Desafíos

Tareas pendientes en la educación pospandemia: 31 exministros rinden examen

Preocupado por la educación y consciente de la importancia de que tiene sentar buenas bases para construir a largo plazo, Agustín Porres -director de Fundación Varkey- dialogó con 31 exministros de educación para saber donde está parada la sociedad y cuáles son las tareas pendientes de la educación.

Florencia Rodríguez Petersen
Florencia Rodríguez Petersen viernes, 20 de agosto de 2021 · 08:00 hs
Tareas pendientes en la educación pospandemia: 31 exministros rinden examen

"Tenemos que profundizar el diálogo para entender qué ha funcionado y en qué tenemos que seguir pensando", apunta Stefania Giannini,  Subdirectora General de Educación de la Unesco. Y sigue: "Como sociedad, tenemos que escuchar todas las voces y asumir este enorme desafío que tenemos por delante. La crisis nos desafía a pensar con calma y actuar con decisión". Sus palabras surgen a partir de la lectura de "Tareas pendientes" (Paidós), el nuevo libro de Agustín Porres.

Consciente de la importancia de abrir líneas de pensamiento que permitan construir un camino firme y con horizontes claros, la especialista celebra que Porres haya abierto el diálogo en múltiples direcciones y que lo haya hecho en un momento en el que incertidumbre y urgencia hicieron sentir a muchos que era imposible -e inútil- pensar a largo plazo. 

31 exministros de educación rinden examen en "Tareas pendientes", el nuevo libro de Agustín Porres.

¿Cómo mejorar la educación? Es la pregunta clave que Agustín Porres plantea en su libro. Para responderla entrevistó a 31 exministros de educación en diversos continentes. Si bien es argentino, se formó y trabaja en este país, su trabajo en Fundación Varkey le permite conocer de cerca la realidad educativa de diversos países. Sabe que en todos lados se replica la inquietud por mejorar la educación y generar mejores y más equitativas oportunidades.

Lejos del exitismo típico de estos emprendimientos, el foco no estuvo puesto en los triunfos sino en los obstáculos, las batallas perdidas, las decisiones que no volverían a tomar y las tareas pendientes. El objetivo, claro, era comprender qué oportunidades concretas presenta en educación el escenario pospandemia. 

El libro tiene 31 capítulos: uno para cada una de las charlas, sin tabúes ni prejuicios, que Porres tubo con cada uno de los exministros de educación a los que entrevistó para entender cómo mejorar la educación. "Hemos aprendido mucho acerca de lo que hace exitosos a los sistemas de educación. Pero el conocimiento acerca de lo que funciona en educación es tan valioso como nuestra capacidad para actuar sobre ellos", dice Andreas Schleider, director de educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en el prólogo. 

Schleider, que es responsable de las famosas pruebas PISA, plantea que eso no es suficiente: para la verdadera transformación hace falta indagar "la inmensa parte invisible" que, explica, abarca intereses, creencias, motivaciones y temores de las personas involucradas en la educación. Valora la oportunidad de conocer qué piensan sobre sus propias decisiones los exministros ya que entiende que "lleva mucho tiempo traducir las buenas ideas en mejores resultados". 

Al final, a modo de cierre, Porres comparte sus aprendizajes. "No son fórmulas ni recetas", aclara, sino "un repaso, puntos en común, acuerdos no acordados". Con el objetivo de ordenar las ideas vertidas a lo largo del libro, propone una serie de ideas sintetizadas en un decálogo de aprendizajes

Allí señala que hay una nueva mirada en torno a la educación: la pandemia, con sus cuarentenas y normas, dejó al descubierto que es imposible volver a lo que antes era "normal". Y eso deriva en la necesidad de construir otra escuela que, sin limitarse a un pizarrón y cuatro paredes, brinde aprendizajes para la vida. Eso requiere tiempo y creatividad. Enlazada a esa idea surge una renovada valorización de los docentes: cumplen una misión imprescindible. Igual que la familia, que ya no puede concebirse como una entidad ajena a la educación, al contrario, "se ha vuelto vital". 

Formación docente, evaluación, contenidos, habilidades y conectividad son otros aspectos claves en el decálogo que propone Porres que entiende este tiempo de crisis como una oportunidad de "transformar nuestro sistema educativo, de alterar nuestra manera de enseñar y aprender, y de conseguir un desarrollo que tenga sentido para nuestras vidas", concluye.

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