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Productos veganos vs. cruelty free: ¿cuál es la diferencia?

Cómo distinguirlos: la clave se encuentra en la etiqueta

MDZ Sociedad
MDZ Sociedad domingo, 9 de mayo de 2021 · 22:24 hs
Productos veganos vs. cruelty free: ¿cuál es la diferencia?
Foto: grabone.co.nz

Productos veganos, cruelty free, eco friendly. Sin duda, el consumo consciente es tendencia. Existe un cambio cultural potente que lleva a las personas a elegir un consumo más responsable, menos cruel y amigable con el planeta.

De esta forma, los nuevos hábitos de consumo van ganando espacio y llegan a alcanzar todos los rubros. En particular, el sector de belleza viene siendo cuestionado por los testeos de la cosmética en animales. Ratones, conejos, monos e incluso otros animales han sido utilizados en laboratorios con este fin.

Pero por suerte, ya son muchas las firmas cambian estas costumbres para apostar a la producción sin sufrimiento animal y renovar su filosofía a tono con los nuevos contextos.

¿Cuál es la diferencia entre vegano y cruelty free?

Las etiquetas “vegano“, “ecológico“ ,“orgánico“, “cruelty free“ que aparecen en packs de maquillaje, cuidado facial u otros productos pueden ser confusas. Muchas veces no están claras las particularidades del producto a simple vista y algún destacado dentro del diseño como sellos y colores pueden hacernos pensar una cosa que no es.

Repasemos algunos conceptos básicos. La información debe estar en el pack.

Fuente. Skinlove

¿Cuándo un producto es vegano?

Para que un producto cosmético sea “vegano“, no debe contener ingredientes de origen animal, ni derivados, ni ácidos lácticos o miel.

¿Cuándo un producto es cruelty free?

Para que un producto sea “cruelty free“, no debe estar testeado en animales. Y por supuesto, no debe tener componentes obtenidos de los mismos con crueldad animal y maltrato.

Para más productos de los que creemos es necesario utilizar glándulas de animales que al extraerlas provocan su muerte y aunque es menos claro, que un zapato hecho de cuero o un cosmético que experimenta con conejillos de india, también se trata de crueldad animal.

Productos veganos: el arte de leer las etiquetas

Aunque existen entes reguladores, siempre es conveniente estar informados y saber que los productos cosméticos están obligados a incluir en su etiqueta el listado de ingredientes. Siempre está la opción de no comprarlos si no están debidamente rotulados.

Así, para que sean productos veganos no habrá de haber en las fórmulas nada producido por las abejas como polen, miel y cera. Tampoco derivados de la leche o el huevo. En el caso de los vinos, la mayoría contiene albúmina de huevo, gelatina (derivada de cartílago de pescado u otros animales), caseína (derivada de la leche de vaca) o la ictiocola (que se encuentra en la vejiga de algunos peces).

Con descartar estos ingredientes que se usan para la clarificación del vino, estaremos seguros de que se trata de uno vegano.

Debido al auge del consumo de este tipo de vinos, las etiquetas suelen resaltar cuando se reemplazan los clarificantes tradicionales por trigo o papa u otras proteínas de origen vegetal.

Otros componentes que no deben tener los productos veganos y que son más difíciles de distinguir y son:

1. Carmín. Se trata de un extracto de un insecto parásito.

2. Guanina.  Es un derivado de las escamas de pescado que otorga brillo nacarado al lápiz labial, las sombra de ojos y los shampoos.

3. Colágeno. Se obtiene de cartílagos animales o algas.

4. Lanolina. Se extrae de la lana y es la grasa protectora de las ovejas, puede estar presente en cremas hidratantes.

5. Caprylic o capric. es un ácido extraído de la leche.

6. Glicerina. Se extrae de la grasa animal y está expresado con frecuencia en las etiquetas como “glicerol“ o “gricelys“.

Algo útil para quienes consumen sólo productos veganos es que la Sociedad Vegana y PETA (Asociación por el Trato Ético de los Animales) otorgan certificaciones. Estas certificaciones suelen estar bien comunicadas por las marcas de forma destacada.

Productos Cruelty Free: Cambios incipientes, etiquetas más claras

Lamentablemente muchos productos son aún testeados en animales. Es una costumbre que los laboratorios tuvieron por mucho tiempo para producir las fórmulas de productos como medicamentos, cosméticos o alimentos.

Mediante pruebas se observan distintas reacciones en animales fáciles de manejar como cobayos, conejos, gallinas, perros y gatos. Estos son manipulados, maltratados y encerrados. Y todo a espaldas del consumidor que difícilmente admitiría esa crueldad si la conociera.

Los problemas de estas prácticas son éticos, morales y más que suficientes como para comprometerse con el cambio desde todos los ángulos. Entre tanto, 15 millones de animales sufren crueles pruebas para demostrar la seguridad de productos cosméticos.

Y aunque ya se está trabajando en alternativas, aún estas prácticas que evitan la crueldad animal son las menos frecuentes. Esta nueva visión es reciente. Recién en el 2009 fue ilegal en Europa y la leyes fueron mejorando la situación hasta el 2013.

No obstante, desde que se declaró ilegal hay 10 años de prórroga para que las empresas adecuen sus procedimientos, y en el mientras tanto pueden continuar con los testeos. Además, si las compañías demuestran que no tienen otra manera fiable de demostrar la seguridad del producto, podrán continuar procediendo igual.

Y Europa es el mercado más avanzado en este sentido. A nivel mundial, aún queda mucho camino por recorrer. Sin embargo, en cuanto a las etiquetas es más fácil distinguirlas. El sello de certificación suele estar destacado como “not tested in animals“ o “curelty free“.

La forma más fácil de saber si un producto está o no testeado en animales es identificar los que seguro no lo están. Por supuesto, los productos con sello vegano, también cumplen con no incurrir en crueldad animal ya que no contienen ningún derivado de ellos ni testean en los mismos, ya que sería una contradicción utilizarlos en el proceso de fabricación.

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