Educación

Olivia y Martín, dos conmovedoras historias de inclusión

Dos experiencias dan cuenta de que es posible derribar barreras y lograr generar el clima escolar necesario para que los niños y niñas no neurotípicos tengan iguales oportunidades para crecer y desarrollar habilidades dentro de la escuela formal. Sus familias aseguran que el acompañamiento es clave.

Zulema Usach
Zulema Usach lunes, 20 de junio de 2022 · 07:03 hs
Olivia y Martín, dos conmovedoras historias de inclusión
Martín nació con autismo y ha transitado la escuela primaria con alegría y mucho apoyo de sus compañeros y docentes Foto: Gentileza

Cuando Olivia tenía tan solo veinte días de vida, los médicos le diagnosticaron síndrome de Treacher Collins, una característica de origen genético que requiere de tratamiento y de abordaje específico. A cuatro años desde aquél momento, su mamá, Nadya Agüero no ha dejado de entregarse al aprendizaje constante y la investigación para poder avanzar junto a su pequeña en un camino que siempre estuvo marcado por el amor, la comprensión y sobre todo, la certeza de que es posible derribar barreras.

La historia de Martín y su mamá, Flavia Lombardi, guarda varios puntos en común con el de la pequeña: el principal tiene que ver con la voluntad para encontrar oportunidades en terrenos donde a veces las posibilidades están acotadas. Hoy, el desafío las une y por eso integran la Asociación Civil Creando Huellas, entidad que está formada por 250 familias. 

A lo largo de su proceso, Oli ha necesitado de varias operaciones que, a pesar de su complejidad, fueron superadas con gran éxito. "Durante este tiempo ella fue intervenida varias veces y también le hicieron una traqueotomía cuando era muy pequeña", comparte la joven mamá que ha elegido dar a conocer su historia con la idea de hacer visible que el síndrome de su hija no es un impedimento para pensar en un futuro en el que pueda desarrollarse de manera independiente. Para eso, junto a Marcos, papá de Oli, Nadya se unió en red a otras familias que superan circunstancias similares y nunca dudó en la posibilidad de que su hija podía asistir a la escuela. Su caso es diferente al de muchas familias que se encuentran con numerosas en el sistema a la hora de lograr la verdadera inclusión para sus hijos.

Olivia junto a mamá, papá y su hermano de 8 años

En su caso, no fue dificultosa la experiencia para que Oli comenzara la salita de cuatro. "Me llamaron a una entrevista y ahí puede exponer la situación de Olivia; ella usa audífonos y era muy importante que supieran cada detalle sobre cómo es ella. Luego vino la entrevista con la docente y la verdad que siempre la escuela ha estado muy predispuesta", cuenta orgullosa la joven mendocina.

En palabras de su mamá, Oli es una niña que aprende todo el tiempo y ama compartir juegos nuevas aventuras con su hermano Benicio, que le duplica su edad. Le encanta el chocolate, bailar, cantar y pintar con acuarelas. Además de la escuela, en la que ha podido también compartir las clases con la seño junto a sus amiguitos/as, la niña asiste también a las terapias de kinesiología, fonoaudiología y terapia ocupacional.

Olivia ama bailar, pintar, cantar e ir a la escuela

"Los únicos inconvenientes que se nos han presentado tienen que ver con la entrega de aparatología específica porque a veces hay demoras por parte de la obra social", aclara Nadya y detalla que desde el punto de vista pedagógico, en relación al colegio al que asiste Oli, el balance siempre ha sido muy favorable. La comunicación constante con la maestra es una de las claves que Nadya destaca para conocer cada uno de los avances de su pequeña. Gracias al acompañamiento dentro del aula, Oli sabe nombrar algunos colores y cuenta hasta diez. Pero por sobe todo, es una niña feliz cada vez que va en camino a la escuela y sale de ella. 

El mejor compañero

Flavia notó las primeras señales de que Martín podría tener autismo antes de que cumpliera tres años. Y fue en esa etapa del crecimiento de su hijo cuando todas sus sospechas se confirmaron. Desde entonces Nadya no se ha detenido ni un segundo al indagar siempre en nuevas formas para avanzar en la generación de espacios de inclusión, para trabajar en red y colaborar con otras familias que atraviesan por situaciones complejas. Flavia cuenta que después de buscar en muchas escuelas, al fin dio con la institución que -confió- sabía que permitiría a Martín avanzar en un desarrollo pleno junto a chicos de su misma edad.

Martín fue elegido como mejor compañero a la escuela estatal a la que asiste

Así fue. Seis años después, Flavia no se arrepiente. "Mi hijo siempre pudo tener una buena trayectoria escolar y muy buenos amigos, compañeros y docentes", destaca. Martín ya está pensando en el viaje de egresados al que Flavia lo acompañará el año que viene. Y ya ha comenzado a moverse para conseguir banco para que su hijo comience la escuela secundaria. "Va a ser una experiencia muy importante porque Martín siempre ha ido a la misma escuela", comenta Flavia.

Martín y su mejor amigo de la escuela

La institución es pública y está ubicada en Maipú. En el año y medio que le queda por aprender y reforzar vínculos con sus pares, el niño encontrará formas de seguir unido a sus mejores amigos, con los que aprendió y creció. Es que una de sus habilidades sociales destacadas es nada menos que ser un chico ejemplar por su compañerismo. De hecho, muchas cualidades suyas fueron sembradas en su corazón desde muy pequeño gracias al amor, la comprensión y el ejemplo de su familia.

"Siempre nos pareció muy importante hablar de autismo, que se supiera cómo es él y gracias a eso Martín es un niño que puede desenvolverse en la escuela, comunicarse, leer, resolver cuentas", destaca Flavia y expresa que dentro de su hogar siempre ha buscado formas para que su hijo tenga amigos, que vayan a su casa, de manera que le sea posible lograr una socialización plena. "Creo que junto a la escuela, el equipo terapéutico del Instituto al que asiste Martín y sus maestras hemos logrado establecer un buen equipo para lograr que él pueda desplegar todas sus habilidades", reflexiona con alegría la mamá y comparte el video que realizó junto a su hijo, con el seguimiento y colaboración del influencer Federico Popgold.

 

 

 

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