes eventos a nivel de división embrionaria, utilizando la inteligencia artificial para determinar cuál es el embrión con mejor potencial de implantación.

Esta nueva tecnología no garantiza una mejora en las tasas de éxito, pero sí proporciona más información sobre el desarrollo embrionario para realizar una selección más precisa del embrión a transferir. La incorporación de la inteligencia artificial en el campo de la fertilidad supone un gran potencial, contando actualmente con más de 200 softwares de algoritmos desarrollados. Ahora el desafío radica en validar clínicamente su eficacia. Por eso, es primordial analizar esta tecnología y aplicarla en cada laboratorio para evaluar los resultados.

* Dr. Agustín Pasqualini, (MN 102009) director médico de Halitus Instituto Médico y vicepresidente de SAMeR (Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva)