Güerrín cumple 90 años: los secretos de la pizza más porteña

Pasar por Güerrín es casi comerse un pedazo de Buenos Aires. Es un plan en sí mismo, de pasada, apurados en la barra, en cualquiera de sus numerosos salones o a la salida del teatro.

Esta vez las velitas no se posan sobre una torta sino sobre una clásica muzzarella al molde, ya que la tradicional pizzería ubicada en plena Avenida Corrientes cumple 90 años.

Güerrín (así, con diéresis, aunque popularmente se lo pronuncie distinto) fue fundada por los genoveses Franco Malvezzi y Guido Grondona en el año 1932 en el mismo local que funciona hasta el día de hoy. Sin bien a lo largo de su historia no quiso abrir más sucursales, el local se fue ampliando notablemente y al sector original de la barra delantera se le sumaron varios más.

Así, mientras que nueve décadas atrás se inauguró para aquellos clientes que comían algunas porciones “al paso”, hoy pueden hacerlo también en las múltiples mesas que se ocupan y desocupan constantemente entre los salones y el patio napolitano.

Declarada Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, entre venecitas, madera, bronce, mármol travertino y fotos de las innumerables celebridades que pasaron por allí, más de 1500 pizzas diarias se cocinan en los cinco hornos a leña del lugar.

“Güerrín es una parada obligada para quienes visitan la Ciudad y pasan por la calle Corrientes. Supo preservar su mítica y estilo a lo largo de los años, creemos producto de su peculiar formato, diseño y servicio que tiene ese 'no sé qué' porteño que se mantuvo inalterable con el paso del tiempo y que lo convirtió en su sello distintivo entre las propuestas gastronómicas del centro de la Ciudad”, aseguró Marcos Giacaglia, sobrino nieto de Grondona y actual gerente de operaciones de la pizzería.

Así es la tradicional pizza porteña

Con casi un siglo en su espalda la pizzería se jacta de caracterizarse por su generosidad a la hora de agregar el queso: 600 gramos de muzzarella que hacen innecesario pedir doble cobertura. La estrella es la “mozza” al molde, pero también se ofrece la versión media masa.

Su tiempo de cocción oscila entre los 12 y los 15 minutos y en su carta se pueden encontrar entre las principales variedades: muzzarella y tomate, fugazza, fugazzeta, napolitana, fainá, pizza de cancha, jamón y morrones y calabresa.

También hay lugar para las empanadas fritas o al horno de leña e incluso para una pizza vegana y apta celíacos.

A a hora del postre entre los que se destacan el tiramisú, el budín de pan, el flan y la ensalada de frutas. Asimismo, el pan dulce es otro clásico de la firma que, aunque lo vende durante todo el año, a partir de noviembre arranca su temporada alta.

La pizza de Güerrín puede disfrutarse en el local o bien comprarse personalmente para llevar, pero la pizzería no realiza envíos domicilio (ni siquiera a través de apps de delivery).

Güerrín en números

• Desde 1932 se vendieron aproximadamente 9.216.000 pizzas.
• Tiene cinco hornos a leña.
• Su récord de venta diaria de pizzas fue de 2100 unidades.
• Cada día vende 500 porciones de fainá.
• Por mes se venden 6000 litros de cerveza tirada.
• Desde su inauguración hasta hoy su horno principal no se apagó nunca.