Investigación

El innovador estudio que realizarán en las escuelas mendocinas

Muchos niños son diagnosticados con problemas de aprendizaje y en la lectura, sin embargo, las causas de estas dificultades no son siempre del todo claras. Investigadores crearon un software que identifica deficiencias visuales que pueden interferir en el rendimiento escolar. ¿Cómo funciona?

Andrea Ginestar
Andrea Ginestar miércoles, 13 de abril de 2022 · 09:20 hs
El innovador estudio que realizarán en las escuelas mendocinas
Los investigadores visitarán las escuelas a partir de agosto Foto: Alf Ponce

Un grupo de investigadores argentinos desarrolló un software que permite detectar los problemas de aprendizaje a través de la evaluación de los movimientos oculares y la progresión en la lectura en niños de primero a quinto grado. Los resultados permitirán obtener un diagnóstico preciso de las dificultades en torno al proceso de aprendizaje lector, trastornos atencionales y problemas de dislexia.

Los trastornos atencionales y problemas relacionados al aprendizaje de la lectura, en ocasiones, son diagnosticados sin tener un seguimiento y estudios previos que den cuenta de las posibles causas de dichas dificultades. Se calcula que en Argentina el 10% de la población sufre dislexia o alguna dificultad de lectura que en muchos casos, deriva en situaciones de fracaso escolar o en el abandono de los estudios durante la educación secundaria.

La Universidad Nacional de Cuyo junto a la Universidad del Sur y el Centro Integral de Neurociencias Aplicadas están llevando a cabo una investigación que tiene como objetivo avanzar en estudios sobre los procesos de aprendizaje de la lectura que realizan los niños desde primero a quinto grado.

"El punto está en que los trastornos atencionales y los problemas de dislexia existen pero en muchos casos, al no existir un buen diagnóstico se encasilla a todos los niños en estos problemas sin tener en cuenta que pueden existir otras dificultades", explicó Gustavo Gasaneo.

"Los niños son evaluados a través de un software que se coloca en una computadora, se evalúan los movimientos de los ojos y puede detectarse si tienen dislexia o distintos trastornos", dijo Gustavo Gasaneo, investigador y fundador del Centro Integral de Neurociencias Aplicadas. 

"El punto está en que los trastornos atencionales y los problemas de dislexia existen pero en muchos casos, al no existir un buen diagnóstico se encasilla a todos los niños en estos problemas sin tener en cuenta que pueden existir otras dificultades", explicó.

La lectura es un proceso que requiere de un contexto óptimo para que se produzca la comprensión de información que se transmite a través del lenguaje. Sin embargo, existen diferentes causas por las que un niño presenta alteraciones en dicho proceso que pueden estar relacionadas con los métodos de enseñanza o factores ambientales poco favorecedores.

"Si los niños no comieron, la atención está puesta en otra cosa", destacó Gasaneo haciendo referencia a las condiciones socioeconómicas que forman parte del contexto de los niños que se encuentran en pleno proceso de aprendizaje.

Desde la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Cuyo explicaron que el estudio viene a dar respuesta a una gran cantidad de reclamos en torno a las dificultades que hay en relación a la lectura en el último año de primaria y primer año de secundaria donde deberían haber culminado el proceso de alfabetización. "Lo que observamos en la realidad es que el proceso no ha culminado. Nuestra investigación será una gran contribución ya que permitirá definir el perfil evolutivo que se genera en los chicos y lo que sería esperable en la evolución de la lectura", dijo Ana Torre, investigadora de la UNCuyo.

Detalles del estudio

El estudio apunta a entender cómo se desarrolla el proceso lector en los más chicos, las diferencias existentes entre los que van más rápido o lento teniendo en cuenta los procesos evolutivos de la lectura sumados los factores socioeconómicos y culturales en cada caso en particular.

Los datos se obtendrán a través de un aparato que se coloca en una notebook y registra los movimientos oculares en instancias de lectura que ofrecen información sobre cómo el sistema cognitivo procesa la información durante las etapas del aprendizaje lector.

"Vamos a incluir a aproximadamente 400 estudiantes de escuelas de gestión pública y privada de la provincia de Mendoza que van de primero a quinto grado ya que esos problemas son desarrollados durante la educación primaria, esos son los años donde la persona comienza a adquirir habilidades y conocimientos sobre el proceso de la lectura", destacó Torre y aclaró que el número de escuelas que participarán del estudio no está cerrado.

"Queremos un número equilibrado entre públicas y privadas incluyendo escuelas urbanas vulneradas en cuanto a sus derechos, con situaciones económicas y culturales desventajosas respecto a otras poblaciones", agregó la investigadora.

Se realizarán dos evaluaciones, la primera tiene como objetivo detectar los problemas de movilidad ocular y la segunda observar los problemas relacionados a la lectura a través de la utilización de textos con distintos niveles de dificultad. A partir de la observación se registran los movimientos oculares, la velocidad lectora y la forma en que se avanza. "Todos esos aspectos van a transparentar el proceso de construcción en cada chico y por otro lado, nos va a dar información acerca de  la distribución de las dificultades en los chicos a lo largo de la edad", dijo Gasaneo.

El estudio permitirá observar los movimientos oculares, la velocidad lectora y la forma en que se avanza en el aprendizaje de la lectura

"Hay una serie chequeos que hacemos que tienen que ver con las habilidades visuales y la motilidad ocular. A medida que vas escribiendo o cuando uno lee, ambos ojos enfocan al mismo lugar y se mueven juntos. Hay situaciones en las que los chicos tienen dificultades para hacer esa convergencia en un punto o dinámica sobre las palabras", explicó Gasaneo.

En Argentina no hay evaluaciones al respecto pero en España es un estudio típico. "Cuando un niño tiene dificultades para hacer esta convergencia, el cerebro al rato no quiere más, se cansa muy rápido y deja de intentar leer. En el caso de los niños extrovertidos comienzan a moverse y a molestar a sus compañeros ya que se distraen de la tarea. Esto se enmascara con los trastornos atencionales y, en el caso de los más retraídos, se quedan quietos pero no leen y son diagnosticados con problemas de lectura", aclaró y agregó: "Son dos cosas que se mezclan con otro tipo de patologías que se pueden identificar en la escuela pero que no lo son".

¿Cómo es el proceso para aprender a leer?

El cerebro tiene una manera particular de aprender la lectura, el niño que recién aprende a leer va silabeando o descomponiendo las palabras en unidades más pequeñas que se conectan con lo que conocemos o con el significado de la palabra. "El significado de las cosas está en lo que tenemos de forma oral, el niño cuando lee hace la conversión entre el dibujito y la oralidad. Aprender a leer significa hacer esa automatización entre el reconocer el pedacito de la palabra con la palabra oral y su significado", explicó Gasaneo. 

El proceso es de construcción y de someterse a mucho texto de manera de generar una automatización de la palabra con su significado, a partir de ahí el cerebro aprende e incorpora nuevas palabras. "La manera en que se educa hoy en Argentina no tiene en cuenta esos procesos, se presupone que el niño se tiene que dar cuenta de los significados pero no es así. El cerebro tiene que estar preparado para llevar a cabo estos procesos y aún cuando los chicos estén preparados hay que ser conscientes de darles una manera que sea más eficiente para que puedan hacer esta incorporación", agregó el investigador.

Esos procesos son complejos y, en el caso de las escuelas de la periferia, se incorporan otras dificultades derivadas de las condiciones socioeconómicas y culturales que impactan de forma directa en el aprendizaje del niño que en algunos casos, no puede tener su atención puesta en la tarea ya que se encuentra disperso debido a la mala alimentación o factores de violencia en los hogares.

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