Tragedia

Cromañón: a 18 años de la tragedia, qué cambió en el mundo de los recitales

Tras la tragedia ocurrida en diciembre de 2004, el ambiente de la música se tambaleó y tuvo que sufrir una serie de cambios para poder volver ver nuevamente a los músicos subidos en el escenario.

Iván Zirulnik
Iván Zirulnik viernes, 30 de diciembre de 2022 · 16:30 hs
Cromañón: a 18 años de la tragedia, qué cambió en el mundo de los recitales
Foto: Télam

Este 30 de diciembre se cumplen 18 años de la tragedia de Cromañón, en la que, durante un recital en vivo de la banda Callejeros, 194 personas perdieron la vida y hubo alrededor 1.400 heridos por la imprudencia de algunos y la falta de controles. Ese fatídico día significó un punto de quiebre para la escena musical y la realización de recitales en vivo, que tuvieron que atravesar una serie de obstáculos para poder volver al escenario.

Debido a las irresponsabilidades que derivaron en esa desgraciada noche, quedaron al descubierto todos los peligros a los que estaban expuestos todos los fanáticos del rock.

En el tiempo posterior a Cromañón, el ambiente del rock y de la música se tambaleó. Muchas bandas se quedaron sin espacios para tocar por la clausura de lugares y también se restringió la entrada de bandas nuevas, cortando la posibilidad de tocar a aquellos grupos emergentes que asomaban en aquel entonces.

Foto: Télam

“Todo pasaron a manejarlo los sellos discográficos, también pasó con los festivales multitudinarios. Le cortaron la posibilidad a quienes estaban asomando en la escena y eso provocó un filtro muy grande. Eso frenó el crecimiento y también el recambio generacional, lo que permitió que bandas grandes y ya famosas permanecieran y se demorase ese recambio”, comentaron artistas consultados por este medio.

Se volvió muy costoso poder volver al escenario y las exigencias del momento siguiente a la tragedia de Cromañón volvieron casi una quimera la tarea de armar fechas: “Había que poner bomberos, ambulancias si se trataba de algo multitudinario, también mucha seguridad. Si querías poner una lona de fondo tenía que ser ignífuga, por ejemplo, y todo lo que sucedía en el escenario tenía que estar controlado por un inspector”.

Foto: Télam

Un productor destacado del medio confió a MDZ su visión sobre esa desgracia y las transformaciones que se vivieron en el rubro. “La realidad es que fue un evento de mucha tristeza por lo que significó, fue realmente una catástrofe. De esas situaciones se visibilizan las falencias de control y a partir de allí se empezó a tomar más precaución en todo lo relacionado a medidas de seguridad, principalmente, en cuanto a lugares cerrados: el tema de las capacidades máximas, las salidas de emergencias, matafuegos, materiales ignífugos y ambulancias, entre otras cuestiones”.

“A partir de entonces, y ahora también, se trabaja mucho en conjunto con el área de Seguridad. El tema de las ambulancias, la Cruz Roja, bomberos. Son muchos rubros diferentes que se conjugan para un show. También están las empresas de seguridad privada, la Policía, que dependiendo del evento es la cantidad que se necesita”, comentó.

Foto: Télam

“El rubro de los espectáculos no es sencillo, no es algo que lo puede hacer cualquiera. Hay que tener profesión y oficio para poder hacerlo. Hay muchos improvisados que creen que es solo poner entradas a la venta y eso se traduce en falta de seriedad y profesionalismo”, expresó, y agregó que el productor “es el que genera todo. Es, en cierta manera, el principal responsable del evento. Cuando decidís armar un recital asumís la responsabilidad de todo , con los riesgos incluidos. Al trabajar de manera cada vez más profesional, se van minimizando los riesgos”.

“Hay que ir a ver el lugar, chequear las condiciones, acomodar el escenario, ver por dónde va a entrar y salir la gente. Está el tema de la capacidad y las habilitaciones municipales”, señaló.

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