Presencialidad

Así celebran la vuelta a clases las familias de la Villa 31

En un contexto de mucha alegría, comenzaron las clases en un jardín de la Villa 31. Madres y padres con expectativas de una presencialidad plena, sin burbujas. Niños y niñas esperando desde temprano el inicio. Docentes dando la bienvenida, entre cánticos y aplausos.

Giza Almirón
Giza Almirón lunes, 21 de febrero de 2022 · 12:09 hs
Así celebran la vuelta a clases las familias de la Villa 31

Este lunes 21 de febrero comenzaron las clases en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien el año pasado los niños, niñas y adolescentes de todo el país ya volvieron a las aulas, este regreso se hizo con burbujas y aislamientos por contacto estrecho, tal como pedían los protocolos por covid. Este 2022 promete ser diferente para todo el país, ya que desde el Gobierno se ha garantizado una presencialidad plena.

Inicio de clases en un jardín del Barrio Mugica

El Jardín de Infantes Integral Número 10 (J.I.I. N°10) está ubicado en el Barrio Mugica (Villa 31), en la zona de las viviendas nuevas. Esta mañana, allí comenzaron las tan esperadas clases para muchos niños y niñas. Es el caso de Giuliana, que empezó sala de 5 y estaba despierta desde temprano, tal como cuenta su mamá, Juana. Desde el jardín le han pedido que lleve un delantal con el color que distingue su sala: fucsia. Además, Giuliana debe tener un cuaderno, un vaso y un rollo de cocina en la mochila. Juana cuenta que, entre los útiles y la ropa que necesita para su hija, gastó aproximadamente $4.000. En esta institución se les da a niños y niñas de todas las salas el desayuno y el almuerzo, por lo que no precisan llevar vianda.

Las familias tuvieron una reunión previa al inicio de clases, donde no se les aclaró ningún protocolo en particular, según cuenta Juana. Desde Ciudad establecieron que no habrá burbujas ni aislamiento para los contactos estrechos; y tampoco se exigirá el pase sanitario. En este sentido, Juana expresó que les dijeron que no es obligatorio usar barbijo: “Pueden ir sin barbijo y quienes quieran lo pueden llevar”.

En un clima de fiesta, otras familias también compartieron que sus hijos e hijas se habían despertado temprano, esperando con ansias el primer día de clases. Ya había movimiento afuera del jardín desde casi media hora antes de la hora de ingreso. Luego de unas palabras de bienvenida de una docente, el profe de Música hizo un breve canto y las maestras se fueron presentando una por una, en un contexto de aplausos y mucha alegría.

No volver a la realidad del primer año de la pandemia es una esperanza compartida entre madres y padres. Mari (mamá de un compañero de Giuliana) cuenta lo difícil que ha sido para ella el hecho de que las clases sean intermitentes, ya que es complicado conciliar el trabajo y atender a todos sus hijos. “Nuestra expectativa para este año es seguir con las clases presenciales y terminar el año sin burbujas”, dicen Juana y Mari.

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