La crítica situación de los prestadores privados de salud en Argentina

A los incrementos sostenidos en los servicios, alimentos y esparcimiento, se suma el alto costo de las prestaciones relacionadas a la salud que impacta de manera directa en toda la población. Según la información proporcionada por la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa), en los últimos 10 años el costo de la atención médica aumentó 1.980%, aunque los aranceles por prestaciones se incrementaron menos de la mitad.

El acceso a la salud en Argentina es un derecho universal que tienen todos las personas que se encuentren dentro del territorio, sin embargo, los valores de las cuotas, la falta de cobertura y la reducción de las cartillas médicas de obras sociales y empresas de medicina prepaga impactan de manera directa en los pacientes. La situación desfavorable se extiende también a clínicas y sanatorios privados, que actualmente aportan 4 de cada 10 camas del sistema de salud.

Estos efectores y otras instituciones prestadoras de servicios de salud del sector privado denuncian un desfasaje entre los costos, valor de las prestaciones y demoras en los pagos que impacta de manera directa en los profesionales que, debido a estas dificultades, deciden emigrar.

En 10 años el costo de la atención médica aumentó 1,980%, aunque los aranceles prestacionales se incrementaron menos de la mitad, lo que expresa la problemática agravada por el contexto inflacionario. “Si comparamos la evolución de los valores y costos de los últimos diez años, el dólar aumentó 1.992% según el Banco Central y el costo de salud, 1.980%, según las cámaras de salud; el índice de precios al consumidor, 1.490%, el salario de una enfermera 1.150% según el convenio colectivo de trabajo y los aranceles prestacionales 800%”, advirtió el doctor José Luis Sánchez Rivas, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) y presidente de la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales (Confeclisa).

“Se aprecia que hay un desfasaje y eso va impactando en toda la cadena hacia abajo como el pago de impuestos, a los proveedores, en el mantenimiento tecnológico y de los sanatorios, en el pago de honorarios, en el pago de sueldos, se va produciendo una corrida y una acumulación de pasivos en las clínicas porque realmente la problemática del financiamiento es complicada”, expresó Sánchez Rivas.

Desde las entidades nacionales que representan a clínicas y otros prestadores de servicios de salud afirmaron que "el sistema de salud nacional enfrenta su peor crisis en años. Con ingresos regulados y costos que sobrepasan la inflación, las instituciones prestadoras de salud se encaminan a un incierto destino. El insuficiente financiamiento proveniente de la mayoría de las obras sociales hace peligrar la subsistencia de clínicas, sanatorios, instituciones de geriatría, psiquiatría, empresas de emergencias médicas e instituciones de atención ambulatoria”.

Los referentes del sector de clínicas y sanatorios privados argumentan que la situación financiera es crítica debido a diversos aspectos que relacionados a los incrementos de precios en las nuevas tecnologías, altas cargas impositivas y atraso en el pago de aranceles que genera una disparidad entre ingresos y egresos que va llevando a las clínicas a una situación de desfinanciamiento con endeudamiento impositivo, retraso en los pagos a proveedores y en consecuencia sobreprecios, dificultades para pagar los salarios, entre otros efectos.

El impacto en los profesionales 

El sector privado y los profesionales son claves para el sistema público de salud que actualmente funciona tanto con prestadores estatales como privados. Según un informe elaborado por el Instituto de Salud Pública y Gestión Sanitaria en 2011, en la provincia de Mendoza el 37% de las camas del sistema eran de propiedad y gestión del sector privado número que en la actualidad se estima superior y sería similar a lo que ocurre a nivel nacional, ámbito en que esa proporción es de 44%. 

En ese marco, hay que tener en cuenta otra de las problemáticas relacionada a la dificultad creciente para cubrir cargos médicos debido a la puja entre instituciones para contratar profesionales escasos, especialidades médicas críticas, emigración de médicos, dificultades para cubrir residencias hospitalarias y especialidades clínicas como médicos terapistas y clínicos, entre otros.