Las peligrosas declaraciones de Javier Milei sobre el cambio climático: "Es otra de las mentiras del socialismo"

Un nuevo informe del grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) demuestra que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad.

Más alarmante es el hecho de que, entre otras cosas, el informe del IPCC dice que para 2030 (una década antes de lo que habían dicho en 2018) la temperatura media del planeta será aproximadamente 1,5 ºC mayor a la de los niveles de la era preindustrial.

Esta evaluación se basa en los conjuntos de datos recogidos por todos los científicos del mundo dedicados a observar el clima.

"Es otra de las mentiras del socialismo", sentenció Milei

Sin embargo, el economista libertario y precandidato a diputado argentino Javier Milei negó la existencia de un cambio climático.

“Es otra de las mentiras del socialismo, hay toda una agenda del marxismo cultural. Hace 10, 15 años se decía que el planeta se iba a congelar, ahora dicen que se calienta. Aquellos que conozcan cómo se hacen esas simulaciones van a ver que las funciones están saturadas en determinados parámetros a propósito para generar el miedo”, fueron las palabras de Milei durante un vivo con el youtuber y actor Julián Serrano transmitido por Twich el pasado 5 de agosto.

No es la primera vez que defensores de una ideología neoliberal toman posturas negacionistas frente a la crisis climática. Líderes liberales como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro o el Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, son algunos de ellos.

Países de toda Europa como Francia, Alemania, España y Reino Unido cuentan con think tanks difusores de ideas negacionistas. Son organizaciones que buscan impactar en la toma de decisiones políticas directa o indirectamente, tratando de influir en la opinión pública y los medios de comunicación. Algunos de ellos son Centre For Policy Studies en Reino Unido, Institut Économique Molinari en Francia, y el Instituto Juan de Mariana en España, entro otros.

Estas organizaciones tienen en común una ideología neoliberal, es decir, defienden el libre mercado y la mínima intervención gubernamental y adoptan posiciones políticas cercanas al conservacionismo político o incluso a la extrema derecha. El contramovimiento climático que conforman estas organizaciones es de reciente creación y se encuentra activo de forma relevante desde hace menos de una década.

El negacionismo de estos países pueden estar relacionado con el beneficio económico que les genera de la destrucción del medio ambiente. En el año 2018, los grandes productores de petróleo del mundo, EEUU, Rusia, Arabia Saudí y Kuwait, se resistieron a aceptar el informe final científico que había sido la base para las negociaciones de la Conferencia de las Partes (COP24, por sus siglas en inglés y su número de edición). Se opusieron a aceptar las evidencias científicas y, por tanto, a seguir unas directrices comunes. Más de 190 países se habían reunido en Katowice, Polonia, para celebrar la Cumbre del Clima en la que se decidiera definitivamente cuándo y cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que evitaran el calentamiento global del planeta.

Además, el informe de Oxfam, Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono, publicado el año pasado, reveló que el 1 % más rico de la población mundial ha sido responsable de más del doble de la contaminación por carbono que los 3100 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la humanidad. Este informe se publicó a la vez que los líderes mundiales se preparaban para reunirse en la Asamblea General de las Naciones Unidas y debatir los desafíos globales, incluyendo la crisis climática.

El informe se basó en una investigación llevada a cabo con el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, que evaluó las emisiones de consumo de los diferentes grupos de ingreso entre 1990 y 2015, 25 años en los que la humanidad duplicó la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.