Opinion

El viaje del papa Francisco a Kazajistán

En el viaje número 38 del Santo Padre, monseñor Santiago Olivera, obispo de las Fuerzas Armadas destaca que sus mensajes son muy ricos en contenidos y profundidad, y resalta lo que refiere a “recuperar la memoria, valorar la historia, las raíces y la urgente necesidad de encontrar la armonía”

Monseñor Santiago Olivera viernes, 16 de septiembre de 2022 · 10:49 hs
El viaje del papa Francisco a Kazajistán
El Papa llega a Kazajistán, comienza su 38º Viaje apostólico Foto: Vatican Media

El viaje apostólico del papa Francisco a Kazajistán es, también, una nueva invitación para descubrir, a un hombre que no pierde su juventud y su pasión apostólica para llegar a todos, que incluye a los más alejados. Quizás a los ojos humanos, nos sorprenda que el Papa se “tome” el trabajo de ir a un lugar donde la cantidad de los creyentes, podríamos decir "son menos cantidad en
número" pero, sin embargo, su actitud responde a la dinámica del Evangelio: "dejar" a tantos otros para ir al encuentro de los menos, los más pequeños.

Su ejemplo, es un testimonio que nos muestra, la esencial vocación misionera que tiene la Iglesia. Y el Papa, a  nosotros, nos invita a vivirla, no solo con palabras sino también, con gestos concretos. Gestos que le implica superar dificultades, ya sea en el orden físico, como otras, y que procura sortearlas para cumplir su claro deseo, la primacía de su misión: llegar a todos con el evangelio del amor, el evangelio de la fraternidad, el evangelio de la unidad. Lo hace con la humilde actitud de un peregrino, peregrino de la paz, peregrino de la unidad y lo hace como un hermano que se acerca, un caminante que quiere recorrer con
otros- en este caso con hermanos que profesan otra fe, otro credo- el desafiante camino de la paz y del encuentro.

Así también, volvernos a recordar el valor de la vida humana, de toda vida, unidad al don grande de la esperanza. Esperanza que debería ser para todos, en contraposición, por ejemplo, a la pena de muerte. De esta última, el Papa viene pidiendo la abolición de
aquellos lugares que está vigente. Algo que nos toca también a nosotros, fue lo que destacó en torno al valor de la democracia, un bien para todos, en clara oposición a aquellos lugares que, bajo otros regímenes políticos, buscan el bien solo de unos pocos.

En el orden eclesial, la maravilla que nos recuerde que- en la Iglesia- no somos extraños y ese es un gran desafío a la vez, que todos experimenten que no lo son y favorecer que el otro se sienta parte, tenga voz y participación, se le “haga” ese lugar, porque no hay extranjero en la Iglesia de Jesús, esa es una gran alegría. Aun cuando nos sabemos de distintas nacionalidades, en la Iglesia no existe tal distinción.

Monseñor Santiago Olivera conversa con el Papa Francisco en una de sus últimas visitas apostólicas.
Foto: Blogspot

En lo que se refiere a mi misión como Obispo castrense, también me toca, esa llamada tan fuerte a volver a optar por la paz y no por las armas y reconocer que nuestro trabajo, nuestra presencia como hombres y mujeres de las Fuerzas; es para preservar la paz y nuestra misión como sacerdotes a alentarlos para ello.

Rezamos por los frutos de este Viaje y, renovamos la oración y la gratitud por la vida y misión del Papa Francisco.

* Monseñor Santiago Olivera

Obispo Castrense

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