La enfermedad que puede confundirse fácilmente con la viruela del mono
Por los síntomas tan similares entre una enfermedad y otra, se pueden confundir y un mal diagnóstico cambiar la condición del paciente.
Tanto el herpes zóster como la viruela del mono presentan síntomas similares en las erupciones cutáneas y ponen en duda el diagnóstico de los pacientes que los sufren y el quienes lo rodean.
Por eso es importante marcar las diferencias que existen entre ambas enfermedades, que pueden igualmente generar complicaciones y contagios.
La viruela del mono es una enfermedad de bajo índice R, es decir que un contagiado infecta a muy pocas personas durante su trayecto por la enfermedad.
De igual manera, el aislamiento ante la presentación de síntomas es fundamental para evitar más contagios y poder llevar adelante el tratamiento pertinente.
El herpes zóster es generado por otro virus mucho mas común que el de la viruela del mono, el virus varicela-zóster, es decir, el mismo que genera la varicela común.
Este herpes se origina en personas que tuvieron varicela común, dado que el virus se mantiene en el organismo pero inactivo.
Los síntomas se presentan en uno de los hemisferios laterales del cuerpo, mientras que el otro permanece sin marca alguna. El principal y más llamativo es la aparición de ampollas con pus, pero no es el único.
- Dolor, ardor y hormigueo
- Sensibilidad al tacto
- Sarpullido de color rojo
El herpes zóster en sí mismo no puede contagiarse a otras personas, pero sí puede contagiar el virus de la varicela a quienes no hubieran transitado nunca la enfermedad, ni cuenten con la vacuna.
Otra personas de mayor riesgo ante el contagio son los que sean mayores de 50 años y las personas con un sistema inmune deprimido por enfermedad, como cáncer y VIH, o que tomen medicamentos de corticoides.