Justicia

La cruda condena "extra" que pagan las mujeres dentro de la cárcel

Desde la Asociación Suculentas advierten que el abandono y la soledad son los puntos en común de decenas de mujeres en el penal de Cacheuta, una de las cárceles a donde van a cumplir una sentencia tras haber cometido un delito. Lejanía respecto de las familias y falta de recursos, entre las causas.

Zulema Usach
Zulema Usach martes, 26 de abril de 2022 · 17:07 hs
La cruda condena "extra" que pagan las mujeres dentro de la cárcel
La lejanía es uno de los factores que dificulta la llegada de familiares al Penal de Cacheuta

Luego de iniciar su proyecto para promover la inserción laboral de las mujeres que cumplieron su condena en un contexto de encierro, las integrantes de la Asociación Suculentas, han llevado adelante una colecta solidaria. El objetivo es llevar ropa y alimentos no perecederos para las internas del penal de Cacheuta que no reciben ninguna clase de visitas debido a las situaciones de lejanía y pobreza en la que se encuentran sus respectivas familias.

Rosa Troncoso (51) es una de las siete mujeres que, junto a la Fundación Pulso Educativo, lleva adelante el proyecto para lograr trabajar en el área de limpieza y servicio doméstico y cuidado de personas. Pero además, es una de las referentes de la cooperativa que además quiere visibilizar las realidades que se viven mientras se cumple una condena intramuros. Según explica Rosa, las situaciones que deben soportar quienes ya están pagando con su libertad por el error cometido, se van complejizadas por problemáticas que exceden esta situación y que hacen la permanencia en el penal, aún más compleja y dolorosa.

Esto, asegura, en detrimento de las posibilidades de inserción, aprendizaje y reconstrucción de sus vidas que las internas deben lograr mientras cumplen su condena. De hecho, Rosa cuenta que la colecta que están organizando desde Suculentas tiene la finalidad de proveer de elementos de higiene y alimentos no perecederos, como arroz o fideos “para que puedan mejorar sus viandas o bien, prepararse algún menú distinto”, explica Rosa y detalla que otro aspecto a resolver es poder proveer de ropa de abrigo a las internas que están alojadas en el Penal de Cacheuta.

La organización Suculentas ha organizado una colecta para colaborar con las mujeres en contexto de encierro

Por ser zona cercana a la montaña, las temperaturas siempre son menores a las que se registran en la ciudad de Mendoza. “El frío es muy intenso allá arriba y a medida que se acerca el invierno se sufre muchísimo en el penal”, dice la mujer. En total, estiman desde Suculentas, entre 25 y 30 mujeres privadas de la libertad en esta dependencia no reciben ninguna clase de visitas ni ayuda desde afuera. Detalla Rosa que en realidad, pese a que tienen autorización judicial para que así sea, se trata de realidades donde prima el olvido, el abandono y las situaciones de pobreza y marginalidad o lejanía al lugar en la que se encuentran sus familias.

“Nosotras tratamos de ayudarlas con elementos de higiene, alimentos no perecederos y algo de ropa de abrigo. En general, son chicas que no reciben la visita de nadie y eso se vive con un dolor muy profundo. Aunque puedan recibir a sus hijos e hijas porque no han perdido la tenencia -por ejemplo- por lo general pasa que los familiares que los tienen a cargo no pueden llevarlos hasta el penal por la lejanía”, detalla Rosa y aclara que hay solo tres frecuencias diarias de colectivos que llegan hasta el penal de Cacheuta. Así las cosas, la condena que ellas deben cumplir se vuelve una carga mucho más pesada y dolorosa, en circunstancias donde, al amparo de la legislación vigente, esto no debería ocurrir. 

En ese sentido, el Código de Ejecución de Pena Privativa de la Libertad de la Provincia de Mendoza se encuentra establecido en el Ley Provincial N°8.465,  de 2012. Esa legislación, que establece los derechos de las personas que están privadas de la libertad y atraviesan una condena otorgada por la Justicia, a su vez, está enmarcada en el artículo 228 de la Ley Nacional N° 24.660, en sintonía con lo establecido en la Constitución Nacional como así también en los tratados internacionales vigentes. 

Ropa de abrigo, alimentos no perecederos y elementos de higiene son parte de las necesidades dentro del Penal de Cacheuta

Lazos que se rompen

“Muchas veces lo que pasa es que las familias no pueden llegar y esta lejanía muchas veces va en detrimento del lazo entre madre e hijos”, profundiza Rosa al mencionar las problemáticas que se suman a la realidad de las mujeres que hoy están cumpliendo una condena en la cárcel. “Lo que se siente es lo más profundo del abandono. Saber que necesitas a alguien que te conecte con el afuera y que eso no exista, es un tremendo dolor”, destaca Rosa y aclara que una de las situaciones más complejas para las mujeres privadas de la libertad es “no sumarse al colectivo de tristeza general que reina. Sin olvidar que uno de los factores que lo provoca es el abandono, tanto familiar como legal.

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