Homenaje a Walter Gavito

Walter Gavito nació el 4 de enero de 1935 en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. A los 9 años comenzó a estudiar dibujo profesional, cursó luego la Escuela Nacional de Bellas Artes “Manuel Belgrano” a la par que frecuentaba el grupo “Gente de Arte” de Avellaneda. En 1959, con 24 años, se graduó de Profesor Superior de Escultura y Dibujo en la Universidad Nacional de La Plata. Sus mentores fueron Antonio Sibellino, Aurelio Macchi y Antonio Pujía.

Al año siguiente fue becado por el Fondo Nacional de las Artes para para perfeccionarse en técnicas escultóricas en Italia. Allá hizo cursos de fundición en bronce tanto a la tierra como a la cera perdida. Profundizó también en el vaciado en cemento.

A partir de aquella temprana experiencia quedó vinculado con artistas italianos como Enrico Manfrini, Scorselli y Mesina y sus obras fueron acogidas por colecciones públicas de la península como en el Museo de Arte Contemporáneo de Milán y la Fundación Pagani de Legnano.

En nuestro continente el Museo Ralli de Punta del Este exhibe en forma permanente un nutrido grupo de sus bronces. Presentó en numerosísimas ocasiones exposiciones individuales en espacios públicos y privados de nuestro país, Italia, Bélgica y Alemania. Obtuvo numerosos premios y distinciones tanto nacionales como internacionales. Caben mencionar el premio de la Bienal de Escultura "Alberto Lagos", de la Academia Nacional de Bellas Artes (1971) y la Medalla de Oro de la asociación Mediator Dei (1986).

Su obra absolutamente independiente y personal se ajusta a la tesis fundacional del gran crítico inglés Herbert Read: “la escultura tiene potencialmente una estética propia, que despunta en la prehistoria, asoma en su integridad en algunas ocasiones a lo largo de la historia y recién en la modernidad y a partir de Rodin, se actualiza completa y conscientemente con la obra de Brancusi, Arp, Moore y otros”.

Su temática fundamental es el desnudo femenino. Ha realizado también múltiples retratos y es amplia su temática religiosa. Son de destacar también sus dibujos acuarelados. Su estilo es esencialmente figurativo pero a menudo recurre a un lenguaje constructivo de reminiscencia cubista. Su técnica preferida es el bronce ya sea a la cera perdida o a la tierra, fundiendo él mismo y cincelando cada una de sus obras.

Transcurrido un lustro de su partida (falleció en Buenos Aires, a sus 82 años, el 8 de junio de 2017) justo es recordarlo como un hombre bueno, y un artista de primera magnitud en el campo de nuestra escultura, a quien todavía no se le reconoce plenamente el sitial que se merece.

*Carlos María Pinasco es consultor de arte.