Historias de vida

Pensaron que iba a proponer matrimonio, pero hizo una "locura" que cambió su vida y la de otros

Los carteles con frases motivacionales de Abel Trillini han dado la vuelta al mundo. En una entrevista con MDZ cuenta qué fue lo que lo llevó a hacer esto y cómo cambió su vida.

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart lunes, 7 de noviembre de 2022 · 08:34 hs
Pensaron que iba a proponer matrimonio, pero hizo una "locura" que cambió su vida y la de otros
Abel Trillini y su esposa, Susana

Todo comenzó como “una más de sus locuras”; pero nunca imaginó que llegaría tan lejos. Su empatía, carisma y entusiasmo hicieron que al caminar por la calle hoy todos lo reconozcan y quieran tomarse una foto con él y, por supuesto, con sus carteles. Abel Trillini, “El Motivador del Acceso” hoy cuenta con más de 70 mil seguidores en sus redes sociales, empuja causas solidarias y brinda charlas TED.

En el año 2016, se paró por primera vez en el Nudo Vial del Acceso Este de Mendoza alzando un cartel escrito de su puño y letra. Desde aquella vez, todos los días de su vida, antes de ir a su trabajo, busca motivar a las personas que pasan por allí con una frase que los ayude a arrancar el día. “Sonrían porque están vivos y solo por eso hoy puede ser un hermoso día. Eso queda en ustedes”, expresaba el texto plasmado en cartulina blanca.

Pero la inspiración llegó mucho tiempo antes, en 1997, cuando Abel y su familia vivían en Ohio, Estados Unidos. Cuando se encontraba trabajando en una mudanza en Manhattan, Nueva York, observó una situación que lo “marcó” para toda la vida.

-¿Qué te llevó a hacer todo esto?

-Cuando terminamos de hacer la mudanza con el chofer, ese día había mucha gente en la calle. Pero en algunos momentos se hacía un silencio y se hacía un espacio, ahí vi un hombre con un cartel que decía: “Abrazos gratis”. 
El tipo debe haber medido dos metros, las alas de él eran inmensas y me dio un abrazo que me hizo sentir tan bien, pensé: “¡Qué loco!”.
Pasaron los años, en el 2012 nos volvemos a la Argentina con mi esposa y las nenas y sentí una desilusión muy grande. La mala situación en Argentina me empezó a asustar un poco, porque ya no había vuelta atrás. Cuando salimos de Estados Unidos, como éramos ilegales, la puerta se nos cerró atrás y no podíamos regresar.
Estaba muy enojado con Argentina, con ganas de irme en cualquier momento. Estaba buscando una oportunidad y un amigo me ofrece trabajo en Estados Unidos, pero tenía que cruzar como pollero por la frontera desde México en un baúl en un doble fondo, algo muy riesgoso muy caro; o como coyote, que te cruzan por la montaña.
Sin embargo, decidí quedarme en Mendoza, quería hacer algo por mi provincia, para que cambie y apostar a mi país.
Un día iba con mi mujer, la Susi, en el auto y recordé lo de los carteles en Manhattan. Y le dije a ella: Si ese cartel me hizo bien a mi y a muchas personas, puedo hacer lo mismo en Mendoza. Yo quiero ser el cambio que quiero ver en mi país, yo voy a empezar por mí entonces.

-¿Te acordás de ese primer día con el cartel?
-Me vestí con el traje con el cual me casé en el ´99, me quedaba el chaleco un poco apretado, no quería que pensaran que estaba pidiendo; lo que quería yo es que lo lean bien. 
Llegué ese primer día a las 6.45 y estuve 45 minutos parado porque me daba miedo que la gente me rechazara cuando me vieran con el cartel. Pero finalmente me animé.
Las fotos parado, alzando alto un cartel las compartieron todos, MDZ fue el primero que subió una foto y que me apodó “El Motivador del Acceso”. Quienes pasaban en sus autos tocaban bocina, los niños me saludaban.

Abel desde el 2016 se ubica todas las mañanas con sus carteles en el Nudo Vial en Mendoza

Ese primer día, mi primo Jesús me vió y pensó que le iba a pedir nuevamente matrimonio a mi esposa Susi, con traje y un cartel en la mano. Pero cuando se enteró qué estaba haciendo compartió la foto en las redes y de ahí en adelante todo fue una locura.

abel motivador
Abel aún conserva el primer cartel que escribió.

-Abel sos una persona sonriente, con mucha energía. Sin embargo, tuviste una infancia muy dura, marcada por momentos terribles.
-Cuando tenía seis años me violó un hombre, fue durante tres años. Yo no pude decir nada porque me había amenazado con mis hermanas. Ese dolor que sentía me llevó a intentar suicidarme nueve veces, pero Dios tenía un plan para mí y dijo no. 

-¿Qué cosas pasan por tu cabeza cuando estás con el cartel en alto?, ¿vienen esos recuerdos a la memoria?, ¿eso ya quedó atrás?, ¿pensás en las personas que leen esa frase?
-Nunca me habían preguntado eso. El niño está ahí, tengo que convivir con el monstruo, ese es el pasado mío. Pero yo ya no soy ese; ahora pienso en esas personas, la gente se larga a llorar. Quizás mi cartel dice “Sonrían porque están vivos”, pero esa persona lee “Esta es otra oportunidad”.
Este cartel pesa 20 gramos, pero a veces pesa dos toneladas. Es terrible levantarlo y que un par de palabras puedan cambiarle la vida a alguien.

abel motivador
Abel recibe todos los días a quienes ingresan a la Ciudad de Mendoza.

-¿Qué es lo más insólito que te ha pasado mientras estás ahí parado con los carteles?
-Lo más insólito que he vivido ahí es un arresto. Hubo un malentendido y me arrestaron. El fin de semana anterior a ese día, un tipo con un cartel estuvo pidiendo, molestando a la gente y pateando autos en el mismo lugar donde yo me pongo. 
Al día siguiente, cuando yo estaba parado ahí llega la policía y me arresta por error pensando que era esa otra persona. La gente se acercó para explicarles que yo no era y para que me liberaran.

-Además de estar todos los días a las 7 de la mañana con tus carteles, aprovechás ese espacio para hacer colectas solidarias.
-Así es, una vez pasó algo muy lindo, un hombre se sacó su campera y la donó y su amigo que vio esa situación lo imitó e hizo lo mismo, en pleno invierno. 

-¿Cuál es la frase que más se ha viralizado?
Hubo una frase que compartieron millones de personas en las redes sociales. Dice: “Amo la gente que hace reír, amo la gente que hace pensar y amo a la gente que ceba mates”.
Algunas personas se enojan y me dicen que no pueden leer el cartel y yo les digo: “Cuando usted pueda leer el cartel, es porque ese cartel es para usted”.

-¿Cómo puede cada uno ser motivador desde su lugar?
-Yo creo que la clave es ser amable y tener empatía, esas dos cosas son muy importantes. Yo vivo con demonios todo el tiempo. Cuando veo gente, yo sé lo que están viviendo, nadie tiene la vida perfecta. Entonces por eso soy amable, porque todos estamos peleando con demonios en su interior, hay gente que todavía no puede soltar.
Todos sabemos quién necesita unas palabras o una ayuda o lo que sea, esa es la clave.

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