Pilu Giraudo

"Basta de venenos": la contundente respuesta del campo al boicot "agroecológico"

María Beatriz "Pilu" Giraudo, presidente honoraria de AAPRESID y referente del sector agropecuario argentino, responde a la campaña en contra de los agrotóxicos. Señala cuáles son los errores que cometen estos movimientos y sus consecuencias.

Candelaria Reinoso domingo, 12 de diciembre de 2021 · 18:54 hs
"Basta de venenos": la contundente respuesta del campo al boicot "agroecológico"

En los últimos días, nuevamente, se avivó la polémica sobre el uso de agroquímicos en la producción de alimentos. Esta vez fue a causa de la campaña de difusión “Basta de venenos” que busca concientizar sobre los impactos del agronegocio en la salud y el ambiente. La campaña fue lanzada en redes sociales y tuvo la participación de actores, periodistas y dirigentes sociales.

La respuesta del campo no tardó en llegar. Entidades rurales y productores salieron al cruce para desmentir a las organizaciones que piden por un modelo agroecológico. El hashtag de la respuesta fue: #BastaDeMiedos.

“El término agrotóxico se creó para denostar a los sistemas de producción en Argentina y en otros lugares del mundo”, denuncia María Beatriz "Pilu" Giraudo, ingeniera agrónoma, productora y asesora con un posgrado en Alta Dirección en Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Es presidente honoraria de AAPRESID (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y promueve el liderazgo argentino en defensa de los sistemas de producción sustentables. También es fundadora y miembro de Red Mujeres Rurales.

“Es una pena. Si usaran el término correctamente, la campaña serviría para concientizar sobre todos los caminos y los pasos necesarios que deben seguir estas sustancias para su aprobación y, fundamentalmente, asegurar su uso cómo corresponde”, lamenta Giraudo. Menciona que cuando en este tipo de campañas se refieren a agrotóxicos en realidad están hablando de fitosanitarios. “No usamos esta palabra para enmascarar, sino que es el término correcto que describe tanto a los productos de síntesis química como los de síntesis biológica”, explica.

Beatriz "Pilu" Giurado en su misión de llevar la siembra directa a todos los lugares del mundo.

La otra palabra que fue se apropiaron estos movimientos según Pilu Giraudo es "agroecología": la síntesis de agronomía y ecología. “Todos los que estamos involucrados en producción y en el uso de los recursos naturales tenemos la obligación de ser agroecólogos, de basarnos por los principios agroecologistas”, menciona. Agrega que, bajo el paraguas de la agroecología, existen distintos tipos de producciones. Puntualiza que la producción más común en Argentina utiliza fitosanitarios o biotecnología. “Las producciones orgánicas son aquellas que no utilizan productos de síntesis química o biotecnología".

Estos dos términos están apropiados sin el conocimiento real que los respalda, señala la ingeniera. “Hoy, agroecología es sinónimo de orgánico, pero no es así. Necesitamos que todas las producciones sean agroecológicas, aunque eso no significa que sean orgánicas. El uso incorrecto de estos términos imposibilita una mejora en la producción y el cuidado ambiental”, reflexiona Giraudo.

Tras hacer estas aclaraciones manifiesta su asombro frente a la campaña realizada por distintas entidades culturales como actores, cocineros, periodistas e incluso Madres de Plaza de Mayo. “¿Cómo se animan a hablar de temas que se relacionan directamente con las necesidades básicas de las personas, como es la alimentación, la salud, el bienestar y el cuidado ambiental? Ese tema necesita del máximo conocimiento, del máximo rigor científico, no es una cuestión de sensación, de percepción, de 'yo creo que...'. Es por eso que invito a todos los que hicieron este video y otras declaraciones que por favor nos visiten, se comuniquen con nosotros por las redes, para que vean qué hacemos y cómo trabajamos. La verdad se quedarían sorprendidos”, asegura ella.

Con respecto al impacto de los “agrotóxicos” en la salud y el ambiente, Giraudo menciona que estos productos tienen años de investigación, regulaciones y exigencias antes de salir al mercado. Una vez que lo hacen, mantienen todas las pautas de los organismos reguladores. “Los obtenemos a través de la receta de un ingeniero agrónomo, con máquinas habilitadas para tal fin, con operadores capacitados y bajo condiciones estrictas de cuándo utilizarlas”, declara sobre la seguridad de estos productos.

“Tengo 52 años y desde que nací viajaba todos los fines de semana al campo. Hoy trabajo allá, después de los 50 y de la pandemia, al lado de la producción. Si estuviésemos usando tecnología que pone en riesgo nuestra salud ¿seguiríamos adelante?”, se pregunta.

También menciona que si los alimentos estuviesen contaminados como dice la campaña, el SENASA, encargado de monitorear de forma permanente el contenido de fitosanitarios en los alimentos, bloquearía su venta. “Hay un nivel de tolerancia en la cantidad de fitosanitarios en los productos que consumimos que no tienen ningún efecto nocivo en las personas. Por otro lado, la acusación de la causa de cáncer por el uso de fitosanitarios en falso. No hay estudios científicos que muestren correlación entre el uso de estos productos y el cáncer. Hay muchos organismos públicos nacionales y provinciales que llevan adelante estas medidas. Por ejemplo, el país que más casos de cáncer tiene es Dinamarca y no se relaciona en lo absoluto con la producción agropecuaria”, explica Giraudo.

Pilu Giraudo junto a Ricardo Buryaile, exministro de Agricultura.

Asegura que las intoxicaciones más notables son las domesticas y que cualquier información de toxicología lo demuestra. “Las intoxicaciones en el campo con los productos que nosotros utilizamos no llegan al 3%, y la mayoría de ellos son niños menores de 8 años, lo que según los expertos en toxicología es una muestra clara de que las pocas que hay son por accidentes: niños jugando en lugares donde no debían, colocar productos en envases erróneos, pero no por el uso en forma directa”.

Los productores junto con los científicos se encuentran permanentemente investigando qué tecnologías pueden desarrollar para producir cada vez más usando menos recursos de síntesis artificial o de recursos naturales. En este sentido, en los últimos 20 años, el uso de fitosanitarios de Banda Verde (menor toxicidad) supera el 85%. “Estamos logrando hasta 50% de reducción en el uso de fitosanitarios” menciona Giraudo y agrega que Argentina es un país líder en tecnología avanzada, cumpliendo hace más de 30 años con todo lo que el mundo hoy demanda del agronegocio. “Tenemos un nivel de desarrollo y adopción de tecnologías para producir y cuidar al mismo tiempo líder a nivel global, por encima del resto del mundo. Tendríamos que estar orgullosos y lejos de boicotear a la producción argentina”, demanda.

Campaña "Basta de Venenos" integrada por varias prsonalidades como Leonardo Sbaraglia, Laura Azcurra, Francis Mallmann, Susy Shock, Nora Cortiñas, Hilda Lizarazu, Lalo Mir, Julia Mengolini y Alejandro Bercovich.

Según Giraudo, esta campaña es una movida mundial influenciada fundamentalmente por Europa. “Les conviene defenestrar la producción de Sudamérica y de Argentina porque son grandes consumidores nuestros. No quieren que seamos competitivos, buscan que seamos baratos. Castigar lo que hacemos les sirve para bajar los costos. Todo lo que Europa exige nosotros lo cumplimos con creces e incluso más que ellos”, denuncia la ingeniera. Argentina es líder a nivel global en el sistema de siembra directa y detuvo el 90% de la erosión de los suelos y mejoró la eficiencia del uso de agua en más de 70%. Europa no llega al 2% de la adopción del sistema", sentencia.

"A lo mejor el día de mañana con los avances de la ciencia podríamos dejar de usar fitosanitarios", plantea Giraudo y acota que hoy sería imposible: “La producción caería mínimo en un 40%. ¿Quién se haría responsable del alimento que faltaría a tanta gente en Argentina y en el mundo?”, concluye.

Archivado en