Arte y cultura

A un año de su partida, homenaje a Guillermo Roux

Se cumple exactamente un año del fallecimiento de uno de los más grandes pintores argentinos de todos los tiempos.

Carlos María Pinasco
Carlos María Pinasco domingo, 27 de noviembre de 2022 · 07:00 hs
A un año de su partida, homenaje a Guillermo Roux
Guillermo Roux con Franca Beer,

Fue el 28 de noviembre del año pasado. Guillermo Roux había cumplido 92 años el 17 de septiembre. Poco antes de su partida fue internado en el Hospital Italiano con un diagnóstico de insuficiencia de plaquetas en sangre. Falleció víctima de una leucemia fulminante. Había pedido sus instrumentos de trabajo: lápices, bolígrafos y los cuadernos en blanco que siempre tenía a mano. Se fue dibujando.

Otrora agnóstico, en un una de las habituales charlas después de tomar el té en su casona-taller de la calle Delfín Gallo de Martínez, hablando sobre la vida del más allá, me dijo: “Ojalá!”. Frecuentaba en esa época a Lilita Carrió que, con su vehemencia habitual, abogaba por la existencia de una vida trascendente.

Guillermo Roux en su casa de Martínez, año 2015

Indudablemente trascenderán por siempre su gran obra muralística y sus pinturas de caballete. Y la devoción que le deparan sus amigos, discípulos y admiradores en quienes quedó un vacío inconmensurable. Su vida estuvo íntegramente dedicada al arte. Había nacido en el barrio de Flores, en la ciudad de Buenos Aires, el 17 de septiembre de 1929. De la mano de su padre, reconocido ilustrador gráfico, recibe las primeras lecciones de dibujo, al poco tiempo fue su ayudante y en 1942 ingresa en la Editorial Dante Quinterno e inicia, su propia carrera en la ilustración. A los 24 años tuvo su primera exposición en la galería Peuser. Eran obras con fuerte influencia del “Cuatrocento” italiano asimilado a partir de sus largas visitas al Museo Nacional de Bellas Artes.

La ilustración había quedado atrás. Le dejó algún dinero y una formación técnica que Roux consideraba insuficiente. Partió entonces a Italia donde, durante tres años trabajó como artesano y aprendiz de restauración. Conoció los secretos del fresco y el mosaico y adquirió los conceptos básicos de la arquitectura clásica. Copiaba obras maestras en los museos y dibujaba incansablemente. En 1960 volvió al país y se radicó en Jujuy con su primera esposa, Lina Guccerelli. Allí, nació Alejandra, su única hija, que heredó de su padre la vocación por el arte.

Guillermo Roux, en su estudio de Jujuy.

En 1967, ya en Buenos Aires y separado, conoce a Franca Beer y encuentra una compañera inseparable y el sostén imprescindible para su aventura en el arte. En 1975 ganó el Primer Premio en la XIII Bienal de San Pablo. Ese mismo año Rafael Squirru, quien me transmitió la devoción por el Maestro publicó su primer estudio crítico sobre el mismo. Más tarde mereció el Premio Palanza
otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes y el Konex de Platino. Expuso en la XI Bienal de Venecia en 1982. Al respecto, hay un cuento del magnífico escritor italiano Dino Buzzati (1906-1972) “Battaglia notturna alla Bienale di Venezia” donde un viejo maestro, establecido desde tiempo atrás “por la eternidad, en los campos eliseos” decide descender a la tierra para visitar la última edición de la muestra. No se trata del querido Roux a quien hoy homenajeamos. Pero bien pudiera serlo. “En las telas, en general inmensas, no se veía más que confusos enredos de manchas, chapoteo de garabatos, velos, remolinos, burbujas y agujeros,
paralelogramos y amasijos viscerales”

Entabla entonces una batalla con los fantasmas que termina en una masacre. Vittoria!...del maestro. Pero, aun concediendo que “en tal grotesco simulacro, tan disímil de lo que él había pintado en el curso de su vida, pudiera en algún caso palpitar el sueño divino del arte, el mismo espejismo inefable que él había perseguido, con obstinada esperanza hasta su última hora” interpela: bellas teorías, humo, palabras difíciles que aturden a los ingenuos, pero ¿resultados?. En 1984 Rizzoli le dedica un primer libro y recibe un importante premio en el Museo Castagnino de Rosario. Dos años después el Premio Fundación Navarro Correas.
En 1987 el Centro Pompidou de París lo aloja. Expone en la ciudad luz y en New York. Al año siguiente presenta una fenomenal muestra en la Phillips Collection de Washington, que luego trae al Museo de Arte Decorativo de Buenos Aires. En la década del noventa viaja en tres oportunidades a Sicilia. Pinta acuarelas y témperas de la Magna Grecia.

"Portopalo", 1992. Témpera, 40 x 60 cm. (detalle).

Expone en la KunstHalle de Berlín. Le otorgan un sitial en la Academia Nacional de Bellas Artes, recibe el Premio María Calderón de la Barca, y expone con la galería Malborough. En 2020, dona a nuestro museo mayor El paño amarillo (1958), una de las dos
únicas obras que trajo de su etapa en Roma.

“Mujer y Máscara” 1994. Témpera, 145 x 118 cm.

Sus obras de largo aliento dan cuenta de su estatura artística. “La ronda” de 1993, ahora instalado en Hyatt del Palacio Duhau de Av. Alvear en Buenos Aires, “Mujer y máscara” del año siguiente, el “Homenaje a Buenos Aires” pintado en los tristes meses de inicio del siglo en la torre de Pelli, del entonces Bank Boston y “La Constitución guía al pueblo” de 2011 para el Palacio Legislativo de Santa Fe, son los más recordados.

“La Constitución guía al pueblo”

Para todos hizo cientos de bocetos y trabajos preparatorios, que en distintas ocasiones tuve el honor de exponer. Su obra de caballete, siguiendo a Squirru, “compagina sus quimeras, cargadas de significación, de humor y de contenido simbólico… no solo imagina sino que además despierta la imaginación del observador. Hay simbolismo y humor, hay mucho de comedia y algo también de desgarrón dramático que bordea la tragedia.”

Como el maestro del cuento de Buzzati, Roux fue un clásico. Incansable en la búsqueda propia que siempre evitó el facilismo y las modas. Amó la belleza y toda su obra muestra la coherencia que lo guio a lo largo de toda su vida. Fue, indudablemente, un gigante de nuestro arte de todos los tiempos.

Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

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