Efeméride

A 50 años de Sticky Fingers, el álbum que revolucionó la industria de la música

Se trata de un homenaje sobre uno los álbumes más consagratorios de los Rolling Stones, en la conmemoración de su 50° aniversario.

Diego Gubinelli viernes, 23 de abril de 2021 · 06:54 hs
A 50 años de Sticky Fingers, el álbum que revolucionó la industria de la música
Charlie Watts, Mick Taylor, Bill Wyman, Keith Richards y Mick Jagger.

Sticky Fingers (1971) es, sin dudas, una de las obras más emblemáticas del Rock and Roll y –para quien escribe- uno de los mejores trabajos de The Rolling Stones. Un 23 de abril de 1971 fue lanzada al mercado y, cincuenta años después, continúa  afianzando su trascendencia e influencia en el universo musical, a través su impecable y distinguido sonido.

Es por ello que, para conmemorar el aniversario de esta majestuosa obra, junto a Franco Fernández, incansable fanático, profesor de historia y titular de la emisora radial Es Solo Rolling Stones; repasamos su contexto de producción, el período que atravesaba la banda británica en ese entonces y, también, una selección de curiosidades que despiertan lo más sincero y genuino que posee el seguidor de los Stones.

A las obras hay que darles un contexto. Si impactan ahora, es porque impactaron en esa época particularmente. El Sticky llega como si fuera una nueva etapa de los Stones. Con Let it Bleed (disco editado en 1969) se cierra un sentido histórico. Es la culminación de los 60’ y es el último disco que cuenta con la participación de Brian Jones, antes de fallecer en julio de ese año. Let it Bleed es eso: el final de una época. Los 60’ se caracterizan por ser la década del fervor juvenil, de las revoluciones estudiantiles. Se termina la utopía y se ‘deja sangrar’ (aludiendo a la traducción del disco)”, aporta Franco al referirse a la importancia del cambio cultural que se transitaba en aquellos tiempos, donde el rock cumplía un papel protagonista.

Además, en el acervo cultural se reconocen aspectos de esta época que giran en torno al consumo de estupefacientes, un sello distinguido de este periodo a nivel global. Lo cual bajo ninguna circunstancia podía escaparse de las garras de sus majestades. 

“Los 70’ tienen otra aura. Tiene que ver con lo relacionado a ciertas crisis a nivel global. El mundo se ve atravesado por esas coyunturas, especialmente Inglaterra, donde la libra se devalúa y produce una gran crisis económica. Las drogas sintéticas –como la cocaína- predominan en el escenario de la cultura y del rock. La frivolidad que otorga la cocaína, diside de la experiencia alucinógena de la década de 1960”, agrega Franco.

Sticky Fingers marca el camino de lo que va a suceder en los años siguientes, donde los Stones ya eran considerados como integrantes de una banda ‘vieja para la época’. Sin embargo, el impulso del disco perfila lo que después va a ser el sonido y la estética de los 70´.

El consumo de drogas plasmado en las canciones

A partir de ese momento, existe una naturalización de la droga, la cual se refleja en las composiciones de la banda, donde -por ejemplo- ‘Brown Sugar’ trataría de la heroína o ‘Sway’ sobre el estado máximo que se puede alcanzar a través del consumo, el cual te lleva supuestamente a la ‘cima’.

“Los tipos aprendieron a drogarse. Ya habían muerto por las mismas causas de sobredosis Brian Jones, Jim Morrison, Jimi Hendrix, entre otros. Keith Richards siempre estuvo al límite. Incluso, existía una revista en Inglaterra con un ranking donde se votaba el mejor disco, mejor banda y qué músico moriría ese año. Siempre ganaba Richards”, cuenta Franco.

El contexto y su fuerte influencia

Es pertinente mencionar que, para ese entonces en 1970, los Stones estaban en saldo negativo. Difícil de imaginarlo cuando se trata de una de las bandas con mayores ingresos monetarios en la historia de la música. Sin embargo, esto sucedió y los integrantes, a fines de los 60', debieron recurrir a la ayuda del banquero y aristócrata de origen bávaro, Rupert Loewenstein, para así obtener asesoramiento en las finanzas de la banda. Ahí, los Stones, se dieron cuenta de que un 83% del dinero recaudado se perdía en impuestos y lo restante era manejado de forma “turbia” por su ex manager, Allen Klein. Lo que, finalmente, significó la gota que rebalsó el vaso y derivó en el exilio de los miembros hacia Nellcote, Francia.

Pero, ¿por qué es importante repasar este antecedente? La respuesta es que el cambio organizacional en la banda significó también un volantazo en lo musical. A partir de la creación de Rolling Stones Records en 1971 y la previa incorporación de Loewenstein, el grupo cambió radicalmente y creció de manera exponencial. La calidad de las grabaciones de estudio -de la mano del productor, Jimmy Miller- era completamente superior, tras su incorporación en 1968. Asimismo, las finanzas comenzaban a no representar un problema imposible de solucionar.

Por otro lado, este disco tiene canciones que no fueron compuestas para ese álbum específicamente. “The Beatles componía sus canciones y grababa al instante, pero en el caso de Sticky Fingers no fue así. Los temas provienen de distintas sesiones. No se juntaron en un mes, escribieron y grabaron –lo cual era muy común-. Wild Horses y Brown Sugar son un claro ejemplo de esto porque sonaron antes de ser lanzadas. Algunas sesiones fueron grabadas en 1969 en Alabama, otras en Londres y algunas más en Los Ángeles", acota Franco Fernández en pos de enriquecer la historia de las grabaciones.

 
Bill Wyman, Jimmy Johnson, Mick Jagger, Charlie Watts e Ian Stewart durante una de las sesiones de grabación del disco,
 

Dicho esto, no está de más enfatizar en que, en la década de 1970, lo cultural se sobrepone sobre lo anteriormente mencionado respecto a cuestiones monetarias. Sería irresponsable ignorar los cambios que vivió el Rock and Roll en este periodo que –entre otras características- tuvo como gran incorporación a los conciertos en grandes estadios y la masificación del público,

De igual modo, la esencia de Sticky Fingers no envejece. “Estas obras gigantes saben captar perfectamente el espíritu del momento y hacerlo universal. Los tipos hicieron algo muy puro. Cuando hacés eso, trascendés. La buena recepción del disco tiene un sentido filosófico”, indica Franco al referirse a la popularidad del disco, ya que estuvo en el puesto N°1 en países como Australia, Canadá, Alemania y Estados Unidos. También, los Stones, recibieron el cuádruple disco de platino, tras vender más de 4 millones de copias.

La distintas tapas alrededor del mundo

Los tiempos eran completamente diferentes, si los comparamos con la actualidad. En aquella época, la política se involucraba en los fenómenos de masas. Por eso mismo, debido a diferentes visiones por parte de algunos gobiernos, la tapa de Sticky Fingers tuvo diversas versiones.

 LA TAPA ORIGINAL, JUNTO A LA ESPAÑOLA Y RUSA.

La primera tapa corresponde a la original y más comercializada. En el centro de la imagen se puede observar la tapa lanzada en España. Esta no fue permitida por orden del dictador, Francisco Franco, quien decidió reemplazarla por una lata con dedos en su interior y, también, censurar la canción Sister Morphine.

A la derecha, puede ser observada la tapa vendida en la Unión Soviética. Aquí, las piernas son de una mujer y se puede apreciar un sello que evoca al Partido Comunista. No hay alteración en las canciones.

Bonus track:

En Argentina fue comercializada la tapa original, pero con un detalle incorporado por parte de la marca de moda Levis. El consentimiento de los Rolling Stones nunca fue comprobado ¿Viveza Criolla tal vez?

Curiosidades sobre el álbum

  • Sticky Fingers fue muy popular, pero -aun así- no tuvo gira de presentación. Lo llamativo es que los Stones tocaron canciones como Brown Sugar, Bitch y You Gotta Move en la gira “Adiós Gran Bretaña”. Entre el 4 y el 14 de marzo de 1971, es decir, un mes antes del lanzamiento.
  • Es el primer trabajo que cuenta con el famoso logo de la lengua (creada por John Pasche en 1970 y colocado en la tapa diseñada por Andy Warhol).
  • La canción “Wild Horses” tiene diferentes interpretaciones de su letra. La más común es la que trata sobre la combinación de la relación entre Mick Jagger y Marianne Faithfull y la dedicatoria de Keith Richards a su hijo Marlon.
  • Existen tres versiones diferentes de Brown Sugar y una incluye a Eric Clapton.
  • Mick Taylor compuso Sway, pero sin mucho reconocimiento. Taylor la tocó en otras ocasiones como solista.
  • Can’t You Hear Me Knocking forma parte de la banda sonora de Casino, película dirigida por Martin Scorsese. Además, los Stones tardaron 30 años en tocar esta canción en vivo.
  • Marianne Faithfull empezó acciones legales contra la banda por haber sido ella quien compuesto Sister Morphine.
  • Aún no se sabe quién es la persona que posa en la imagen de tapa del disco. Hay una disputa entre dos hombres llamados Joe Dallesandro y Corey Tippin. También se suma la versión de que es el propio Mick Jagger, pero con poca credibilidad.
  • El ex bajista de la banda, Bill Wyman, tiene un restaurante con el nombre del disco, ubicado en Londres, Inglaterra.
  • En el año 2015, la banda realizó un concierto íntimo en el Teatro Fonda, Los Ángeles, donde tocó todo el repertorio perteneciente a Sticky Fingers.

Con información de "The Rolling Stones: la historia detrás de sus 365 canciones", Guesdon, Jean-Michel y Margotin, Philippe

Aportes de Franco Fernández.

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