El código de vestimenta de la realeza siempre fue estricto. Pero en 2021 los más jóvenes llegan con fuerza a imponer su propio toque a este ambiente tradicionalmente clasico y acartonado para convertirse en tendencias de la moda.

Al mejor estilo Coco Chanel, que revolucionó una manera de vestir de la época e impuso su impronta, llegan las nuevas generaciones de royals: más fashionistas y por fuera de los protocolos.

Royals, la nueva generación

Rompen las tradiciones pero con la dosis justa como para poder hacerlo, es decir, sin dejar demasiada evidencia.

Ciertos jóvenes herederos parecen tener un don para combinar la formalidad de los trajes clásicos con un toque descontracturado y a la moda, como por ejemplo un par de sneakers blancas.

Es el caso de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega demuestra a cada paso que puede fusionar los clásicos vestidos informales con su propio estilo y edad. No olvidemos que tiene tan solo 17 años.

En Japón, la princesa Aiko de 19 años es la heredera del emperador Naruhito y la emperatriz Masako.

Aunque la tradición es estricta acerca de cómo debe mostrarse, frecuentemente es vista con moda masculina que rompe la tradición de los suntuosos vestidos reales.

Otra jovencita que ya no es una adolecente es Pauline Ducruet de Mónaco, la segunda hija de la princesa Estefanía de Mónaco y nieta de Grace Kelly.

A sus 26 años es la número 16 en la línea de sucesión al trono y se convirtió en todo un ícono de la moda.

No sólo adora el mundo fashion y disfruta de aparecer con las últimas tendencias en todo tipo de eventos, sino que además tiene una firma de moda propia.

Por otro lado se encuentra la princesa Alexandra de Hannover de 21 años, que está en la línea de sucesión del trono por parte de su madre, Carolina de Mónaco y de su padre, Ernesto de Hannover, dentro de la línea de herederos británicos.

La joven adora el universo fashion. Su estilo favorito es mixear texturas, el último grito de la moda europea. Es fanática de Christian Dior y no se pierde un desfile de las casas de lujo de grandes diseñadores.

Mezcla el high fashion con jeans, tacones aguja con vestidos clásicos y distintos estampados sin ningún tapujo. El parecido con su madre es innegable y es claro que ambas comparten el gusto por la moda y la distinción para lucirla.

Su estilo para las fiestas se aleja de las tradiciones e incorpora escotes, estampados, colores vibrantes y confección rupturista. Su novio Ben-Sylvester Strautmann suele vestir más protocolarmente, lo que resulta en un buen contraste.

¿Con qué estilo te quedas?