Patrimonio

El cóndor: el emblema con alas de paloma que guarda una singular historia

Un destacado patrimonialista reveló detalles de cómo se construyó la pieza original que se emplazó como la figura por excelencia que representa a una de las principales entradas a la ciudad de Mendoza. La polémica por el "cóndor dorado" y la visita del Papa Juan Pablo II.

Zulema Usach
Zulema Usach jueves, 24 de febrero de 2022 · 09:06 hs
El cóndor: el emblema con alas de paloma que guarda una singular historia
El cóndor del Acceso Este es parte del patrimonio cultural de Mendoza

Por ser el símbolo que representa a Mendoza, el cóndor andino fue la figura elegida en la provincia para dar la bienvenida a todos aquellos que desearan ingresar a la ciudad. La idea estuvo atada a una decisión política en un contexto de fuertes cambios a nivel provincial y nacional que marcaron el rumbo de la historia. Fue justamente un 23 de febrero de 1958, cuando se convocó al llamado a las elecciones que dieron por resultado el cambio de mandato que favoreció al exgobernador Ernesto Ueltschi de la UCRI.

El ímpetu por mostrar cambios que fueran visibles a la población, para las autoridades de entonces, estuvo movilizado por generar una estructura que desde el punto de vista estético, identificara a la cordillera de Los Andes y su patrimonio. Explica el arquitecto, doctor en sociología e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet), Ricardo Ponte, que en realidad, la idea en un principio, había sido la de erigir en el principal ingreso a la ciudad mendocina dos cóndores construidos en gran tamaño con cemento.

Lo cierto fue que a diferencia del boceto original del proyecto, que incluía la incorporación de dos cóndores, solo quedó una sola pieza que requirió nuevas intervenciones. “Había quedado el cuerpo y la base del cóndor. Entonces se le colocaron por aquellos años unas alas hechas de metal, pero estas eran con la forma de las alas de paloma. Si se presta atención, el cóndor tiene alas en forma de manos, con la punta quebrada. Y el de la escultura presenta sus alas hacia arriba”, explica Ponte, quien fue el autor de la polémica idea de pintar esta pieza patrimonial de color dorado durante 2007, durante el gobierno de Julio Cobos.

El polémico cóndor dorado 

Compartió Ponte que durante el período en que su propuesta de que el “emblema mendocino” fuese unificado en color dorado a modo de imitación de una escultura de bronce, como las que suelen apreciarse en importantes ciudades de Europa, la inquietud de la población por tal cambio fue notoria. De hecho, al poco tiempo, las autoridades decidieron matizar la figura en tonos blancos y grises, similar a los colores originales. En el interior, las “debilidades” en su construcción se hicieron evidentes con el paso del tiempo y la erosión de las lluvias: la cabeza había sido construida en yeso. Tal situación explicaría el motivo de la estrepitosa caída de la cabeza del cóndor esta tarde, como consecuencia de la fuerte granizada que afectó al Gran Mendoza.

La visita del papa Juan Pablo II a la provincia en 1987 marcó un cambio radical en la fachada del ingreso a la ciudad mendocina. El monumento a la Virgen María fue la gran apuesta para poder simbolizar el espíritu del evento que convocó a más de 250 mil de files de todo el país y el mundo en un hecho histórico. El Papa permaneció tan solo tres horas en tierra mendocina y a su retirada, la escultura de la Virgen acompañó a la escultura del cóndor. “Fue el momento en que de manera simbólica la Virgen le había quitado protagonismo”, evaluó Ponte y detalló que en realidad, "la escultura del cóndor fue muchas veces restaurada”.

Desde hoy, de manera definitiva, la obra requerirá de una nueva intervención para ser restaurada, en un año en el que, como hace 64, encuentra a Mendoza y al país en un complejo clima de tensión política y social.

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