¿Y si fuera el amor lo único en lo que nos falta creer?

Los niños son espejos que nos evidencian.
Y nos hacen soñar.
¿Sabés soñar?
Hay niños que gritan:
Nadie me sueña.

¡Vamos a jugar!
¿Te jugaste?
Y… cuándo jugás a favor y cuándo en contra de vos.
Aprender a jugar es aprender a jugarse.

Y aprender a soñar…
¿Cuántas preguntas tiene un niño?
¿Cuáles son las respuestas que causan que pregunten y sus preguntas?
El niño se sorprende de sí.
¡Que sorprenderse no falte en el adulto!
Todavía se asombran…

Están al alcance de sí mismos.
Pareciera que los adultos a veces ya no están al alcance de sí mismos…
Nos pone al alcance soñar.
¡Hay tantos sueños que hay que aprender a soñar!

Tal como en El ladrón del rayo (Percy Jackson y los dioses del Olimpo) a veces podés descubrir que sos un semidiós… Sorprendernos del ¡YO PUEDO!

Resignificó mi vida mi ahijado Alfonso al compartirme él su inquietud de leer el libro, regalarle la saga impresa en papel y el regalarme sorprenderme de que en la biblioteca digital de libros para ciegos “TIFLOLIBROS” yo también podía leer las obras. Es más que imaginar… ahora los ciegos podemos leer a través de programas de voz robótica que ofician de lectores cuando el libro se logra digitalizar.
Así es posible para 25.000 usuarios en todos los continentes acceder a 68.000 obras en 20 idiomas.

¡Nos jugamos!

*Juan Barros es artista plástico, poeta y psicólogo. Perdió la vista a una temprana edad, pero eso no le impidió desarrollarse en el mundo del arte.