Influencers del agro: tender puentes para cruzar creencias

¿Qué cosa hay más atractiva que la promesa de un relato maravilloso?

Christian Salmon

El filósofo narrativista Hayden White explica que la narración histórica dota a los acontecimientos reales la forma de un relato, revelándolos como una trama. El filósofo e historiador Yuval Harari en su libro De animales a dioses considera que una de las funciones del relato ha sido la cohesión social, en ese sentido, explica que las naciones y religiones son grandes relatos de cohesión. Michael Tomasello, desde un punto de vista psicológico, indaga en la natural solidaridad de la persona humana como fundamento de la comunicación y Dan Sperber quien sostiene que hay una disposición humana hacia la cultura, desarrolla el concepto de epidemiología de la comunicación, refiriéndose a esos relatos que, por tornarse relevantes, se comparten.

Los relatos alimentan nuestra vida, tejen historia, construyen mitos, generan cohesión, ordenan e interpretan los hechos, anclan sentidos. Alejados del fuego ancestral que reunía a las sociedades nómades y orales, hoy seguimos creando y consumiendo esos recorridos de sentido, alumbrados y cobijados en espacios inmateriales y acompañados por otros sincrónica y asincrónicamente distantes. Convivimos con relatos y textos en diferentes formatos, con nuevas secuencialidades, aceleración y constricciones temporales, difuminaciones del espacio, polisemias, contextos que aparecen y que se ocultan, literatura versus o acoplada a argumentos científicos, metáforas, verdad y posverdad. Pasamos del círculo alrededor del fuego compartido, al calor de las historias que circulan en el teléfono celular. En este ecosistema se comparten y difunden creencias y experiencias que generan cohesión en determinados grupos y que derivan en agendas que cohesionan otros grupos y que generan otras cadenas de representaciones con las cuales, en muchos casos, compiten. 

Hace más de cinco años, cuando empezamos a trabajar desde la Universidad Austral los desafíos que presentaba pensar una comunicación estratégica para el agro, el problema, si bien se reconocía puertas adentro, no emergía del todo en acciones concretas y proactivas. En este breve lapso de tiempo, desde el sistema agro mismo, han aparecido voces frescas, nuevas, en sintonía y con la comprensión y manejo de las herramientas digitales, que hacen de esas manifestaciones, mensajes que influyen, circulan y hasta se vuelven virales.

Los influencers del agro irrumpen en el ecosistema mediático y se transforman en portavoces de un sector al que no pocas agendas emergentes y sensibles demandan respuestas. Desde la Plataforma de comunicación y agro de la Universidad Austral venimos trabajando de manera complementaria la autopercepción que el sistema agro argentino tiene de sí mismo, las percepciones del público, sus relaciones con el entorno, sus espacios de comunicación, sus referentes y actores, los mensajes y las agendas que le afectan, entre otros aspectos. Y uno muy relevante, que notamos entre los jóvenes no vinculados con el agro, es la necesidad de información, y cómo esa información se torna más relevante, cuando viene de sus pares. A su vez, estos pares, que sí están informados por ser parte activa o estar relacionados con el agro, se sienten interpelados y con la necesidad de contar sus historias y de mostrar las prácticas agropecuarias que dan respuesta a los temores y las demandas de varias de estas agendas: la preocupación por la producción de los alimentos, el trato animal, el cuidado del ambiente y el uso de la tecnología, entre otras.

Los hechos tienen más posibilidades de ser recordados si se presentan como parte de un relato, explica Jerome Bruner, y estos relatos, tomados de manera amplia, tanto escritos como visuales, son materia prima para la propagación y difusión de los mensajes en torno a estas agendas. Los influencers han comprendido muy bien esta demanda y sus productos son un intento genuino de acercarse tendiendo puentes con sus propias historias, se animan al desafío de mostrar quiénes son, qué piensan y qué hacen, cómo producen y se acercan a espacios a través de la información, el humor y la solidaridad, como @bryanpetaccio, @fehiberr, @paula_lober y @chechugiorgi, @lajoya.agro, entre tantos otros. Y es mucho el avance. Sin embargo, el desafío para el agro es grande, las agendas que le son sensibles no son sólo vernáculas, sino globales. Además de estas voces sinceras y necesarias, requiere un trabajo consensuado y a largo plazo de construcción de mensajes relevantes, al decir de Sperber, de todos los actores y eslabones de la cadena.

*Catalina Castro Almeyra. Plataforma de Comunicación y Agro de la Universidad Austral