Agravada por la guerra

La dura grieta entre argentinos que emigraron y los que se quedaron

Las divisiones entre los argentinos no conocen fronteras, La grieta también se percibe entre los argentinos que emigraron y los que se quedaron en el país. Impotencia, resentimiento, dolor son algunos sentimientos que afloran en ambos lados. La invasión rusa profundizó el enfrentamiento.

Horacio Alonso
Horacio Alonso miércoles, 9 de marzo de 2022 · 08:03 hs
La dura grieta entre argentinos que emigraron y los que se quedaron
Foto: Archivo MDZ

Las redes sociales son un medio donde la gente debate, discute, expone sentimientos, ideas y preocupaciones. También sus odios y frustraciones. Muchos bajo su identidad real; otros, en el anonimato. Twitter es un buen ejemplo y su dinámica se ajusta a cada acontecimiento que se vive dentro o fuera del país.

En estos días de tanta tensión bélica, las expresiones están exacerbadas y, como consecuencia, se recalentó una grieta que se viene manifestando en los últimos tiempos entre los argentinos que emigraron y los que están en el país.

“Gente que emigró hace menos de dos meses, criticando a los que se quedaron en Argentina, sintiéndose superiores. Qué triste. Yo me fui enojada por el fracaso de mi proyecto, pero no con odio. Es feo irte con odio”, escribió hace dos días Majo Mallmann, una argentina que vive en Francia.

Rápidamente, su tuit comenzó a recibir respuestas. La mayoría, en línea con su planteo, pero algunas criticando su posición, lo que reforzó la idea del enfrentamiento.

En esos mensajes se percibe que, más allá de estar convencidos de la decisión tomada, muchos emigrantes reconocen que no dejan de extrañar.

“Me fui de la Argentina en 2002. Estaba triste. Argentina es una cosa rara porque siempre se extraña. Ya regresé”, escribió @jhtaboada. Varios usuarios coincidieron en remarcar el sufrimiento que les provocó el desarraigo y, en algunos casos, eso lo vivieron con dolor. Sin embargo, hay quienes lo manifiestan de otras maneras. A veces, con expresiones que reflejan resentimiento.

También, como se ve con frecuencia en la redes, se canaliza cuestionando a los que se quedaron en el país: “El tema del odio es cuando lo volcás hacia la persona que se quedó”, agregó Mallmann en su cuenta de Twitter.

“Eso es muy argento, al segundo día de radicado ya se sienten europeos y opinan con superioridad, como si fueran parte del logro del país donde emigraron”, comentó otro tuitero identificado como @sansiveira.

Más duro fue @laurisand: “Esos que bardean a los que nos quedamos…vuelven más pronto de lo que se esperan”.

“Yo me fui hace 19 años y cuando leo esa estupidez me hierve la sangre, no saben lo que hacen, no saben lo imprescindible que es tu nacionalidad y lo irremplazable de tus raíces”, acotó @usrpepe.

También están quienes cuestionan a los que se fueron, amparados en el nacionalismo. En algunos casos, se esconde, tal vez, la frustración por no poder hacerlo. Es común leer entre las respuestas de los mensajes de argentinos que emigran, y postean las fotos de su pasaporte, duros comentarios como “andate y no vuelvas más. No te necesitamos”.

En este clima de agresiones mutuas se vive en el fenómeno de la emigración que registra la Argentina. Una división que se profundiza en estos días, tras la invasión de Rusia a Ucrania

Fernando es un argentino radicado en Suiza desde hace 10 años. Desde su cuenta @viviendoensuiza cuenta características de ese país y brinda información a quienes estén pensando en emigrar. El lunes escribió en la red este mensaje: “Escucho a varios emigrados que reciben comentarios de familiares o amigos donde se regocijan con que haya lio en Europa. Lo hacen socarronamente, tratándolos de bolu…por haber emigrado cuando en realidad tienen rencor o envidia.”

Entre las respuestas, muchos emigrados confirmaron que reciben comentarios de ese tipo. Con sólo recorrer la red social se comprueba que comprueba esa realidad.

Por ejemplo, un usuario que se identifica como Mr Van Zan y vive en Alemania dio un ejemplo de lo que pasa: “A mi esposa, una amiga, casi que se le ca… de risa por lo que pasa”, en relación a la situación bélica en esa parte del mundo. Otros usuarios contaron historias parecidas, lo que muestra que no son casos aislados.

Incluso, en algunas respuestas se justificaban esos comentarios malintencionados: “También está el emigrado que se ríe de los que se quedaron. Digamos todo”, respondieron desde una cuenta.

No falta quienes creen que haber emigrado es una traición que les quita derechos de nacionalidad y que deben sufrir las consecuencias de su decisión ante una situación como la que se vive en Europa: “Hasta que la región a la que fueron entre en guerra abrazan el pasaporte argentino”, @gaitahernan.

La invasión rusa genera alarma y los argentinos que emigraron no están exentos de esa preocupación. “No te voy a negar que todos pensamos ‘¡Che! ¿Qué hacemos si esto escala?’, pero de ahí a querer volver hay una distancia”, explicó en su cuenta @MajoMallmann.

Lo cierto es que la grieta que se vive en el país no conoce fronteras y se evidencia entre los argentinos que se fueron y los que se quedaron.

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