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Los vínculos como clave para contrarrestar los efectos de la pandemia

El vínculo familiar es la clave del bienestar y ha sido el más vulnerado con las restricciones mundiales. Las consecuencias del encierro y la soledad comienzan a evidenciarse. Caída del cabello, ansiedad, presión y trastornos alimentarios toman relevancia.
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La pandemia nos obligó a cambiar las formas en que nos relacionamos con nuestros afectos. El cuidado de nuestros vínculos cercanos, como la familia y amigos estuvo basado en la distancia necesaria que debíamos mantener para resguardar la salud de quienes amamos, pero esas restricciones impuestas, tendientes a disminuir la circulación del virus, ocasionaron en paralelo otros trastornos que comienzan a hacerse evidentes y ponen en jaque nuestra salud.

Los seres humanos somos sociables por naturaleza, en nuestro ADN está la necesidad de relacionarnos con otros y generar vínculos afectuosos. Si agregamos la incertidumbre que genera la evolución de la pandemia en el mundo, las muertes de familiares y amigos y el miedo o amenaza latente; el combo es explosivo y los trastornos psicológicos provocados por la covid-19 toman el protagonismo. 

Según estudios realizados por profesionales de la salud mental, la afectación que tuvo la cuarentena en los seres humanos es evidente. La ansiedad, la tristeza, el miedo son los trastornos que más crecieron en esta pandemia y por los cuales hubo más consultas con especialistas. Poco se habla y son pocas las acciones que se llevan a cabo para contrarrestar las consecuencias psicológicas que acarrea esta pandemia tanto en quienes se contagiaron la enfermedad como en quienes no la contrajeron.

Gabriela Martínez Castro, es Lic. y especialista en Trastornos de Ansiedad y Directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) destacó la importancia del cuidado y fortalecimiento de los vínculos para el cuidado de la salud, en la parte anímica, económica, educacional y a los niños y adolescentes en el neurodesarrollo adecuado y saludable. Según la profesional los vínculos son los que fortalecen el sistema autoinmune para poder atravesar todo tipo de enfermedad y también los que inmunizan frente a la depresión y la ansiedad que vive la humanidad.

Según los profesionales de CEETA, la incertidumbre de algo nuevo a lo que no estábamos acostumbrados,  la soledad de la lejanía con afectos y muchas emociones encontradas son la realidad de cada día de muchas personas. Esta realidad puede traer graves consecuencias con efectos permanentes si no son tratados a tiempo.

Consecuencias del “efecto pandemia”

Una consecuencia que se está observando mucho y tiene su repercusión corporal es la caída de cabello, llamada alopecia, la misma puede afectar solo al cuero cabelludo o a todo el cuerpo y puede ser temporal o permanente. También se observa frecuentemente la tricotilomanía en niños y adolescentes. Este trastorno consiste en arrancarse compulsivamente los pelos de distintas partes del cuerpo (pelo, pestañas, cejas) como un tic nervioso. 

Los problemas gastrointestinales tomaron protagonismo, la constipación, diarrea, problemas en la ingesta o sobreingesta que da lugar a la obesidad como forma de canalizar la ansiedad y la angustia. O por el contrario, la falta de ingesta, es decir, que las personas tienden a suprimir el apetito. 

“También se ve como producto de todo esto una baja importante en el peso corporal, lo cual nos coloca en una situación más vulnerable a la hora de tener que hacerle frente a este virus que circula por el mundo. Y también muchos trastornos del sueño”, detalla Gabriela Martínez Castro.

La especialista aconseja que “más que nunca debemos refugiarnos de la mejor manera y pedir ayuda dentro de nuestros vínculos afectivos, que es lo que nos va a sanar. Ya sea familiares, amigos, padres, tíos, compañeros de trabajo, hijos, pareja. Esto nos aumenta el sistema autoinmune, nos baja la sensación de estrés que es muy importante y nos predispone mejor para afrontar el día a día y nos da muchas herramientas y muchas armas para combatir esta pandemia que atravesamos".

La felicidad es la clave

Martínez Castro indica que "de hecho, hay un estudio, relativamente cercano en el tiempo, que demuestra que, a lo largo de la vida de las personas, el centro de la felicidad, el secreto de la felicidad,  radica en nuestros vínculos afectivos”, relata la especialista.

El vínculo familiar es la clave del bienestar y ha sido el más vulnerado con las restricciones y las cuarentenas mundiales. El contacto con los afectos a través de una llamada telefónica o encuentros virtuales será fundamental para atravesar la pandemia. 

El vínculo sostenido, al menos a la distancia, con familiares, amigos y compañeros de trabajo es clave para contrarrestar las consecuencias que se desprenden de la soledad, la falta de contacto con nuestras actividades cotidianas, dificultades económicas, laborales, académicas, etc.

Según Martínez Castro, las habilidades sociales cognitivas también juegan un importante papel en el ámbito psicológico, estando la felicidad normalmente asociada a atributos personales como la asertividad social y la empatía. "La gestión y expresión correcta de las emociones como gran reto en materia de salud mental, y para algunas personas, esta tarea es todavía más compleja", asegura la especialista.