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Podofilia: un delito y "fetiche" más común de lo que parece

La podofilia o fetiche de pies se refiere al interés sexual pronunciado por los pies. Las preferencias son tan variadas como formas y tamaños de pies que existen. ¿Cuándo puede transformarse en un problema?

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MDZ Sociedad domingo, 20 de junio de 2021 · 07:39 hs
Podofilia: un delito y "fetiche" más común de lo que parece
Foto: Foto de cottonbro en Pexels

Cuando de preferencias sexuales se habla los límites suelen ser muy difusos. Términos como fetiche están arraigados en nuestra sociedad a pesar de que muchos aún decidan ocultarlo debido al miedo que generan los prejuicios en torno a los mismos.

Según la psicología, el fetichismo es una excitación sexual que ocurre como respuesta a un objeto o parte del cuerpo atípicamente sexual. Al contrario de lo que muchos piensan, los fetiches no son trastornos psicológicos pero pueden convertirse en un motivo de angustia para las personas que los tienen debido a los juicios de valor a los que eran sometidos quienes hacían públicas sus preferencias transformando el tema en un tabú del que pocos se animaban a hablar. 

La podofilia o fetiche de pies se refiere al interés sexual pronunciado por los pies. Las preferencias son tan variadas como formas y tamaños de pies que existen. Hoy en día se ha convertido en uno de los fetiches más comunes en el mundo e incluso las fotografías de pies se transformaron en un “negocio” cuyos consumidores no escatiman en gastos a la hora de hacerse del material que tanto placer les genera.

A partir de la cuarentena y los días de confinamiento, esta práctica sexual se vio afectada por la imposibilidad de tocar, oler y sentir los pies de otros dando paso a una oferta y demanda a través de algunas redes sociales y sitios en internet. 

Hay personas que encuentran un placer particular al tocar o contemplar los pies de otros, pueden sentirse atraídas debido a factores como la forma y tamaño, los dedos, tratamientos y ropa. Los olores y las interacciones sexuales son parte de esta preferencia tan común pero poco difundida. En definitiva, la experiencia sexual está en la conducta contemplativa, táctil y hasta olfativa de los pies que desencadena la excitación erótica y el orgasmo en los podófilos. 

Cuando se transforma en un problema

Según los profesionales de la salud mental, algunas explicaciones sobre esta preferencia pueden encontrarse en vivencias que se originaron en la niñez y es más frecuente en los hombres. Tanto pies como genitales suelen ir cubiertos y despiertan la atención de lo que no es descubierto a simple vista.

Siempre que estas prácticas sean consentidas por ambas partes, sin existir ninguna obligación o sometimiento, no hay razones para rechazar a quienes las sigan. Sin embargo, las alarmas se encienden cuando ese fetiche se convierte en una obsesión y la única manera de llegar al orgasmo. Otro aspecto a tener en cuenta es el remordimiento o pesar cuando se realizan esas prácticas. Cuando se dan ambas condiciones se recomienda acudir a un profesional.

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