Filosofía

Darío Sztajnszrajber: “Por lo único que uno no haría filosofía es para privarse de su libertad”

MDZ Radio habló en exclusiva con el famoso filósofo, escritor y docente, sobre la libertad y la necesidad de la conciencia de la muerte.

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MDZ Radio miércoles, 19 de octubre de 2022 · 14:30 hs
Darío Sztajnszrajber: “Por lo único que uno no haría filosofía es para privarse de su libertad”
"La filosofía te da libertad" afimó Sztajnszrajber. Foto: Ministerio de Cultura

El filósofo, docente y divulgador Darío Sztajnszrajber habló en MDZ Radio sobre la importancia de la filosofía como camino hacia la libertad y conciencia de la muerte. 

“Yo creo que la filosofía está más cerca del arte que de la ciencia. Cuando hablo de arte hablo de pensar a la filosofía también como un género literario y parece que cada uno lo filtra. Esto es, cada uno toma lo que quiere, desde el lugar que quiere y son muy distintas las formas de recepción” comenzó explicando el filósofo.

Argumentó que la filosofía se vincula directamente con el contexto: "Es falsa la idea de que lo profundo está de espaldas con la coyuntura. Leer filosofía convoca a poder tener versiones diferentes, variables distintas con las que encarar, por ejemplo, un desamor. La filosofía tiene mucho de lo cotidiano, pero no es un manual de respuestas, es lo contrario a la autoayuda. Con la filosofía lo que hacés es hacerte más preguntas para cuestionar las respuestas hegemónicas”. 

"La filosofía te da libertad. Por lo único que uno no haría filosofía es por el motivo siguiente: que es para no angustiarse, privarse de su libertad, porque básicamente no pensás a fondo las cosas y te dejas llevar de la nariz por una sociedad, que aparte se aprovecha farmacológicamente muy bien de las necesidades existenciales. Entonces tenés una pastilla para todo y la pastilla tiene que ver con la modelación y el moldeo de nuestros cuerpos. Tenemos una sociedad que nos disciplina. Es una forma de relacionarnos con los otros y dedicarnos a nuestro trabajo, en el modo en que comemos y en el modo que nos relacionamos con nuestros cuerpos”, agregó Darío.  

Entonces, para él, lo cotidiano generara un disciplinamiento a partir del cronómetro del tiempo del que disponemos, pero sobre todo de la productividad. “Ser productivo significa que todo lo que hacemos tiene que servir para algo y que tenemos que sacar rédito, que tenemos que sacar ganancia. Pero no hablo de un negocio concreto o de un laburo. Hablo del amor. No hablo de un negocio, sino hablo de que el amor se convirtió en un negocio. Hay algo ahí que claramente te va como subsumiendo a una lógica que no es propia”.

“Cuando vos te haces preguntas que no tienen respuesta, lo que hacés es que estalle un mundo que parece que tiene todas las certezas, porque ese es el mundo del sentido común. La filosofía es contra el sentido común, porque entiende que el sentido común es monolítico, monocromático, unidireccional y sobre todo impersonal. Cuando uno piensa desde el sentido común, uno está pensando en lo que otros necesitan que uno piense. Ahí aparece la filosofía. Tampoco la filosofía es la panacea que te va a sacar absolutamente de la Matrix, pero por lo menos diciente”, afirmó.

 

Pensar lo que hago en base al miedo a la muerte 

 El filósofo dijo que  "Hay filosofía porque nacimos para morir. Frente a la muerte, la filosofía sirve para que no te vendan buzones y entonces no te pases toda la vida al servicio de quienes te prometen la vida eterna a cambio de tu esclavitud. Porque básicamente hay propuestas para trascender pero que tienen que ver directamente con la anulación de tu deseo: si vos reprimís tu deseo, yo te aseguro la llave del cielo. Nadie volvió del cielo para decirte: ´Mira la verdad un gran negocio anularme el deseo. Porque acá estoy eternamente vivo en el placer absoluto, sentado a la derecha de Dios´". 

Frente a eso, Sztajnszrajber exclamó “Yo prefiero jugármela y pasar por esta vida haciendo del miedo a la muerte también una forma de pensar lo que hago. Sabemos que la muerte tiene una fecha promedio, pero que es inminente. Cualquiera de nosotros podría morir ahora. Esa inminencia es insoportable. La propuesta de la filosofía es al revés: acordate por lo menos una vez por semana de que te vas a morir y es muy probable que eso transforme muchas de tus obsesiones cotidianas. Porque realmente esa inminencia, te tiene que hacer realmente pensar en qué se te va la vida. Entonces existo como existo, porque mi existencia está directamente relacionada con el modo en que concibo la muerte”.

Finalmente el filósofo concluyó que esa conciencia de la inminencia de la muerte te puede ayudar a vivir mejor: “Esto tiene que ver con no cumplir los mandatos, no tiene que ver con estar disciplinado. Vivir mejor es vivir a la deriva, es vivir asumiendo riesgos, es vivir inquieto, o sea, no quedarse quieto. Yo uso más a la vida como un viaje, como un nomadismo existencial. La vida es un gran desierto, lo estamos atravesando. La lógica del desierto es que vas construyendo los caminos mientras los vas recorriendo. Es una forma muy distinta a la farmacológica que te llevan por los caminos previos. Entonces la promesa de la tranquilidad contra el saber que uno está enajenando su libertad”. 

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