Pan y trabajo: la devoción que nació en medio de una crisis y hoy está más vigente que nunca

Cada 7 de agosto, la peregrinación de San Cayetano, moviliza cada año a miles de argentinos. Tanto en el 2020 como este año, las medidas sanitarias destinadas a minimizar el impacto del coronavirus en la sociedad pusieron en jaque esta tradición popular. ¿Cómo se prepara la Iglesia para recibir y escuchar a miles de fieles que quieren pedir por trabajo o buscan llegar al Santuario de San Cayetano para agradecer los dones recibidos?

El Padre Facundo Fernández Buils, sacerdote de la arquidiócesis de Buenos Aires, formó parte del equipo de comunicación del Santuario y explica cómo se prepara la iglesia para recibir a los peregrinos durante la fiesta de San Cayetano, que se celebrará el próximo domingo 7 de agosto.

La figura del santo, considerado en Argentina patrono del pan y del trabajo, adquirió especial relevancia durante la pandemia. "San Cayetano fue un sacerdote italiano que, antes de ser ordenado como tal, tuvo un rol muy importante en una epidemia que hubo en Roma. Un brote de sífilis amenazaba a la ciudad. Esa era, entonces, una enfermedad no tenía cura, entonces no recibían a los enfermos en los hospitales, por lo que quedaban agonizando solos en las calles. San Cayetano y un grupo de amigos se dedicaron a acompañar a estas personas estableciendo un hospital para enfermedades infecciosas incurables. Por eso la figura de San Cayetano es especialmente importante para nosotros en nuestra pandemia", cuenta Fernández Buils. 

Pan y trabajo: la devoción que nació en medio de una crisis

Si bien San Cayetano era italiano, la devoción como Patrono del Pan y del Trabajo es bien argentina. Como muchas de las tradiciones criollas, se vincula fuertemente a la inmigración. "Uno de los grandes promotores de esta devoción fue el Padre Domingo Falcioni, que era el párroco de San Cayetano", recuerda Fernández Buils al tiempo que agrega: "San Cayetano siempre fue el patrono de la providencia".

La explicación es simple: "Con la crisis de 1930 que afectó a todo el mundo, en Argentina mucha gente perdió su trabajo y aumentó la pobreza. Desde distintos puntos del país llegaban a Buenos Aires personas que buscaban empleo y Liniers fue uno de los lugares más concurridos. El padre Falcioni le colocó a la figura del santo una espiga de trigo, entonces los devotos comenzaron a pedirle a San Cayetano por el pan y el trabajo. Cuentan que después de muchos ruegos se dio el milagro de una abundante cosecha, la cual los próximos peregrinos que llegaron la utilizaron como parte de la ofrenda al santo. De ahí nace la figura de San Cayetano como santo del pan y del trabajo"

Aunque desde el Santuario desalientan a los peregrinos a visitar al santo, a fin de cuidar la salud de los ciudadanos, entienden que son miles los que quieren acercar sus pedidos y agradecimientos. Con el lema “San Cayetano, con corazón agradecido, te pedimos paz, salud y trabajo”, se realizarán múltiples actividades que serán transmitidas a través de las redes del Santuario. Además, las puertas del templo permanecerán abiertas para recibir a quienes quieran cumplir sus promesas o agradecer los bienes recibidos. "Es muy interesante ver como la palabra que sugirieron los peregrinos que más apareció es “gracias”, la mayoría de las personas le querían agradecer a su amigo San Cayetano además de pedirle", comenta el padre Fernández Buils.

Sin lugar a duda, la fiesta de San Cayetano convoca a muchos fieles cada año. La situación provocada por la pandemia obliga a reformular esta tradición popular de los argentinos.