Opinión

Suicidio adolescente: hay que hacerse cargo del dolor

Nuestro prestigioso columnista Enrique De Rosa, nos propone un buen ejercicio, para el cual hay que estar preparado.

Enrique De Rosa Alabaster domingo, 20 de noviembre de 2022 · 13:38 hs
Suicidio adolescente: hay que hacerse cargo del dolor

Vamos a pensar en la idea de la vida y, de su inevitable compañera, la muerte. La eterna danza de ciclos vitales, naturales, cósmicos, inclusive; son eso vida y muerte, comienzo y final, aun de algo tan inimaginable como una estrella.

Nos duelen los finales, aún más si es algo que nos toca. De alguna manera estamos preparados para algunos casos, como el de nuestros ancianos al final de la vida. Ahora pensemos en la enfermedad de una persona joven, un accidente de tránsito etc., ya no estamos tan preparados para ello.

Ahora acérquelo aún más, imagine a alguien cercano. Sigamos aproximando la lente: alguien que, voluntariamente, desea en la desesperación finalizar su vida, por padecer una enfermedad, que cree o quizás sea, incurable. Nuestra mente y emociones
siguen haciendo ajustes y quizás racionalizando, intentando entender.

La vida, el impulso vital, empieza a sentirse comprometido e inevitablemente busca abrirse camino, ya que la idea inquieta.

Ahora, más cerca: que alguien que no tenga una enfermedad, al menos física o visible. Ya no solo no sabemos cómo comprenderlo sino que, hasta los sistemas de salud buscan no mirar por momentos, y aparecen los mitos respeto al “suicidio”. Sí, esa es la palabra que inquieta.

Por último, imagine que ese ser es un adolescente -un niño en realidad- y nos enteramos por las noticias que se ha quitado la vida. ¿Qué problemas puede tener un adolescente o un niño? Si tiene todo. Si los problemas son de los adultos. Si no estaba enfermo. ¿Serán las drogas? Todas esas ideas frente a lo que no se entiende. Al no entenderse se declama, pero rápidamente se ignora.

Ese chico/a que nos dijo algo, que estaba angustiado, que no encontraba sentido, que tenía problemas en la casa pero no quería contar, y le dijimos: "Bueno no te preocupes, vas a estar bien"; en nuestra propia angustia y la necesidad de cerrar la incomodidad de la situación.

Haga un último ejercicio, busque suicidio adolescente en internet y verá que los casos son diarios, inclusive solo hablando de los que aparecen en medios. Ahora un último ejercicio, puede o no hacerlo: imagínelo cercano. El dolor es insoportable, ya que nuestra mente no está preparada para ese final.

Ese es el dolor de muchos padres todos los días, y ese es el tema que no se trata, de hecho, no había que tratar en medios, bajo el hipócrita planteo de que genera imitación, que sí genera, pero no impide que nos ocupemos. Ética y responsablemente, desde el conocimiento, miremos y soportemos el dolor en lugar de huir de él.

El suicidio adolescente es de las dos primeras causas de muerte, en esa franja de edad. El 19 de noviembre es el día de concientización del abuso sexual infantil, y preferíamos olvidar que entre las consecuencias posibles está esa tan temida. Sí, hay que hablar. Desde el conocimiento y la compasión, la escucha, el amor por aquel que sufre, pero no refugiarse en la negación del confort, en el fariseísmo de "mejor no nos ocupamos porque se imita".

Escuchar, buscar ayuda, comprender, asistir, contener, pero no ignorar, porque inevitablemente está pasando y cada vez más. Hay que prevenir, cargar la cruz, pero antes; luego, solo quedará el dolor.

* Enrique De Rosa Alabaster. Psiquiatra Forense Médico Legista MN 63406
Presidente Asociación  Argentina de Victimología
@enriquederosa
www.enriquederosa.com

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