El dramático testimonio de un argentino sobre el día a día en Israel
El saldo de muertos, heridos, desaparecidos y personas secuestradas en Israel aumenta con el correr de las horas. Los testimonios desgarradores del horror en primera persona.
El horror de la guerra en la Franja de Gaza impacta en miles de personas que, de un momento a otro, se transformaron en víctimas directas o indirectas de este flagelo. Los testimonios en primera persona de argentinos que se encuentran en Israel ayudan a visibilizar los rostros de las víctimas, sus historias y sueños que quedaron truncos tras el ataque perpetrado por Hamás el último sábado.
Natalio Grinvald tiene 50 años. Nació en Mendoza y desde hace casi 32 años vive en Israel junto a su esposa, Tamara Barsky, que también es argentina, oriunda de Buenos Aires. El matrimonio tiene dos hijas: Dekel de 20 años, quien está cumpliendo su servicio militar, y Maayan de 11 años, alumna de 6to grado. La familia vive en Kfar Yona, un pueblito muy tranquilo en la zona centro del país donde también viven los padres de Natalio.
En diálogo con MDZ, Natalio detalló el día a día en la zona de conflicto donde miles de personas perdieron su vida y a sus familias. "Nuestra prima Tamar Kedem del Kibutz Nir Oz, junto a su familia, fueron asesinados de manera atroz por terroristas del Hamás el pasado sábado 7 de octubre", contó.
- ¿Cómo impactó el ataque perpetrado el día sábado en la población israelí?
- Israel sufrió este sábado quizás el peor golpe en lo que va de su relativamente corta historia de 75 años, cuando nuestro país se vio sorprendido por un tremendo ataque muy bien planeado por el terriblemente cruel grupo terrorista Hamás, quien logró infiltrarse desde Gaza a través de la frontera, a más de 20 poblaciones y comunas agrícolas (kibutz) y causando hasta el momento más de 1.200 muertos, miles de heridos y al parecer tomando alrededor de 150 rehenes secuestrados y transportados a la Franja de Gaza.
Los terroristas ingresaron con el único objetivo de causar una masacre, asesinado a sangre fría a civiles inocentes que encontraron a su paso, bebés, niños, hombres y mujeres, ancianos. Quemaron casas con familias enteras encerradas dentro de sus refugios, violaron a jóvenes y raptaron civiles y soldados. A la par de ello, Hamás disparó cerca de 4000 misiles sobre la población civil, desde la zona que limita con Gaza llegando incluso a las grandes ciudades como Tel Aviv y Jerusalén.
- ¿Qué novedades reciben por parte del Gobierno?
- Luego de varios días de combate dentro de las poblaciones israelíes, nuestro ejército ha conseguido retomar el control en la zona, abatir a los terroristas infiltrados y comenzar a organizar sus operaciones militares de contraataque.
Israel no puede permitir que su población continúe viviendo bajo semejante peligro, ¿quién permitiría una cosa así? En este momento a Israel no le queda otra alternativa que literalmente destruir a Hamás y eliminar cualquier tipo de amenaza en el presente y futuro, de lo contario la población israelí no aceptará continuar viviendo aquí, criando a sus hijos y poniendo en riesgo sus vidas. Este punto es crítico entenderlo, porque durante los próximos días el ejército de defensa de Israel, Tzahal, deberá actuar de una manera hasta acá nunca vista, con el objetivo de eliminar a Hamás, lo que lamentablemente traerá aparejado también muchas muertes de inocentes del lado palestino.
- ¿Cuál es tu percepción sobre el conflicto actual?
- Israel debe lidiar a su vez con varios frentes, solo basta con mirar el mapa del Medio Oriente para entender los peligros que nos acechan, desde Hezbollah en el Líbano, fuerzas iraníes en Siria, grupos terroristas infiltrados en Egipto y agrupaciones del mismo Hamás y la Jihad islamista en Cisjordania. Entonces si bien el enfoque será Gaza durante las próximas semanas, no debemos perder de vista las otras regiones, principalmente la frontera norte del país.
- ¿Cómo es la zona donde vivís con tu familia?
- En el centro del país la situación por lo general es más tranquila, si bien la amenaza de los misiles está latente, el sistema de defensa aérea de Tzahal, la famosa "cúpula de hierro", logra interceptar la gran mayoría de los misiles en el aire y destruirlos. En casi todas las viviendas, escuelas, lugares de trabajo existen habitaciones blindadas y refugios antibombas que protegen a la población, pero anímicamente hablando, la situación es realmente horrible.
Todos tenemos familiares o amigos que viven en las poblaciones fronterizas, que sirven en el servicio militar en forma activa o como reservistas, por lo que prácticamente todos conocemos personas que han sido asesinadas, heridas, violadas o raptadas durante estos últimos días.
Es casi imposible imaginar cómo harán los habitantes de las poblaciones fronterizas, de los kibutz, aquellos que han sobrevivido milagrosamente a los ataques, pero que han perdido a sus hijos, a sus padres, a sus mujeres o maridos, para continuar adelante con sus vidas, para retornar a poblaciones donde gran parte de las familias han sido aniquiladas.
- Una de tus hijas está en el servicio militar. ¿Cómo impacta eso en tu familia?
- Mi hija está en la fuerza aérea, en una zona segura y alejada de Gaza. Está mas segura ahí de lo que están los civiles acá. Muchos ciudadanos extranjeros fueron víctimas de estos ataques, decenas de latinoamericanos y principalmente argentinos, o descendientes de argentinos, dado que varios de los kibutz del sur fueron fundados y construidos por comunidades de latinoamericanos que emigraron a Israel durante los primeros años desde la creación del Estado.
- ¿Cómo funciona el servicio militar en Israel?
El servicio militar es parte de la vida en Israel, es el ejército del pueblo. Lo hacen todas las personas entre los 18 y 21 años ya que es obligatorio. En el caso de los hombres, deben permanecer durante tres años mientras que las mujeres hacen dos años.
Una vez transcurrido ese tiempo, está lo que se denomina reserva. Principalmente los hombres y algunas mujeres sirven en la reserva, eso significa que te pueden llamar por lo general hasta un mes por año hasta los 40 años a no ser que seas madre.
Yo serví en una unidad de paracaidistas en la infantería durante mis tres años y después, hasta los 42, seguí en la reserva que significaba que tenía que entrenar y hacer guardias en los puestos fronterizos o poblaciones como las que fueron atacadas. En los últimos veinte años, estuve al menos 20 veces en la zona de Gaza y nunca viví un episodio tan violento como lo que está sucediendo ahora. Estimo que se subestimó y nunca pensaron que serían capaces de pasar los escollos que hay en la frontera.