Fiesta de la Vendimia

Hablan los protagonistas: el detrás de escena del afiche de Vendimia

Ana Carolina Chiconi y Fabricio De La Vega son los ganadores, por segunda vez, del certamen para diseñar la Identidad Visual de la Fiesta Nacional de la Vendimia. MDZ dialogó con ambos para conocer los detalles de la propuesta, el proceso previo y cómo es trabajar a la par.

Iván Zirulnik
Iván Zirulnik jueves, 22 de diciembre de 2022 · 11:30 hs
Hablan los protagonistas: el detrás de escena del afiche de Vendimia
Fabricio De La Vega y Ana Carolina Chiconi son los ganadores del diseño que representará a la Fiesta Nacional de la Vendimia 2023. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

En los últimos días, el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza informó los resultados del certamen para crear el Diseño del Sistema de Identidad y Comunicación Visual que promocionará en eventos oficiales la Fiesta Nacional de la Vendimia 2023 que este año tendrá como eje los "Juglares de Vendimia". Ana Carolina Chiconi y Fabricio De La Vega son, por segundo año consecutivo, la pareja de diseñadores que resultó ganadora con su propuesta denominada Constelaciones.

Ambos se conocieron hace más de 20 años mientras se encontraban estudiando la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Cuyo y en el año 2001, tras haberse recibido, contrajeron matrimonio. A la par montaron un estudio y comenzaron su recorrido profesional en conjunto. En la actualidad, además de llevar adelante el emprendimiento, Fabricio trabaja como docente universitario y Ana Carolina se desempeña en una bodega y también se encarga de llevar adelante la identidad visual de una universidad privada de la provincia.

En diálogo con MDZ, esta pareja de diseñadores gráficos explicó cómo se puede trabajar junto a su pareja. Además de los detalles de la propuesta ideada para la Fiesta de la Vendimia 2023 y la revalorización que estos reconocimientos genera a una profesión tan desvalorizada hoy en día.

- ¿Hace cuánto tiempo se conocen?
Ana: Nos conocimos en la Facultad, éramos compañeros y formábamos parte del mismo grupo de amigos, que hoy en día son como nuestra familia.
Fabricio: Después de recibirnos nos casamos, fue todo en el año 2001. En ese entonces empezamos a trabajar y creamos un estudio de diseño con una amiga. Y luego, la vida y las circunstancias hicieron que el estudio funcionara entre nosotros dos, por lo que a día de hoy seguimos trabajando de manera particular.

- ¿Cómo se organizan para trabajar como pareja?
F: Tenemos montado el estudio en casa, tras la pandemia nos movimos de una oficina en el centro. La pandemia y trabajar desde casa nos ayudó a organizarnos de otra forma. Caro tiene una visión y una línea de trabajo muy particular, relacionado con una forma pensamiento más lógica, y tiene su fortaleza en la parte tecnológica. A mí se me da muy bien el dibujo y me gusta un montón, también la vinculación con las tecnologías de la ilustración. Entonces, cada uno tiene delimitado su espacio.
A: Nos complementamos en todo el proceso del diseño, que no es sólo creatividad, sino que tiene un montón de facetas. Además, también hay veces que pedimos consejos a nuestros amigos y colegas. Y muchas veces también nos ayudan un montón nuestros hijos, a pesar de que son chicos. Es buenísimo porque les mostramos y nos dan otro punto de vista. A veces, uno está muy metido en el trabajo y tener esa otra mirada es grandioso.

- ¿Cómo es el proceso de trabajo en conjunto? Alguno propone la idea, van haciendo los retoques, ¿cómo se organizan en ese sentido?
F: Generalmente uno arranca con alguna idea. Yo empiezo a bocetar y se lo muestro a Caro, que empieza a revisarlo para hacer retoques. Después pasamos a la computadora.
A: Comúnmente, estamos con las dos computadoras y el mismo trabajo va pasando de una a otra, haciéndole retoques.
F: Lo vamos viendo y lo vamos charlando. Y luego lo dejamos reposar un tiempo.
A: Eso súper importante. No se trata de que uno empieza y en ocho horas lo tiene listo. Hay que dejarlo descansar, que la mente descanse y vea otra cosa. Y después vuelve con otra visión.

Fabricio De La Vega y Ana Carolina Chiconi son los ganadores del diseño que representará a la Fiesta Nacional de la Vendimia 2023. Foto: Rodrigo D'Angelo / MDZ

- ¿Cómo se conjuga su trabajo y su proceso de diseño con la familia? También teniendo en cuenta que llevan adelante el estudio desde su casa.
F: En realidad, es medio un caos. Pero quienes nos conocen saben cómo trabajamos y nos desenvolvemos. Con los clientes nos pasa que entienden nuestras prioridades, el tener que llevar a alguno a entrenar o a otro a la escuela. Por ahí estamos en una video-llamada y aparece uno por atrás pidiendo algo. Es algo muy normal y cotidiano. Creo que la pandemia también nos ayudó a relajarnos en ese sentido.
A: Un poco también se muestra el entorno que tenemos. Muchas veces uno pretende que se vea cierta imagen, pero el estudio está en nuestra casa y están los chicos, entonces lo mostramos cómo es.
F: No deja de ser algo profesional. Algunos clientes lo han entendido y ya conocen toda nuestra situación familiar. Por supuesto que, cuando tenemos que abordar el trabajo, las cosas en la casa están muy claras y nuestros chicos lo entienden. Ya establecimos ciertos códigos.

- Además del estudio que tienen en conjunto, ¿llevan adelante otras actividades? Algún trabajo particular o la docencia, por ejemplo.
A: Yo trabajo para una bodega, Flechas de los Andes, y llevo toda la parte de la Identidad, en lo que es etiquetas y dorsos. Y también me encargo de llevar adelante toda la gráfica para la Universidad del Aconcagua.
F: Allí trabajamos juntos, aunque el Departamento de Comunicación de la Universidad básicamente lo lleva y yo participo en las piezas gráficas que son de alta complejidad o que requieren la elaboración de los dos. Por mi parte, yo soy docente universitario. Trabajo en la Universidad de Mendoza y en la Universidad Nacional de Cuyo. En la UNCuyo estoy en las cátedras de Dibujo a mano alzada y en Tecnología I Software, y en la Universidad de Mendoza tengo a cargo un taller de Diseño Gráfico de tercer año.

- Antes que diseñadores, son mendocinos por lo que participar, a su manera, de la Fiesta de la Vendimia debe ser especial. Pero, ¿qué significa la Vendimia para ustedes?
A: Creo que, como diseñadores, crecimos con la Vendimia. Al principio, con nuestro estudio, trabajamos mucho para la Vendimia y también para bodegas. Además, hemos hecho muchas etiquetas para vinos de autor.
F: No sé si es la vida o qué será, pero el camino nos ha ido llevando hacia el mundo del vino. Tenemos amigos muy queridos que son enólogos y que trabajan con el vino. El vino siempre ha sido el punto de comunión y encuentro para celebrar todo. No sólo el trabajo, sino un montón de cosas. Creemos que la base de la unión en la Vendimia va por ahí. Amamos el vino, nos encanta. No sólo por el vino en sí, sino por todo lo que significa. Tenemos la suerte de conocer el proceso y lo que está detrás: los pequeños productores, los vendimiadores y los enólogos. Eso te hace quererlo más todavía. Y la verdad que tantos años de estar atados a esto hacen que uno ya tenga su corazoncito unido con el vino.

- No sólo son los ganadores de esta edición del certamen, sino que también lo hicieron la vez anterior. No se quedaron con ese reconocimiento, y fueron más allá. ¿Qué los motivó a volver a participar en un certamen de este tipo?
F: El trabajo de la Vendimia es algo que disfrutamos mucho hacer. Somos diseñadores, colegas y a la vez somos pareja. Durante todo el año trabajamos en distintos proyectos, pero no hay ninguno que disfrutemos hacer como lo es con la Vendimia. Pero va más allá del premio y de la participación en sí, sino también por el hecho de que es un espacio en el que disfrutamos todo su proceso, desde que nos enteramos cuál es la síntesis hasta el resultado final.
A: Desde el principio nos genera una sensación muy linda. Este año, en un principio, pensamos en no presentarnos, pero cuando salió la temática y el guion, ya empezó nuestra cabeza a maquinar. Y, además, todo nuestro entorno empezó a animarnos, entonces decidimos participar.
F: El año pasado tuvimos el honor de que nos eligieran, pero los años anteriores también participamos. Lo hacemos con gusto porque realmente queremos mucho la Fiesta, y también nos parece una alternativa de trabajo muy importante para nosotros como diseñadores gráficos mendocinos.

- ¿Cuál es la idea que buscaron transmitir con su propuesta Constelaciones?
F: Cuando se empieza este tipo de trabajos, lo que hay que hacer es un análisis de los conceptos generales de la Vendimia y aquellos particulares que surgen de la síntesis argumental. Año tras año, se sigue un eje o línea argumental muy distintiva, que exige una propuesta gráfica acorde. Este año, en base al concepto de los juglares, la síntesis habla sobre la participación de estos personajes que van a ir orientando el relato: el canto de la naturaleza hacia una combinación de lenguajes folclóricos, culturales y tecnológicos. Decidimos tomar esa parte y trabajarla en tres personajes que, desde su caracterización -con la indumentaria, los instrumentos y las formas-, refieran a los juglares, y poder combinarlos con los lenguajes y los conceptos generales de la Vendimia como la uva, el vino, la montaña. Los valores que nos identifican como fiesta.

El afiche ganador del concurso de Vendimia 2023

- ¿Cómo pasan de esa idea que toman, a partir también de los antecedentes y la investigación, a plasmarlo en la propuesta gráfica?
A: Una vez que decidimos el concepto, trabajar con estos personajes que van a representar a los juglares, empezamos a bocetar con papel y lápiz. Empezamos a hacer dibujos, y una vez que eso estaba planteado, ahí pasamos a las computadoras. Se digitaliza y ahí empezamos a trabajar la parte de los colores y la gama cromática, que también conlleva un estudio. Queríamos que se despegara un poco de sistemas cromáticos anteriores, sobre todo del año pasado. Entonces elegimos una gama cromática que quisimos respetar con estos tres personajes. Cada uno tiene un color de ropa distinta, pero se articula la misma gama cromática en las tres opciones. A partir de esas ilustraciones, se van componiendo con el sistema gráfico total, que son afiches y redes sociales, por ejemplo.

- ¿Qué implican estos reconocimientos? ¿Cómo se traslada los otros ámbitos? Además del estudio, a la bodega y a las universidades. ¿Cómo les influye?
F: A mí me pasa en la Universidad, por ejemplo, que los colegas y profesores celebran este tipo de situaciones porque de alguna manera pone en valor todo el sacrificio y el esfuerzo que hacemos como docentes al actualizarnos, trabajar y seguir desarrollando las actividades en el medio laboral. Y a los estudiantes también, porque uno puede, no sólo validar los conceptos teóricos, sino también ejercicios prácticos y actividades del profesional frente a un aula y acompañar todo ese contenido teórico con lo que se vive en la calle. Nos posiciona desde otro lugar y nos da otra llegada a los estudiantes, que lo valoran un montón. Después en la facultad preguntan ‘cómo hicieron’, ‘qué hicieron’, ‘qué les costó’, ‘en qué fallaron y en qué acertaron’. Son procesos de aprendizaje muy valiosos. Y en cuanto a los clientes, creo que los que ya nos conocen y que nos vienen apoyando hace años. Sinceramente, más que palabras de agradecimiento y acompañamiento. Creo que forman parte de la celebración y de este premio. Son parte del estudio, lo consideran así y creo que debe ser así.

- En cierta forma, como dicen, revaloriza su trabajo y también la profesión de los diseñadores en general, una profesión que ha sido desvalorizada con el avance de Internet y los programas de diseño. Mucha gente piensa que ser diseñador es solamente hacer un dibujito o un logo, y estos reconocimientos demuestran que es un proceso mucho más complejo y que lleva mucho tiempo.
A: Sí, es todo un proceso largo. No es que hoy se me ocurrió una idea y en diez minutos lo tengo listo. Hay que ponerse a pensar, estudiar el caso y hacer un análisis.
F: Y también todo lo que implica en las idas y vueltas, porque uno avanza en el camino y sabe hacia dónde tiene que llegar. Pero no es que va derecho hacia allí, sino que se van abriendo muchas alternativas y uno tiene que ir decidiendo por dónde ir.

- Llevan muchos años en la profesión, ¿qué reflexión o conclusión que tomar del camino que han recorrido? Imagino que, además de logros que han alcanzado, en el camino han aparecido muchas piedras con las que han tropezado o algunas frustraciones.
A: Yo me he dedicado siempre a lo que es el diseño. La verdad que a mí me hace feliz la profesión. Cuando uno elige una profesión, no tiene mucha idea de lo que va a hacer, y más en esa edad -16 o 17 años-. Es más, tenemos un montón de colegas que han quedado en el camino y hoy en día no hacen diseño, y sabemos que se mueren por hacerlo, porque es divertido y es lindo para el que le apasiona, por supuesto.
F: Es una profesión bastante difícil porque no es muy reconocida, pero ya son más de 20 años de trayectoria. Hemos podido disfrutar el proceso con las caídas y los tropiezos, que seguramente todos deben haber tenido en sus profesiones. A mí me gusta pensar más en el proceso que en los resultados. Creo que el hecho de caerse implica aprender, y nos hemos caído y golpeado muchas veces. Desde lo docente, te puedo decir que mi carrera ha sido también de mucho sacrificio y esfuerzo, y tampoco podría haber sido alcanzada sin una compañera que está a mi lado, que me ayuda, que me acompaña y me hace el aguante para poder también dar clases, y yo apoyándola a ella.
A: Es muy loco porque mucha gente piensa y nos pregunta cómo hacemos para trabajar juntos. Y yo no entiendo cómo en otros matrimonios trabajan separados. No me imagino una vida diferente, porque nos entendemos mucho en ese sentido. Como pareja nos ayuda un montón, porque él no está en su mundo. Él me hace muy participe de todo lo que hace también.
F: Caro dijo la palabra justa, nos seguimos divirtiendo. Y mientras siga así, está buenísimo.

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