El asma no aumenta el riesgo por covid y es compatible con la vacuna

En la víspera del Día Mundial del Asma, especialistas indicaron que es erróneo el pensamiento de que la enfermedad que afecta las vías respiratorias, incrementa el riesgo de contraer coronavirus o es incompatible con la vacuna. 

"A partir de la evidencia científica internacional con que se cuenta hasta el momento, tener asma, si está bien controlada, no incrementa el riesgo de infección por covid-19, ni tampoco de desarrollar cuadros más severos en caso de contraerlo", dijo el jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Rossi de La Plata, Gabriel García.

Según el especialista, a partir de los monitoreos de esta enfermedad da cuenta "que no ha habido en 2020 más exacerbaciones que en años anteriores".

Según la Iniciativa Global contra el Asma (GINA, por su sigla en inglés), el único caso en que el riesgo de muerte por covid aumenta por asma en el de pacientes "que recientemente habían necesitado OCS (corticoides orales sistémicos) para su asma y en pacientes hospitalizados con asma grave".

Con respecto a las vacunas en personas alérgicas, GINA recordó que "las reacciones alérgicas a las vacunas son raras", no obstante lo cual "las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna deben administrarse en un entorno de atención médica donde se puede tratar la anafilaxia si ocurre"

Además, aclaró que "no deben administrarse a pacientes con antecedentes de reacción alérgica grave a polietilenglicol o cualquier otro ingrediente de la vacuna".

En su "Guía sobre Covid y Asma" publicada a fines de abril, la organización sostuvo que "en la actualidad, basándose en los riesgos y beneficios, y tomando las precauciones habituales, GINA recomienda la vacuna contra el covid-19 para personas con asma".

Mitos sobre el asma

En el mundo más de 350 millones de personas tienen asma, pese a ser una enfermedad frecuente existen creencias erradas sobre esta. En la efemérides, la organización aprovechó para poner sobre la mesa determinadas percepciones erradas alrededor de esta enfermedad.

Los principales puntos son: que el asma es una enfermedad de la "infancia", que sea "infecciosa", que solo se puede controlar con altas dosis de corticoides y que los pacientes tengan contraindicada la actividad física.

"No hay nada más alejando de la realidad: el asma puede ser una enfermedad de toda la vida y aparecer en la infancia, en la adolescencia, en la vida adulta o en la tercera edad", explicó el experto, quien también es director del Departamento de Asma de la Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT) y miembro del Comité Ejecutivo de GEMA (Guía Española para el Manejo del Asma).

Tampoco es de origen infeccioso, aunque las infecciones respiratorias pueden desencadenar o agravar exacerbaciones", agregó.

Un número importante de casos de asma, son originados por una inflamación producto de una respuesta exagerada del sistema inmunológico, que hace que se sobreexpresen determinadas proteínas en el organismo.

"Más allá de que pueda ser algo técnico, es crítico descifrar el origen del asma en cada paciente, qué es lo que desencadenó en su caso la enfermedad, porque ello permite individualizar el abordaje y tomar mejores decisiones terapéuticas, con la perspectiva de obtener mejores resultados", explicó García.

Otro de los postulados de GINA, es combatir la creencia de que la afección se suele controlar con altas dosis de corticoide, hoy en día existen mejores alternativas que permiten disminuir el uso de los corticoides manteniendo el control del asma a partir de un mejor conocimiento por parte del paciente, para un tratamiento personalizado.

"Lo más adecuado es conversar con el paciente en el consultorio, conocer e interpretar su historia con la enfermedad, qué medicaciones le fueron efectivas y cuáles no. También hay que determinar el impacto del asma en su día a día, sin minimizar los síntomas, que con frecuencia son más invalidantes de lo que ellos perciben, en buena medida por haberse acostumbrado a una vida limitada por su condición", agregó.

Al igual que GINA, el especialista aseguro que, con un buen control de la enfermedad, todos las personas pueden hacer actividad física, inclusive de alta competencia y a nivel profesional. 

"Hacer ejercicio no está contraindicado, sino que puede inclusive formar parte del tratamiento", sostuvo.

El principal objetivo del tratamiento contra el asma incluye reducir la frecuencia y gravedad de los episodios, disminuir los síntomas, el uso de corticoesteroides orales y mejorar la función pulmonar.

Investigaciones demostraron que llevar un diario ayuda mucho, ya que se registran los episodios de exacerbaciones y su severidad. De este modo la persona conoce cuando la enfermedad se manifiesta, qué puedo haber gatillado un episodio, entre otras cosas, y luego comparta los hallazgos con su médico.

"Para el éxito terapéutico es vital que el individuo cumpla con las indicaciones que consensuaron con su médico en el consultorio, tanto en términos del uso de la medicación, como de estilo de vida", concluyó.