Marea roja: la buena noticia y qué fue lo atípico del fenómeno natural

En los últimos días, el fenómeno natural de la marea roja elevó a 30 el número de ballenas muertas en Chubut y generó cierta tensión al respecto que puso en alerta a las autoridades ambientales del Estado Nacional. En este marco, el director de Flora y Fauna de la provincia de Chubut, Fernando Bersano, declaró en MDZ Radio que en los últimos días no han registrado el deceso de nuevos ejemplares marinos.

De esta manera, el funcionario chubutense afirmó que la marea roja pertenece puramente de la naturaleza y que solamente afecta a las ballenas, descartando la mortalidad en los seres humanos. “La marea roja se da producto de la formación de algas en el golfo, las mismas se multiplican y reciben el nombre tan conocido por el color que dan. Estos procesos responden a un ciclo que va desde la primavera hasta el verano, ojalá que este ciclo sea el principio de su final y esperamos que no se repita”, comentó y remarcó que el riego sanitario para las personas es muy bajo. 

Por otra parte, Fernando Bersano enfatizó que “hasta el momento descartan que las ballenas hayan muerto debido a otras causas que no se vinculen a la marea roja” y agregó que lo atípico de este fenómeno se debe a dos causas: “la primera, la alta toxicidad de las algas, superando los valores históricos y lo segundo, la velocidad en que los ejemplares marinos murieron”. 

“Las ballenas fueron perjudicadas por la marea roja producto de que cuando se alimentan se desplazan en grupo filtrando alimentos. Luego, los ejemplares comen y lo hace entre dos a tres toneladas de alimento por día. Dentro de este proceso de filtrado quedan estas algas y en esas cantidades las toxinas tienen efectividad de acuerdo no solo a la sensibilidad del organismo que lo recibe, sino de la concentración de las mismas”, explicó. 

Finalmente, el director de Flora y Fauna de la provincia de Chubut aseguró que a pesar de las muertes ocurridas en las últimas semanas, estamos en una situación no tan compleja en comparación a otros lugares del mundo y cercanos a nuestro país. 

“30 muertes de ballenas son impactantes. Pero hubo lugares como en Chile que en 2015 sufrieron la muerte 300 ejemplares. Por eso, dentro de la complejidad de la situación, los valores de la marea roja están bajando y por lo consiguiente no tenemos registro nuevas muertes. Estamos más que esperanzados que este ciclo sea el principio del fin para que no se repita”, concluyó.