Escándalo en PInamar

Incautaron mercancía a un vendedor de churros y se desató una batalla campal en la playa

Empleados municipales de Pinamar intentaron incautar la mercancía a un vendedor de churros pero las personas que estaban en la playa salieron en defensa del churrero y el video se hizo viral.

MDZ Sociedad
MDZ Sociedad jueves, 13 de enero de 2022 · 16:00 hs

Suben lo casos, suben los precios. Sube la temperatura. Y parece que el humor de los ciudadanos ya no da para más. Ni siquiera en vacaciones se puede encontrar paz. Al menos eso se descubre en el video de la playa de Pinamar que se viralizó este jueves. 

"Municipales de Pinamar le quisieron sacar la canasta con churros a un vendedor. La gente se les plantó y lo impidió. Espectacular", escribió Francisco Pirovano al publicar el video en Twitter. 

En el clip se ve cómo un grupo de personas defiende a un vendedor de churros al que unos trabajadores de la ciudad intentan quitarle su canasta de facturas. "No le saques la canasta", dicen los ciudadanos -posiblemente turistas que disfrutaban de una tarde de playa- mientras la policía intenta separar a ambos bandos. 

"Le quieren sacar la mercadería a un simple churrero", dice el cronista en modo selfie intentando explicar la situación. Y enseguida sugiere una idea "salvadora". Pregunta a los empleados municipales si tienen un acta con el inventario de lo que se están llevando. La intención es clara y todos coinciden en que sería una buena solución: comprar toda la mercadería al vendedor de churros

Al final el vendedor ambulante logra liberarse y sale corriendo con su canasta de churros. Los ciudadanos que se habían congregado para defenderlo aplauden la jugada. 

Aparte de comentar acerca de la pelea entre "los que trabajan y los que viven de los que trabajan", muchos usuarios de Twitter comenzaron a reclamar respuestas a Martín Yeza, intendente de Pinamar muy activo en esa red social. La respuesta no tardó en llegar. 

"Se viralizó un video de un grupo de personas que buscó impedir que un agente de fiscalización retuviera la mercadería de un vendedor ambulante sin permiso", expresó el intendente Yeza antes de enumerar los motivos:

  1. "La venta ambulante está permitida, pero tiene un sistema que busca el equilibrio entre que exista oferta y que a la misma vez la playa no sea un griterío de ofertas "Helado, helado!". Buscamos que la gente venga a descansar"
  2. "Hay una cuestión central y es el de los cuidados bromatológicos. Sobre esa venta de alimentos, sin licencia, desconocemos en qué condiciones fueron producidos y quizás se los estás dando a tus hijos. Por eso los cuidamos"
  3. "Si es por puestos de trabajo en Pinamar hay muchos puestos de trabajo, pero a los dos agentes de fiscalización los arañaron por impedir que retuvieran mercadería de dudoso origen. Le agradezco a los agentes el trabajo que hicieron, ojalá les lleguen las disculpas".

Aun después de estas aclaraciones debió seguir respondiendo a quiénes lo cuestionaban. "Entiendo que en twitter hay una pelea por ser gracioso o irónico, pero esto es en serio y los nenes se intoxican en serio. En el hospital tenemos ingresos por intoxicación todos los días, no se muere un nene pero se intoxica, no hace falta morirse para que algo sea preocupante", expresó respondiendo a un turista que le cuestionaba el tema de los cuidado bromatológicos.

Y con la misma intención de que todo quede claro remató: "estas son las confusiones que genera twitter: 1) Se pueden vender churros en la playa. Por ejemplo, El Topo puede hacerlo (porque) para eso tiene una cocina en condiciones bromatológicas y una licencia. 2) Los que no pueden vender son los que no tienen licencia ni cocina declarada"

Cuánto cuestan los churros en Pinamar

Sin dudas, los churros son los favoritos en la costa argentina. A los clásicos -simples o rellenos con dulce de leche- se sumaron en los últimos años un sinfín de sabores. Esta propuesta surgió de un pequeño local en Villa Gessell que hoy tiene sucursales en la Ciudad de Buenos Aires, en diversos puntos de la provincia y en otras regiones del país. Su signo distintivo es la osadía de probar nuevas combinaciones de sabor. 

Justo hace unos días, antes de fin de año, desde la cuenta oficial de la compañía publicaron sus precios en Twitter para que los vendedores "avivados" no tomaran desprevenidos a los clientes. "El precio sugerido es el siguiente. 60 pesos cada uno, 350 la media y 600 la docena. Si te quieren cobrar 700, le agradeces y le compras al que sigue", decía el mensaje. 

Sin embargo, un relevamiento de Central de Noticias Madariaga detectó que el precio en las playas es muy variado y que la media docena puede llegar a costar hasta $800. 

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