Entrevista

¿Por qué la alfabetización inicial es tan importante?

Rufina Pearson intenta desentrañar las consecuencias de la alfabetización inicial. Tanto cuando es buena como cuando falla, tiene un impacto muy fuerte en el desarrollo de las personas.

Luciana Tixi y Agustín Pardo
Luciana Tixi y Agustín Pardo martes, 3 de mayo de 2022 · 18:27 hs
¿Por qué la alfabetización inicial es tan importante?
Foto: Pixabay

La alfabetización inicial es un proceso de suma importancia para la evolución educativa de los niños y niñas. Sentar bases sólidas en la lectura y la escritura les permite comprender las ideas de otros y expresar las propias de manera ordenada y clara. Sin embargo, estudios recientes demuestran que el 68% de los chicos en segundo grado no leen ni escriben de la manera esperada. 

Para entender qué es lo que está pasando y qué podemos hacer al respecto entrevistamos a Rufina Pearson, doctora en Psicopedagogía y máster en Psicología educacional. Dirige el equipo de Jel Aprendizaje y es miembro de Pro-Leer. 

-¿Qué es la alfabetización inicial?  

-El proceso de alfabetización tiene que ver con iniciar a los niños y niñas en la comprensión del principio alfabético, y para ello la neurociencia demuestra que es importante fortalecer los precursores o habilidades de base, previas a la comprensión. El cerebro lingüístico, que genéticamente está preparado para hablar bajo la sola exposición a adultos hablantes y con la necesidad de comunicarse, debe transformarse para poder comprender el sistema escrito y practicar para automatizarlo. Eso ocurre solamente cuando hay enseñanza explícita y con un método basado en los fonemas. Para aprender a leer y a escribir es necesario tomar conciencia de que las palabras están compuestas por sonidos. A esto se le llama conciencia fonológica. 

-¿Cómo se trabaja esa conciencia fonológica?

-Se empieza por detectar los sonidos vocálicos, dado que son los sonidos más salientes del habla, e identificar cuándo están presentes en las palabras. Pero es importante llevar la atención del niño a la ubicación de los fonemas. El niño tiene que ir identificando con qué sonido empieza, con qué sonido termina una palabra y luego los sonidos medios. En ese camino, se van puntualizando determinados fonemas, atendiendo al punto articulatorio y a la extensión del sonido (como cuando se alarga la “m” en la palabra “mamá” para que el niño o niña identifiquen el sonido de la m). También es importante la enseñanza del abecedario y su correlación con dichos fonemas. Que aprendan no sólo el trazado de la letra sino cómo suena y cómo se usa la letra para representar los sonidos.

-¿Cuál es la situación actual respecto de la alfabetización inicial?

-Desde hace algunos años estamos viendo un retroceso en el proceso de alfabetización inicial, desde antes de la pandemia. Esto está relacionado con la forma en que se está encarando este proceso en las aulas. La Ciudad de Buenos Aires y la mayoría de las provincias de la Argentina –salvo Mendoza, donde el currículo escolar está orientado por Ana María Borzone– siguen un modelo basado en la “pedagogía del descubrimiento”, de tradición psicogenetista, que supone que los alumnos y alumnas aprenden por exposición a los textos y deducción de cómo funcionan. En cambio las neurociencias demuestran que el aprendizaje de la escritura y la lectura necesita de un modelo de enseñanza explícita, donde el docente oriente a los alumnos y alumnas a prestar atención a aquello que deben aprender, en este caso a que cada letra tiene un sonido específico. 

-¿Existe gradualidad en estos casos?

-Este modelo también supone una gradualidad: hay letras más fáciles de aprender que otras. Las vocales son las más fáciles, luego están las consonantes continuas y luego, otras más difíciles son las consonantes discontinuas. El docente debe ser consciente de esta graduación en la dificultad de lo que se enseña. Esto no quiere decir que no hay que presentar algunas letras hasta el final del año, si no que hay que orientar el aprendizaje primero a las más simples y luego a las más complejas. La enseñanza explícita también implica un momento de presentación y otro de práctica. Y esto es lo que está vedado por el currículo actual, que elimina la repetición y la memoria porque son “abstractas” o no se enmarcan en un contexto significativo. El tema es que la escritura y la conciencia fonológica se desarrollan a través de la repetición. Claro que el desafío está en cómo hacerlo de manera divertida y lúdica. 

-Se habla de crisis en la educación, ¿esto tiene algo que ver?

-Lo que se está produciendo es un retraso en la adquisición de habilidades básicas, justamente porque el sistema actual de exponer a los chicos y chicas a los textos y esperar a que ellos descubran cómo funciona no es efectivo. Algunos chicos podrán descubrir el correcto funcionamiento, pero otros tantos pueden deducir algo erróneo. El problema es que cuando el cerebro aprende mal, después es muy difícil desaprender. Las escuelas privadas han girado hacia una enseñanza que incorpora lo explícito, pero la escuela pública no lo hace, y espera que en la “unidad pedagógica” –que son el primero y segundo grado– los chicos y chicas ya sepan leer y escribir de manera fluida, pero se encuentran con que muchos de ellos no lo logran, justamente porque faltan instancias de educación explícita. 

-¿Qué secuelas dejó la pandemia?  

-La pandemia fue una oportunidad para entender que no todos los niños y niñas aprenden igual ni al mismo ritmo. Les dio la oportunidad a aquellos que presentaban alguna dificultad de acceder a otras maneras de aprender y de demostrar su conocimiento. Los docentes tuvieron que cambiar su práctica y volverla más dinámica, basarla en la oralidad o en el apoyo de recursos tecnológicos. Tuvieron que correrse del modelo tradicional más expositivo, de copia o de completar fotocopias. Esto de incorporar la oralidad es importantísimo, porque en primer ciclo los niños y niñas aprenden más por escucha que por lecturabilidad, dado que están aprendiendo a leer. Lo que no significa que no se les enseñe a leer, sino que el aprendizaje de la lectura debe estar apoyado también en lo oral, a través de la lectura del docente. 

-¿Cómo impacta un proceso de alfabetización pobre o fallido en los niños y niñas?

-Si un niño o niña no lee con fluidez, difícilmente pueda comprender un texto porque va a estar concentrado en identificar grafemas y conectarlos con los fonemas y eso le va a impedir comprender el sentido global de las ideas. Es decir, que un niño/a que no lee fluido va a tener problemas para comprender las ideas de otros. Con la escritura es lo mismo: un niño/a que no escribe de manera fluida no va a poder expresar sus ideas porque va a detenerse en el proceso más material de escribir y trazar bien las letras. A la larga esto impacta en la educación en general porque estos niños/as no logran tener la autonomía suficiente para seguir aprendiendo, lo que a su vez afecta también su autoestima. 

Posibles soluciones al problema de la alfabetización inicial

Algunas recomendaciones de la Dra. Rufina Pearson: 

  • Desde la escuela 
    • Planificar la enseñanza basándose en las evidencias de las neurociencias, revisar los métodos tradicionales. 
    • Planificar pensando en los precursores  (la conciencia fonológica, el reconocimiento de las letras, la repetición de las letras y la escritura).
    • Enseñar de manera explícita.
    • Presentar lo que se quiere aprender de manera oral y luego generar momentos de práctica. 
    • Buscar que los momentos de práctica sean divertidos, usando recursos en papel y tecnológicos. 
    • Fomentar recorridos literarios aún antes de que aprendan a leer a través de la lectura oral. Trabajar la comprensión, la asociación, la comparación entre textos. 
  • Desde la casa
    • Estar pendientes de lo que se está aprendiendo en la escuela. 
    • Fomentar el placer por la lectura, elegir un día o dos por semana para leer y conversar sobre eso que se leyó. 

Algunos signos que podrían indicar de dificultades específicas de aprendizaje

Cuando hablamos de Dificultades Específicas de Aprendizaje tenemos que saber que existen factores de protección (circunstancias que favorecen el proceso de aprendizaje) y factores de riesgo (circunstancias que atentan en contra).  

Protectores de riesgo: entornos donde se conversa, entornos donde se presta atención al desarrollo del niño o niña y se detecta tempranamente las dificultades persistentes. 

Factores de riesgo: dominio tardío del lenguaje (chicos que tardan en hablar), entornos donde no hay expresión oral.

Signos de alerta

  • En la etapa inicial:
    • No tiene buen dominio del lenguaje oral
    • Le cuesta recordar el nombre de sus amigos
    • Al finalizar preescolar no logra escribir su nombre (no se espera que sepa escribir, pero sí que pueda recordar las letras que lo componen y pueda transcribirlas). 
    • Hacia mitad de primer grado se espera que un niño/a pueda leer 10 palabras por minuto
    • Hacia finales de primer grado se espera pueda leer 30 a 40 palabras por minuto y pueda escribir oraciones simples y hasta un párrafo. 
    • Una clave es que una buena enseñanza permite detectar rápidamente casos de dificultades del aprendizaje. 

¿Te animas a hacer un desafío? ¿Cuántas palabras puedes leer en 30 segundos?

 

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* Luciana Tixi y Agustín Pardo forman parte de Wumbox, una plataforma de aprendizaje adaptativo argentina a través de la cuál niños de 3 a 12 aprenden jugando. Si te interesa conocer más sobre Wumbox podés escribirnos a través de este link.

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