Abel Pintos en Vendimia: la consagración de un artista imprescindible

Anoche, Abel Pintos cumplió uno de sus grandes sueños como artista: presentarse en la Fiesta Nacional de la Vendimia. Tuvieron que pasar más de 20 años de carrera para que uno de los referentes más importantes de la música popular argentina pisara el escenario del Teatro Griego Frank Romero Day. Y en buena hora.

Minutos antes de la medianoche, los primeros acordes de "Aquí te espero" dieron comienzo a un extenso show de dos horas, donde el artista repasó grandes clásicos de su repertorio y también interpretó canciones de su nuevo disco "El amor en mi vida".

"Ya estuve aquí", "Oncemil" y una versión super rockera de "Pájaro Cantor" hicieron vibrar a los más de 20 mil espectadores que agotaron las entradas para no perderse esta noche tan especial. Fue el propio Pintos quien quiso compartir la emoción que sentía. "Se me ocurren muchas cosas para decir. Cuando vine por primera vez a Mendoza siendo un niño, empecé a soñar con este momento. Después de tanto tiempo, es un sueño cumplido. Esta noche es consagratoria en mi carrera y es gracias a ustedes", expresó visiblemente emocionado ante un público que lo ovacionó de pie.

Tras anticipar que el concierto duraría más de lo esperado ("no me voy a ir tan rápido de este escenario") "El amor en mi vida" y "Espejo", dos temas de su reciente disco de estudio, dieron paso a una versión acústica de "La llave" y una emotiva "Sin principio ni final" a solas con el piano, conmoviendo a miles de personas solo con su voz y dejando en claro que es uno de los mejores cantantes del país.

Con su banda completa nuevamente sobre el escenario, Abel dio inicio a un momento del show donde plasmó la versatilidad musical de su obra. "Cien años", "Cactus", "Tiempo", "Asuntos pendientes", "Aventura", "Camina" y "Cuantas veces", evidenciando la transformación de aquel adolescente que dio sus primeros pasos de la mano del folclore, a este artista consagrado que define su estilo transitando por la balada pop, lo melódico, guiños al rock y sonoridades latinas.

Es por eso que su talento como cantante y compositor tiene su apoyo en un gran seleccionado de músicos. Con Ariel Pintos y Marcelo Predacino como sustento en las guitarras, la base rítmica de Colo Belmonte en batería y Alan Ballan en bajo, Alfredo Hernández en piano y teclado, el acordeón de Julio Flores y los coros de Antonella Giunta y Mery Granados, cada instante del show obtiene peso propio, distinguiéndose dentro de un repertorio colmado de grandes momentos.

Para "Todo está en vos", el cantante baja del escenario para recorrer todo el contorno del vallado que lo separa del público. Al volver a escena, obsequia una versión de "Motivos" a solas con su guitarra. "Esta noche está llegando a su final. Es una inmensa alegría volver a reunirnos todos juntos después de tanto tiempo. Gracias por una noche que nunca olvidaré", expresó y se despidió con "A-Dios" y "Piedra libre".

Más allá de lo netamente musical, algo que a esta altura no tiene cuestionamientos, Abel Pintos se muestra agradecido con su público, característica que lo convierte en un artista con todas las letras. Una sinceridad auténtica que se transmite y se siente sobre el escenario. Con la felicidad del reencuentro a flor de piel, Pintos construye desde lo musical y escénico un puente directo con quien lo escucha. Una honestidad brutal que lo convierte en un artista imprescindible.