Celebrar las fechas patrias, ¿una costumbre olvidada?

Arrancó la Semana de Mayo, y en la casa de Julia el lunes por la mañana estaban todos desesperados buscando sus escarapelas para llevar al colegio. El papá se acordó de que tenían una bandera guardada y la colgó del balcón. El más chiquito de la casa, Lucas, no entendía mucho de qué se trataba eso. ¿Por qué se ponen esos adornos en sus ropas? ¿Qué hace la bandera ahí colgada, hoy juega Argentina?

En ese momento, sus papás se dieron cuenta de que, como sus años de jardín habían transcurrido en medio de la pandemia, Lucas no había tenido aún experiencia de celebrar ninguna fecha patria. Estaban muy apurados esa mañana, pero le prometieron conversar sobre esto todos juntos a la tarde. 

Después de dos años de pandemia, en las escuelas volvieron los actos patrios, con toda la emoción y alegría que significa prepararlos. Banderas y escarapelas, escenografías, damas antiguas y próceres. Se volvió a respirar la época colonial y el aroma a pastelitos. Muchas veces nos confiamos en que en el colegio se ocupan de todo esto, y es cierto que lo hacen y muy bien. Pero qué lindo que también nosotros, los padres, forjemos en casa este sentimiento patrio. Conocer y querer nuestro país, el lugar donde nacimos, donde nos toca vivir. 

Puede ser que, sin quererlo, la queja por las situaciones difíciles que atraviesa el país se apodere de nosotros y los chicos solo reciban este mensaje. Más allá de las crisis coyunturales o los momentos difíciles de la historia, lo cierto es que conocer nuestras raíces, y el camino recorrido por nuestros antepasados, nos ayuda a valorar muchas cosas de nuestro presente, y nos inspira a trabajar para nuestro futuro. 

Querer al país empieza en definitiva por querer al otro, salir de nosotros mismos, como dice la canción de Facundo Saravia: “dejar de lado el singular para brindarles una mano a los demás”. Qué lindo sembrar en los chiquitos esta idea, empezando por nuestro metro cuadrado. Salir del individualismo y forjar en ellos la solidaridad, un país mejor se construye con el aporte de cada uno de sus habitantes. 

Para ayudarlos desde casa a que conozcan más nuestra historia contamos con numerosos recursos: libros de cuentos, videos, historias, recetas, etc. A modo de ejemplo, les mencionamos la colección de libros de "El secreto del tanque de agua", de María Inés Falconi. En los distintos libros los niños protagonistas recorren diferentes lugares y viven la aventura de ser testigos de los principales momentos históricos de nuestro país. 

Cualquier manualidad sobre la que encontramos tutoriales en las redes nos permitirá crear escarapelas, adornos, etc, para decorar nuestra casa con los colores patrios. A los más chiquitos les ayuda contar con estos elementos externos para disponerse a festejar. De la misma manera que colgamos globos y banderines cuando festejamos un cumple, cada fecha patria, merece también ser celebrada. 

A dejar volar nuestra imaginación, y ser creativos para buscar aunque sea pequeños momentos de celebración en casa y alzar banderas. ¡Que viva la patria! Sigamos escribiendo la historia de nuestra familia.

*Magdalena Clariá es licenciada en psicología y Mercedes Gontán es abogada, mediadora y orientadora familiar. Juntas hacen Apuntes de siembra.