Increíble trabajo

Jóvenes argentinos obtuvieron un gran logro en un concurso de la NASA

Un grupo de jóvenes universitarios consiguieron un gran logro en ingeniería espacial dentro de un concurso de la NASA, que les permitió crear un satélite.

MDZ Sociedad
MDZ Sociedad sábado, 9 de julio de 2022 · 12:08 hs
Jóvenes argentinos obtuvieron un gran logro en un concurso de la NASA
El equipo de alumnos que lucharon por conseguir estar entre los mejores diez participantes Foto: Manuel Luque Meijide

Un grupo de jóvenes argentinos terminaron entre los diez mejores de un concurso auspiciado por la NASA. El certamen "CanSat Competition" es un concurso que aglutina a equipos universitarios de todo el mundo y los representantes de nuestro país lograron ubicarse entre los mejores del mundo.

La propuesta de este año del concurso se resumía en algo muy simple: diseñar, construir y lanzar un satélite. Cosa de todos los días. Nuestros jóvenes viajaron a Estados Unidos para presentar su proyecto y terminaron novenos, siendo los mejores posicionados de Latinoamérica.

"El sentimiento es de felicidad y de admiración a nosotros mismos como grupo", dijo Juan Bautista Valero, uno de nuestros representantes, a TN.

El equipo que nos representó, pertenece al Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y está conformado por el mencionado Juan Bautista Valero, Jorge Pedro Torres, Matías Calamaro y Tomislav Marko Separovic, de Ingeniería Mecánica, Malena Vásquez Currie, Manuel Luque Meijide y Franco Nicolás Estevez, de Informática, María Candelaria Ruiz Casas, Tamara Raquel Canillas y Tomás Donau, especializados en Ingeniería Electrónica, Ingeniería Quimica y Bioingeniería, respectivamente.

ITBA
El equipo de trabajo en Estados Unidos. (Foto: Manuel Luque Meijide)

Los esfuerzos, siempre son padres de una recompensa que, mayor o menor, no deja de ser satisfactoria. Luego de un año de trabajo, los estudiantes del ITBA expresan gran alegría por el año trabajado. “Estamos felices, nos fue muy bien. Todos encontramos nuestro lugar y nos desempeñamos bien para llegar al objetivo a tiempo”, resaltó Valero.

Manuel Luque Meijide se pronunció en ese mismo sentido: “El trabajo en equipo, el coordinar todo y trabajar en la comunicación se aprende sobre la marcha. Tuvimos trabas, pero todos aprendimos de la experiencia. La comunicación fue fluyendo y eso es un logro de todos. Sacamos un prototipo de satélite que fue más de lo que esperábamos”.

“Yo dije ‘vayamos esperando el anteúltimo puesto porque vamos a tener más suerte del que le haya explotado todo’ y al final salimos novenos. Cuando vemos lo que hicieron los demás del podio, no estamos tan lejos de los mejores”, agregó Juan sobre las expectativas del equipo, previo al concurso.

El concurso convocaba a partir de septiembre de 2021. Algunos de los que conformaron el grupo que consiguió estar entre los diez mejores habían tenido experiencias positivas, por esto motivaron a sus compañeros a sumarse. Para terminar de conformar el equipo definitivo hicieron un casting que les permitía seleccionar a los mejores.

“Apenas subieron cuál era la misión de este año hubo constante comunicación. Siempre tuvimos un grupo en común y cualquier novedad se ponía en el grupo, lo charlábamos entre todos. Así de a poquito fuimos dando los primeros pasos en base a los requerimientos que subían”, explicó Luque Meijide.

ITBA
Satélite que desarrollaron los alumnos del ITBA, (Foto: Manuel Luque Meijide)

A pesar de las complicaciones que siempre se generan en la organización, los jóvenes se repartieron funciones y lograron ir avanzando con el proyecto. “Separamos las cosas que eran de informática, mecánica y las de electrónica, y a partir de eso cada uno tenía microtareas que se organizaban internamente en cada área”, comentó Manuel Luque Meijide.

“Cuando ya estaba craneado, empezó la parte de integración y es la parte que más explota. Después quedaba juntar todo y probarlo”, contó el mismo Luque Meijide. El satélite que pensaron, consistía en una estructura de varillas de carbono, conformando un cuerpo rígido que soportaba alojamientos para sensores y actuadores del módulo principal y el despegable.

El satélite que desarrollaron estos jóvenes argentinos, estaba compuesto por componentes electrónicos  que, su función, era la de controlar y regular el descenso, el despliegue del paracaídas y la estabilidad del módulo desplegable. Los sensores del mismo, enviaban información a tierra mediante ondas de radio.

El equipo que consiguió este logro no escatima en palabras para describir lo que sintieron cuando vieron funcionar su creación: “Una vez estando allá, cuando vimos las cosas en el cohete y realmente funcionaban, fue increíble. Nada ni nadie te preparaba para eso, me pareció alucinante”. Manuel Luque Meijide resaltó también que “fue casi un año de trabajo que uno está en la facultad o en el trabajo y que se agregan a las tareas del proyecto. Verlo despegar allá en dos minutos hicieron valer la pena los meses y meses de esfuerzo”.

Archivado en