Opinión

Confianza y justicia, dos aspectos rotos en Argentina

Hay principios fundamentales y fundacionales que la sociedad Argentina debe rescatar para poder reconstruir un país independiente, soberano e inclusivo, con dirigentes y representantes decentes, lo que siempre anhelamos. La confianza y la justicia son dos de estos pilares.

Carlos Iannizzotto domingo, 24 de abril de 2022 · 10:28 hs
Confianza y justicia, dos aspectos rotos en Argentina

En primer lugar nuestra nación debe ser formadora de capital social, que significa que no solo está constituido por bienes sino fundamentalmente por recursos humanos solidariamente vinculados y capacitados. Un país que no tiene recursos humanos preparados y debidamente alimentados no tiene una fuerza para su crecimiento constructivo, esto implica que tenemos que trabajar juntos para restablecer la cultura del trabajo y la cultura de la educación, dos actitudes que conforman este capital social, que es la potencia que tienen las naciones desarrolladas.

Todos sabemos que hay muchos países que no tienen recursos naturales y sin embargo crecen y se desarrollan. Argentina tiene la bendición de ser un país rico y diverso en ese aspecto, tiene a millones de niños y compatriotas bajo la línea de pobreza y la indigencia. No hay más tiempo para especular, de manera tal que es hora de apostar a este capital social, y poner a disposición de nuestro recurso humano educación en el trabajo y capacitación. Además otro principio fundamental para rencauzar a la Argentina hacia un sendero de desarrollo, es redefinir la función del Estado. Los sucesivos gobiernos han hecho que el Estado sea ineficiente y deficitario. El Estado no puede ser libertario, donde lo único que le interesa es la libertad individual y se despreocupa y desentiende de todas las problemáticas sociales, no es empático ni comprometido, y tampoco un estado totalitario, populista, demagogo e intervencionista. Ni liberalismo ni socialismo.

Un Estado inteligente, eficaz,  sensible y solidario, es lo más óptimo que le puede pasar Argentina. Un Estado que tenga capacidades para resolverle los problemas a la gente, que sea eficaz en esa tarea y que tenga sensibilidad y solidaridad para atender las diferentes problemáticas sociales. El hombre es un ser libre, responsable y cada uno de nosotros tiene que hacer todo lo que esté al alcance para producir y ganarnos la vida y en este marco alimentar nuestras familias. 

El Estado tiene que cuidar que este marco se establezca en la sociedad con las condiciones para que se produzcan. ¿Por qué sensible y solidario? porque en algunas situaciones tendrá que rescatar o asistir en caso que se justifique, como un tema climático o estratégico, como puede ser un caso en materia energética, que no puede delegar al sector privado porque lo exige el bien común; otro principio de subsidiariedad es el que garantiza la libertad del individuo.

Cada uno de nosotros tiene que hacer todo lo que esté al alcance para producir y ganarnos la vida  

Es un Estado que alienta a que el sector privado trabaje, se eduque y desarrolle y acceda a los bienes. Asimismo, un concepto íntimamente ligado a esto refiere a la difusión de la propiedad privada, con sentido social, otro principio, en una Argentina donde cada vez es más complejo adquirir un auto, acceder a una vivienda, por lo tanto necesitamos la difusión de la propiedad privada como elemento esencial para el desarrollo de la vida. Este auge de espíritus libertarios no contempla que las personas que no tienen educación pero que tampoco tienen un hábitat propio no son libres porque dependen de otros; no hay créditos para viviendas y tampoco en el ámbito rural, para contar con este derecho prioritario que es tener los bienes necesarios para desarrollarse con alimentos saludables y sustentables, y condiciones dignas en un mundo pobre e individualista que clama al cielo algo de igualdad.

La empresa, otro principio fundamental que necesita Argentina para ser restaurada, no hay país económicamente viable sin empresa; necesitamos alentar al emprendedurismo, a las pymes, hoy asfixiadas de impuestos, a los cuentapropistas, a los servicios, a la empresa social que son las cooperativas, todas aquellas personas que puedan emprender con sus ideas. Cada idea en Argentina podría tener su financiamiento, esto tenemos que expandir y ampliar. El crecimiento de la iniciativa privada. 

Todo este contexto tiene que estar acompañado y custodiado por la justicia y las instituciones, dos pilares innegociables para el crecimiento. Un cuerpo de jueces con autonomía para que exista y se garantice el desempeño de la república, y en este punto la política se tiene que abstener. La política partidaria es la que ha vulnerado mucho de estos principios, por su apetencia de poder y de acumular riqueza. Es evidente que la política partidaria se ha enriquecido en forma desmedida con la corrupción y se ha empoderado del país con una pobreza en aumento como resultado. 

"Tenemos que ser protagonistas de la política para comenzar a revertir este escenario", sostiene Carlos Iannizzotto

Por último, otro principio fundamental, refiere al resguardo de la libertad, vinculado al principio de subsidiaridad porque limita la acción del Estado, para que no sea totalitario porque no deja crecer las libertades de las personas. Un país que no es libre para expresarse, para movilizarse, para exigir, que no es libre para poder elegir, es un país esclavo; y hay muchos aspectos que hacen que nuestro país no sea libre, por ejemplo la educación, porque la ignorancia no hace libre, la falta de trabajo que desmorona esperanzas, la violencia, la falta de seguridad o tener un magro salario erosionado por la inflación, tampoco nos hace libres. 

Tenemos que ser protagonistas de la política para comenzar a revertir este escenario, y hacer de estos principios una realidad, con estos ejes vitales puestos en práctica, orientados hacia un país que necesita un cambio con  principios que están consagrados en la constitución por lo tanto hay que gestionar y unir personas transparentes, honestas que quieran el bien común y que quieran responder a esta máxima de nuestro preámbulo que manifiesta que Dios es fuente de toda razón y justicia. Un pueblo sin fe y confianza en sí mismo no puede salir adelante. La confianza y la justicia son dos aspectos rotos en Argentina, por eso las dificultades actuales. Pero existen gran cantidad de hombres y mujeres alentados por la verdad, la familia y el amor a la patria para salir adelante.

 

* Carlos Iannizzotto es abogado, padre de familia y presidente de Coninagro

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