HIstorias del tránsito

Cuando emerge la emergencia

En Mendoza raramente llueve, no sabemos cuánto se reduce la adherencia de las ruedas cuando está el pavimento mojado, mientras hacemos un reingreso a la calzada, en un vehículo con tracción trasera, llevando 16 personas , estarán dadas todas las condiciones para que sobrevenga un desastre.

Héctor
Héctor "Buddy" Roitman domingo, 23 de octubre de 2022 · 15:02 hs
Cuando emerge la emergencia

¡Despacito boludo! Nicolás miró a su hermano menor con una mezcla de condescendencia y fastidio. Dale de nuevo, poné primera y soltá el embrague despacito esta vez. En su quinto intento Ramiro logró que el auto saliese andando suave y sin corcovear. Bien pendejo, ya estás listo, pedite un turno. A ver señorita, ponga ahora el guiñe y gire en la próxima. El instructor de la academia de manejo, experimentado pero cansado después de seis alumnos este día, no esperó a que Emilia encontrase dónde diablos estaba la palanca de las luces de giro.

Estiró un brazo, pasó por encima del volante y lo puso él. Emilia, agradecida, prestó atención para no cordonear otra vez como en el último giro, bien, muy bien, ahora estacione ahí en ese espacio, Emilia se detuvo, miró al instructor para cerciorarse si estaba bien ubicada, pasó la palanca de D (Drive) a R (Reverse).  Bueno, a espero la semana que viene para la última clase y después se va a sacar la licencia. Papi, papi, vos no me prestarías la camio? Vicente frunció el ceño, mientras intentaba oponerse Pero vos nunca manejaste una camioneta. No contaba sin embargo con el contrataque extorsivo-sentimental

¿Y qué hago entonces? ¿No voy nada a la facu? ¿Le pido a Juan que me lleve en la moto ahora que está por llover? Treinta segundos más tarde, Vicente reconocía su derrota. Tomá, pero andá con cuidado. Salimos a aprender a manejar durante cinco días al parque, a la hora en que no hay mucho tránsito, con buen clima, en el vehículo del hermano, de la mamá, de el/la novio/a, de la autoescuela, aprendemos lo básico para circular en el tránsito normal de la ciudad, leemos un resumen de la ley de tránsito. Y nos vamos a rendir el examen para obtener la licencia.

Aprobamos, y después salimos a la calle en otro vehículo, con caja manual o automática, de tracción trasera o delantera, naftero o gasolero, El vehículo es completamente diferente. Pero nadie nos habló de esas diferencias. Mucho menos sabemos cómo enfrentarlas, para peor, aprendemos a conducir en la normalidad. Muy raramente nos explicaron algo acerca de cómo proceder ante una emergencia de la conducción. Tal vez alguno se enteró de casualidad que si muerde la banquina, jamás debe intentar reingresar de inmediato a la calzada pavimentada porque al hacerlo el vehículo saldrá disparado en forma oblicua hacia la mano
contraria, luego de lo cual, al pegar el volantazo instintivamente hacia el otro lado, el vehículo se cruzará y volcará. Especialmente si se conducen camionetas, que tienen tracción trasera.

Mucho más inusual será que al conductor le hayan enseñado que es importante conocer la capacidad de carga del vehículo que conduce., porque si se supera dicha capacidad y nos salirnos a la banquina, será casi imposible de controlar el vehículo en caso de reingreso a la calzada. Sería ya extraordinario que además al conductor le hayan comentado que cuando se circula con cargas móviles como podría ser llevar un montón de gente en la caja de una camioneta, la estabilidad se ve muy comprometida porque la carga se desplaza por inercia cuando giramos o damos un volantazo, estamos claramente , tentando al desastre.

* Héctor “Buddy” Roitman es Ingeniero Electro-Mecánico y Laboral. Consultor en accidentología vial y laboral. 

Consultas, comentarios y sugerencias: ingroitman@gmail.com

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