La invasiva práctica religiosa para sumar más fieles

La virtualidad tomó relevancia en los últimos dos años debido a la pandemia y la religión no está exenta. Desde clases de catequesis virtuales hasta llamados por parte de los fieles para la lectura de distintos pasajes bíblicos. La religión 2.0 llegó para quedarse y cada vez suma más adeptos.

Cuando el teléfono celular suena y en la pantalla se observa un número desconocido, la mayoría de nosotros piensa que detrás de ese llamado hay un operador que ofrece algún servicio bancario, seguros o el cambio de compañía celular; sin embargo, se escucha una voz de mujer con un tono suave que saluda amablemente y te invita a compartir una conversación vinculada a la fe.

La charla comienza con "Buen día, soy Eva y me gustaría que me brinde un minuto de su tiempo para leerle un pasaje de la Biblia". A partir de la pandemia, la religión se vio obligada a adaptarse a los nuevos canales de comunicación existentes para llegar a más fieles o posibles adeptos que, por motivos de tiempo o creencias se encuentran alejados de los cultos. 

"Las instituciones tienen el desafío de inventar nuevas maneras de llegar a esos fieles que ya no tienen cautivos, por eso la lectura de pasajes bíblicos por teléfonos como otras formas de evangelización y militancia religiosa se está haciendo presente", destacó el sociólogo.

"Todos los días llamamos a un grupo de personas que seleccionamos de manera aleatoria, buscamos el prefijo y agregamos los números", explicó Eva y agregó:  "Soy testigo de Jehová, esta obra la hacíamos casa por casa pero con la pandemia nos vimos obligados a buscar otras formas de acercarnos a otras personas para hablar sobre la fe".

El surgimiento de estas nuevas formas de militancia religiosa tiene su origen en un fenómeno de desinstitucionalización de las creencias que se está registrando en Argentina. "Las instituciones tienen el desafío de seguir marcando presencia, algunas comprenden que tienen que repensar e inventar nuevas maneras de llegar a esos fieles que ya no tienen cautivos. Por eso la lectura de pasajes bíblicos por teléfonos como otras formas de evangelización y militancia religiosa se está haciendo presente", explicó Ezequiel Potaschner, sociólogo y especialista en Sociología de la Religión.

La pandemia aceleró los procesos de cambio y militancia dentro de los cultos religiosos que comenzaron un proceso de reinvención a través de las tics para tener otras llegadas, no les alcanza quedarse esperando en la iglesia a que los fieles vengan sino que tienen que salir en su búsqueda.

¿En qué creen los argentinos?

La Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, realizada en 2019 por el programa Sociedad, Cultura y Religión del Programa Sociedad, Cultura y Religión del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL, Conicet) da cuenta de un proceso de desinstitucionalización de las creencias.

Según el estudio realizado, la sociedad sigue teniendo altos niveles de creencias y un número mayoritario de argentinos cree en Dios pero el dato que llama la atención es que esos creyentes se alejan de las instituciones formales y eligen creer a su manera. En ese sentido, los creyentes se manejan por fuera de las instituciones prescindiendo de la mediación de un especialista religioso o la validación de una institución que afirme que lo que está creyendo es correcto y válido.

"Se da esa desregulación donde el creyente tiene la posibilidad de hacer un bricolaje y elegir qué creencias, cultos y prácticas les viene bien de las distintas religiones realizando una combinación que no les genera ningún tipo de conflicto identitario", explicó el especialista. 

Este fenómeno de desinstitucionalización se observa en otras instituciones, no solamente en el aspecto religioso y está dado por las características que tiene la ciudadanía y los actores sociales en la actualidad donde se produce un alejamiento de los marcos institucionales y una necesidad de construir los propios itinerarios y caminos. 

"Algunos católicos asisten a templos evangélicos o leen textos sagrados de otras religiones. También lo observamos en lo que tiene que ver con la gestión de sus vidas y la sexualidad, lo vimos con la ley de interrupción voluntaria del embarazo, a pesar de la existencia de un amplio número de argentinos que se declaran católicos, esta medida tuvo una amplia aceptación", agregó Potaschner.

Según los datos obtenidos a través de la encuesta de creencias, en Argentina el catolicismo representa la mayoría con el 62,9% (número que va en disminución), mientras que las personas que se consideran sin religión alcanzan el 18,9% y los evangélicos van en crecimiento con el 15,3%. Los resultados muestran que 6 de cada 10 creyentes se relacionan con Dios por su propia cuenta, mientras que 3 de cada 10 eligen hacerlo a través de una iglesia o templo. A medida que aumenta el nivel educativo hay una mayor proporción de personas sin religión y los evangélicos predominan en los niveles educativos más bajos.