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El Mundial como caso de mediatización

En un mercado en el que se compite por la atención de las audiencias fragmentadas y desconcentradas, el fútbol es el contenido que mantiene más altos índices de rating (criterio de rendimiento propio de la era broadcasting), a lo que adiciona más tráfico en Internet.

Damián Fernández Pedemonte
Damián Fernández Pedemonte domingo, 27 de noviembre de 2022 · 06:59 hs
El Mundial como caso de mediatización

El fútbol pertenece de pleno a la industria del entretenimiento. La evolución de este deporte forma parte de la evolución de los medios de comunicación. Para la mayor parte del público el mundial es lo que es en los medios. Incluso para los pocos afortunados, en proporción, que disfrutan de ver los partidos en los ocho espectaculares estadios de Qatar, el mundial incluye las pantallas gigantes del estadio, el visionado del antes y después del partido en la TV, la abundantísima información que circula por medios y redes sociales. El mundial quizás sea el espectáculo que, en estos momentos, más atención global concita dentro de la llamada economía de la atención. Efectivamente, los partidos del mundial no sólo alcanzan los mayores índices de audiencia en las cadenas de televisión internacionales (ESPN, FOX Sports -hoy ambas de Disney-) y locales (TyC Sports, TVP) que tienen los derechos de transmisión, sino que casi no hay contenido en directo que se consuma tan completo y con tanta concentración como el fútbol durante el mundial.

Además, los medios de la era digital también se pliegan a la euforia por el mundial. Por ejemplo, Star Plus transmite los partidos de ESPN en directo por streaming. Como se puede ver, en el fútbol Disney ha sacado gran ventaja. Netflix intentó descontar en Argentina con “Sean eternos”, la serie documental sobre la copa América, y Prime Video, reponiendo las series “Selección argentina “y “Maradona. Sueño bendito”. De modo que el escenario comunicacional del mundial es el de un ecosistema en el que los medios se suman: resiste el broadcasting en las transmisiones en vivo, siguen teniendo prioridad los grandes conglomerados mediáticos que adquieren los derechos y hay grandes anunciantes que realizan costosas campañas publicitarias por medios tradicionales: muchas marcas tienen como imagen a Messi y sería un problema que Argentina se fuera del mundial en la fase de grupos.  Al mismo el mundial se adapta de maravillas a la transformación de estos medios tradicionales.

El fútbol juega un papel central en el futuro de las plataformas de video por streaming, lo mismo que en las plataformas de podcast. Junto a eso, es protagonista de nuevas plataformas, como Twitch, que nació vinculada a los video juegos (y de ahí, a los e-sports), pero que durante el mundial también está copada por el fútbol. Ibai Llanos el streamer vasco de 26 años, con 7 de seguidores en Twitch, vinculó fuertemente a esa plataforma con el fútbol cuando se convirtió en el único periodista al que Messi le concedió una entrevista en vivo, en su presentación como jugador del Paris Saint-Germain en 2021. Hoy vemos cómo se viraliza el análisis del juego de Arabia Saudita hecho por el Kun Agüero en Twitch siete meses antes de la derrota de Argentina. El mundial es una plataforma de lanzamiento para nuevos influencers, tik tokers, o simples fans que quieren relatar, comentar, registrar los momentos insólitos. Qatar 2022 es prolífico en historias de discriminación, censura y abuso de poder, y de gestos y mensajes de denuncia.

Es un laboratorio de historias de vida y un desfile de políticos y celebridades. De modo que el mundial es de los últimos contenidos mediáticos globales, mainstream y digital a la vez. El fútbol co-evoluciona con los medios y las tecnologías. Estos no solamente cambian la forma en que se comunica el fútbol, sino que modifican al mismo deporte en tanto espectáculo. No hay un fútbol y luego unas tecnologías de la comunicación que lo transmiten y comentan. Esas tecnologías también lo configuran. Es lo que se conoce como mediatización. Quizás el caso más claro de la intervención de las tecnologías en la forma misma del juego sea el VAR. Es un magnífico ejemplo para ilustrar lo que se entiende por dispositivo en los estudios de comunicación. Es una tecnología de comunicación que al intervenir modifica la realidad que comunica. El VAR se ha extendido por el fútbol mundial después del mundial de Rusia 2018. En aquella oportunidad los árbitros acudieron al VAR sólo 20 veces en todo el torneo. Desde entonces ha ralentizado los partidos e introducido ansiedad en los árbitros, jugadores, equipos técnicos, periodistas y aficionados.

En el partido de Argentina contra Arabia Saudita el VAR anuló tres goles por el offside semiautomático de última tecnología que se aplica por primera vez en Qatar. El gol anulado a Lautaro Martínez generó una polémica a posteriori cuando se viralizó una captura de imagen que realizó la cuenta Archivo Var en la que se establece que el delantero estaba habilitado por el pie derecho de un jugador árabe que el VAR no habría tenido en cuenta. Otros medios explicaron que es imposible que al VAR se le escape un jugador cuando traza la línea del offside, ya es un sistema que cuenta con 12 cámaras que captan permanentemente los movimientos de la pelota y casi 30 puntos del cuerpo de la totalidad de los jugadores, con lo cual calculan la posición exacta de cada uno de ellos en todo el campo de juego. De modo que a la evolución mediática del mundial aquí sintetizada, se le suman los últimos episodios de la historia de los medios: el debate sobre lo acertado de aplicar el análisis de para dirimir cuestiones humanas, como sería decidir si el avance de una mínima parte del cuerpo jugador sobre la última línea de defensa cuenta como posición adelantada o no. Y la difusión de fake news, como podría ser el caso de la publicación con el video que refuta al VAR. En este sentido, el es una metáfora de la mediatización de otros muchos otros aspectos de nuestra vida social.

* Damián Fernández Pedemonte, Director de la Escuela de Posgrados en Comunicación.

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