Arte y Cultura

Arte europeo para el mundo árabe: misterio e intrigas en torno al “Salvator Mundi” de Leonardo da Vinci

Con el globo mirando en estos días a Qatar, la columna de este fin de semana indaga la saga de más de cinco siglos de la obra que (según anuncian) en un par años tendrá un museo propio, en Arabia Saudita.

Carlos María Pinasco
Carlos María Pinasco sábado, 17 de diciembre de 2022 · 14:41 hs
Arte europeo para el mundo árabe: misterio e intrigas en torno al “Salvator Mundi” de Leonardo da Vinci
Uno de los grabados más antiguos que reproducen el “Salvator Mundi” de Leonardo. Obra de Wenceslao Hollar.

Desde que a fines de 2017, Christie’s bajó el martillo estableciendo el récord absoluto para una obra de arte en 450 millones de dólares la leyenda cobró relevancia mundial. Poco tiempo después se supo que el comprador fue el príncipe heredero saudita Mohammed Bin Salman Al Saud. Abierta quedó, en cambio, la cuestión central sobre la autoría de la obra. El anuncio del museo propio (después de haberse desechado la inclusión del cuadro en la gran exposición que organizó el Louvre en París en 2019 con motivo del quinto centenario de la muerte de Leonardo y de su incorporación permanente en su museo satélite de Abu- Dhabi) reaviva (en pleno mundial) la polémica.

“Salvator Mundi” de Arabia Saudí. Récord absoluto de
una obra de arte. 450 millones de dólares

El genial Leonardo (1452-1519) indudablemente trabajó en distintas ocasiones sobre la imagen Cristo Redentor ajustándose a una iconografía clásica desde el medioevo.

En Santa Maria delle Grazie, de Milán donde se conserva “La última cena” se cree que pintó (sobre el púlpito) un Cristo que no se ha conservado. En cambio hay en la colección de la corona británica dos dibujos del mismo motivo.

Antecedentes: “Salvator Mundi” de Bartolomeo della
Gatta (1448-1502)

Poco más tarde a partir de aquellos bocetos colaboradores del taller del Maestro (Boltraffio, Luini, Melzi y Caprotti) realizaron más de una veintena retratos de Cristo. Es posible que Leonardo haya aportado sus propias pinceladas en todos o alguno de ellos.
Estas obras aparecen inventariadas a lo largo de los siglos XVII/XX en distintas colecciones. En distintas oportunidades aparecen también en subastas.

El Salvator Mundi” de la Iglesia de San Domingo Mayor
en Nápoles, atribuido al taller de Leonardo

Repetidas veces se publican además grabados con la imagen de Redentor bendiciendo con una mano y en la
otra portando el globo terráqueo que son identificadas como de inspiradas en Leonardo. Sin embargo el óleo original nunca fue documentado. Aún más, algunos estudiosos dudan de su existencia.

En 1958 en un remate de Londres Sotheby’s ofrece un Salvator Mundi atribuído a Boltraffio, alumno y ayudante de Leonardo que resulta vendido (por 45 libras esterlinas) a un comerciante de muebles de New Orleans. En 2005 esa obra es comprada por un
consorcio de marchantes de aquella ciudad estadounidense en cerca de mil dólares. Ya restaurada, en 2011, (y con indisimulables repintes) se presenta en una muestra de la National Gallery de Londres atribuyéndola (sin una sombra de duda) a Leonardo. Es el inicio de una osada “puesta en valor” que incluye una serie de monografías y “veredictos” de expertos que ratifican la paternidad del cuadro.

En paralelo un conocido marchante de New York la ofrece al Metropolitan Museum (MOMA) y a otros museos. Finalmente en 2013 la adquiere un marchante suizo que, poco después, la revende a un magnate ruso. Ya para entonces la cotización escala por arriba de los cien millones y aparecen litigios judiciales… El 15 de noviembre de 2017 sale a remate en NY. Dos días después se revela que la oferta telefónica ganadora se hizo en nombre del príncipe saudí. El nuevo propietario, se informa, es el Ministerio de Cultura y se expondrá en el Louvre Abu Dhabi. Comienza entonces un período en que la obra desaparece y las intrigas adquieren una temperatura hasta entonces desconocida. Mientras críticos, historiadores y expertos se van distanciando de la atribución indudable con que fue presentada en Londres en 2011 y luego rematada el reino saudí juega fuerte para lograr la bendición definitiva.

Según trascendió el propio príncipe Mohammed Bin Salman en 2018, en el marco de un acuerdo billonario con el estado francés le planteó al presidente Macron las condiciones para que el “Salvator Mundi” formara parte de la muestra del Louvre, del año siguiente en la celebración de los quinientos años de la muerte de Leonardo. Dichas condiciones no solo implicaban la catalogación de la obra como indudable (de Leonardo) sino que además debía ser colgada junto a “La Gioconda” y merecer un tratamiento del mismo nivel. Cuando en octubre del año siguiente se inaugura el homenaje el cuadro en cuestión no está. Poco después en forma efímera aparece una publicación del museo donde hay un capítulo referido a los distintos “Salvator Mundi” existentes. Todas (incluida la saudí) son atribuidas al taller de Leonardo.

Rápidamente la publicación sale de circulación. Para entonces las autoridades del Ministerio de Cultura habían informado que el cuadro (contrariamente a lo que se había dicho unos meses antes) tampoco se expondrá en el Louvre Abu Dhabi. En cambio viene el anuncio que será en un nuevo museo que la tendrá como su obra emblemática. Colofón Recientemente en un seminario internacional en Leipzig sobre la obra que nos ocupa puso en el tapete las arenas movedizas de la polémica atribución a Leonardo
y los a menudo turbios contubernios entre la historia del arte y el mercado. Uno de los participantes agregó un poco irónicamente
que las políticas académicas sobre Leonardo son como cualquier otra política, excepto que hasta ahora no ha corrido sangre.

Sin embargo, en el entendimiento de que la posesión del récord absoluto de una obra de arte, sumada a la polémica atribución a (nada menos) Leonardo da Vinci seguramente dará sus frutos. Será una contribución al objetivo de generar en el mundo árabe un polo cultural a nivel global. Poco importa que sea la imagen de Cristo (que nada representa para la cultura islámica) atribuida al
campeón absoluto del arte occidental y que todavía la atribución resulte polémica… Finalmente será una inversión mucho más rentable y duradera que la del mundial, aunque este, a nosotros nos llenó ya de plena felicidad.

Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

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