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Grave golpe al turismo a causa de la falta de agua en zonas de montaña

En Las Vegas, Los Zorzales, Valle del Sol y Piedras Blancas, el corte masivo del líquido vital luego de las tormentas de la semana pasada afectó a los propietarios de cabañas que han tenido que apelar a recursos extremos para evitar que los pasajeros abandonen en lugar. Sigue el reclamo por obras.

Zulema Usach
Zulema Usach miércoles, 19 de enero de 2022 · 16:33 hs
Grave golpe al turismo a causa de la falta de agua en zonas de montaña
Las zonas afectadas por la falta de agua desde hace casi diez días son las más buscadas por viajeros de todas partes de mundo Foto: web

Lejos de pasar como un evento más de la naturaleza, las tormentas registradas en Alta Montaña hace más de una semana, mostraron de manera evidente la necesidad de actualizar el sistema de recolección y distribución de agua en las zonas que se abastecen con el caudal de los arroyos Las Mulas y Los Morteritos. Ocurre que, tal como sucedió a los pobladores de las zonas de Las Vegas, Los Zorzales, Piedras Blancas y Valle del Sol, la falta de agua que comenzó hace al menos diez días a raíz del alud de piedra y barro que obligó a bloquear el piletón de reserva, las quejas por parte de quienes se dedican al sector de alojamiento, no tardaron en hacerse escuchar.

Es que en una provincia donde la estadía en zonas de montaña es uno de los fuertes desde el punto de vista turístico, la postal resulta, cuanto menos, contradictoria. De hecho, en algunos casos en los que los complejos no cuentan con reservas propias, piletas o cisternas, los propietarios no han tenido otra opción que tener que decirles a sus huéspedes que debido a la falta de agua deben buscar otro sitio. En el mejor de los casos, la opción para mantener a los visitantes -en su gran mayoría de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe- ha sido apelar a las pequeñas reservas previas en las piletas de uso recreativo y conectarles una bomba para abastecer las instalaciones.

Agua de la pileta: el recurso para evitar que los turistas se vayan

"Hemos logrado que no se vaya la gente porque usamos el agua que tenemos en la piscina para proveer de agua a las cabañas", explica Gustavo Di Cara propietario del complejo Los Arreboles, que funciona desde hace cinco años y cuenta con cinco cabañas con espacio para 25 personas.

Según explica, el impacto económico de la falta de agua en una de las zonas más promovidas como la "carta de presentación" de la provincia al mundo, afecta como mínimo a 30 prestadores del rubro. "Esta situación ha hecho que disminuya el prestigio en la zona; esto nos genera un gran prejuicio", evalúa Di Cara y detalla que en realidad el hecho de no tener el recurso vital para garantizar a los pasajeros es una mancha para el prestigio de los prestadores que trabajan desde hace años en la zona. 

Los Bomberos Voluntarios llevan cada tanto agua a las zonas más afectadas por los cortes de agua


En casi todos los casos, la respuesta para los turistas es que debido a la falta de agua tendrán que aprovechar al máximo el consumo de agua. Y como se trata de una fuente que no es potable (el abastecimiento y distribución depende del Departamento General de Irrigación), son los viajeros quienes deben comprar en lo alto de Mendoza sus propias provisiones para poder tomarla. Al que otros emprendedores de la zona. Di Cara menciona que es necesaria una inversión mayor en materia de obras: la población creció de manera exponencial a través de los años, de la mano del movimiento turístico y los servicios que allí se busca ofrecer.

Un servicio "caro" y poco garantizado

Lo cierto es que justamente en época veraniega, la elección de miles de personas es nada menos, que llegar a Mendoza para disfrutar del paisaje de montaña y la belleza autóctona que estas tierras tienen para ofrecer. De hecho, quienes trabajan en el rubro aseguran que la ocupación por estos días en los complejos de cabañas estuvo entre el 95 y el 100%. 

Rodolfo Navío, presidente de la Asociación de Prestadores Turísticos destaca que desde hace tiempo se han mantenido reuniones con las autoridades del Departamento General de Irrigación para poder garantizar la provisión de agua pese a las inclemencias climáticas de la zona y realizar más obras. Lo cierto es que en realidad, antes de avanzar en este punto, se requiere un informe que analice el impacto ambiental y las consecuencias que podría tener para el resto de la provincia el hecho de resguardar el líquido vital aguas arriba.

"Es como si en tu casa recibieras gente y no tuvieras agua. Si bien en algunos casos han podido arreglarse gracias a las cisternas y reservas chicas, esto impacta de manera directa al servicio porque son los propietarios los que tienen que salir a explicar a sus pasajeros que no hay agua y que van a tener que bañarse, por ejemplo, con agua de la pileta", aclara Navío. 

El costo de las boletas mensuales del servicio de agua, que varía entre los 3 mil y los 4.500 pesos, es otro motivo de quejas puesto que frente a la escasez o falta total del servicio, buena parte de las firmas han tenido que recurrir a sus bolsillos para costear los gastos de instalar bombas y extender caños, entre otros recursos para hacer frente a la distribución interna del agua en el interior de los complejos. "Pagamos una de las tarifas más caras de Mendoza y así y todo tenemos que costear todos los gastos extra nosotros", comenta Fernando Perera propietario de Cabañas El Mesón, emprendimiento que se emplaza en Valle del Sol. 

Facturas extra para resolver la urgencia

Cuenta Perera que gracias a que dispone de una pileta de uso recreativo dentro de su complejo, le fue posible abastecer a las instalaciones de las tres cabañas con las que cuenta. Pero antes de bombear el agua necesitó comprar insumos y afrontar una obra que según comenta, no estaba en sus planes. "Ya gastamos más de 40 mil pesos en la bombas, caños y otros materiales", explica el hombre y recalca que si bien en su caso logró contener a los visitantes de este modo, ha habido otros emprendedores que no corrieron con la misma suerte y perdieron a la totalidad de sus moradores.

"La factura te llega igual; de cualquier manera tenés que pagar el servicio por un agua que cuando no se corta de manera prolongada como ha pasado ahora, sale turbia. Desde hace tiempo, siempre hay problemas con la provisión. Por eso insistimos en que se busque una solución", reclama Perera. 
 

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