Crecen las estafas: cómo proteger las tarjetas de débito y crédito

Las estafas están a la orden del día, y cuando una nueva modalidad es delatada se populariza y rápidamente surge otra, desafiando el ingenio de los delincuentes. En las últimas semanas llegaron a la redacción de MDZ diferentes historias con la misma línea de acción: débitos automáticos de pequeños montos, a partir del robo (o no) de la tarjeta de débito o de crédito. Debido a esto consultamos con el experto en Tecnología y Seguridad Informática y autor del libro "Guia para la crianza en un mundo digital", Sebastián Bortnik.

Romina se comunicó recientemente con MDZol para contar que es clienta del Banco Nación y de otra entidad bancaria privada. Como alterna entre ambas cuentas, no siempre se conecta a ver los saldos y consumos en cada una de ellas; en un momento del mes advirtió pequeñas compras por montos de $200 o $450, valores bajos, aunque creyó que se trataba de algún débito propio.

Sin embargo, antes de que ella notara que el último día hábil del mes tenía el sueldo depositado, los estafadores realizaron en un supermercado una compra mayor, por un total de $17000. A partir de ahí, Romina se alertó de lo que ocurría y se dirigió a su banco para reclamar. Los estafadores habían estado haciendo pequeños débitos durante todo el mes, para que los usuarios que no ingresan constantemente a su home banking no lo adviertan.

"Lo llamativo es que para compras presenciales esa tarjeta de débito requiere un PIN que jamás entregó y nadie sabe. Sí se puede usar sin esa medida de seguridad para compras online", contó la damnificada, quien agregó que a ella no le habían robado el plástico.  

Por esta situación, en MDZ Radio se le consultó al especialista Sebastián Bortnik qué medidas de seguridad debemos tener en cuenta para evitar las estafas con tarjetas de débito o crédito que no han sido robadas físicamente. 

Recomendaciones para evitar estafas con tarjeta de crédito o débito

En primer lugar, Bortnik recalcó que en Argentina "tenemos dos hábitos muy malos" y que "deberíamos evitar sacar la tarjeta de crédito o de débito. La costumbre de darle al mozo nuestra tarjeta para que cobre es pésima, en gran parte del mundo está totalmente erradicada. Acá, por los problemas de conectividad, seguimos con eso".

De allí se desprende la primera recomendación: no perder de vista jamás la tarjeta, porque nos exponemos a una persona con malas intenciones la fotografíe, por ejemplo, y obtenga los datos necesarios para operar con ella.

"El otro pésimo hábito es dictar los datos de la tarjeta por teléfono. Eso es peligrosísimo, porque no sabés si lo ingresan en un sistema donde se almacenan y no se procesan", continuó el experto y luego detalló ambas diferencias.

Las páginas web o aplicaciones que cada vez que uno va a operar piden ingresar el código de seguridad de la tarjeta son las más seguras, porque significa que procesan los datos y no que los almacenan,. Es decir, "los usan y los tiran"; explicó  Sebastián  . 

Por último, remarcó que para no caer en estafas de este tipo es necesario que cada uno tome los recaudos necesarios, porque los sistemas de seguridad de las tarjetas o de las aplicaciones son vulnerables. No hay nada 100 por ciento seguro, y en relación a las billeteras virtuales, Bortnik se mostró a favor pero sugirió usar las de mayor prestigio o las más antiguas.