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Inventó la anestesia y eso lo llevó a la locura

Horace Wells buscó disminuir el dolor en sus pacientes. Sus propias experimentaciones le costaron la vida

MDZ Mundo
MDZ Mundo sábado, 28 de agosto de 2021 · 18:16 hs
Inventó la anestesia y eso lo llevó a la locura
Las primeras anestesias odontológicas se basaron en gases. Foto: Wellcome Images Foto: Wellcome Images

La odontología existe desde hace siglos, pero se separó de la medicina en el siglo XVIII. Como la prevención no existía y la higiene dental no era de la mejor, extrae dientes era una práctica normal, pero dolorosa.

En aquella época, se realizaba con un par de pinzas, alicates o un gancho de hierro en forma de T. El problema es que ese instrumento podía no solo sacar el diente en cuestión, sino también alguno sano y hasta astillar o romper la mandíbula del paciente.

Dr. Horace Wells. Foto: Wikipedia?????

Horace Wells, un dentista de Connecticut, asistió a un show donde se invitaba a voluntarios a recibir óxido nitroso, también conocido como gas hilarante. Los resultados eran variados: algunos se reían mientras que otros hacían cosas estúpidas para la afición. Pero uno de estos voluntarios comenzó a perseguir a un enemigo imaginario, tropezó y se desgarró la pierna. Sorpresivamente no sufría dolor, pero este apareció cuando el efecto del gas se disipó.

Ante eso, Wells tuvo una idea y le solicitó a un colega que le sacara una muela mientras el inhalaba gas hilarante. Los resultados fueron los esperados y no sufrió dolor.

Continuó su experimentación con todo éxito, por lo que decidió hacer una demostración ante estudiantes de medicina. No consideró que su paciente era obeso y alcohólico, lo que generó que la cantidad suministrada fuera inferior a la necesaria y el hombre huyera dando alaridos de dolor, haciendo caer a Wells en el desprestigio.

Viajó a Europa a mostrar su descubrimiento. Al mismo tiempo un alumno suyo, William Morton, se llevaría la gloria al utilizar óxido nitroso para una cirugía indolora.

Cuando volvió a su país, después de probar muchos gases buscando el mejor, se había vuelto adicto al cloroformo. Intentó rehacer su vida pero sufría trastornos. Así fue que una noche, bajo los efectos del fármaco, atacó con ácido sulfúrico a una prostituta.

Unas horas después, encarcelado, cuando el cloroformo abandonó su cuerpo, cayó en el horror de lo que había hecho. Cuatro días después, se anestesió, cortó su arteria femoral y murió desangrado en su celda. Así falleció, en 1848, el padre de la anestesia moderna.

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